Tributad a Jehová, oh familias de los pueblos, Dad a Jehová la gloria y el poder.

El texto comienza diciendo “tributad a Jehová” La palabra Tributad viene del término tributo que según el diccionario de la Real Academia lo define como la cantidad de dinero que los ciudadanos deben pagar al Estado para sostener el gasto público, y en la antigüedad se definía como la cantidad de dinero o de bienes que un siervo debía entregar a su señor como reconocimiento de obediencia y sometimiento. Ninguno de nosotros tenemos suficiente dinero o bienes para saldar a Dios todo lo que él ha hecho, hace y hará por nosotros, y aun si lo tuviéramos, esto no sería nada más que entregarle algo de lo que él previamente nos ha dado. Sin embargo, podemos comenzar por entregar nuestra vida y nuestras familias delante de él. Este mundo está compuesto de diferentes pueblos y naciones, y cada pueblo y nación está compuesto de diferentes familias. La familia es la unidad básica y funcional de la sociedad, fue establecida por Dios desde la creación del mundo y tiene como fin honrar y glorificar a Dios en todo. Como familia no deberíamos solamente de ir delante de Dios con el fin de recibir de él sus múltiples bendiciones, sino también debemos de ir delante de él con un corazón agradecido, un corazón dispuesto a dar de su tiempo, sus dones, sus talentos, su alabanza, su servició, sus recursos y mucho más para su gloria. Y cuando presentemos algo delante de Dios, no presentemos la sobra de nuestras vidas, sino lo mejor de ella. Seguido a esto el texto dice lo siguiente “dad a Jehová la gloria y el poder” estos son atributos propios de nuestro gran Dios, la palabra gloria viene del término hebreo kabod que significa el peso y por tanto el valor de algo, es como cuando decimos que la palabra de alguien tiene peso. En resumen, podemos decir que la gloria de Dios es el valor de Dios, la presencia de Dios en la plenitud de sus atributos en algún lugar o por todas partes. Por su parte la palabra poder es la capacidad de hacer cosas, viene del término hebreo koah que sugiere la característica de algo que es fuerte y perdura. Cuando este término se relaciona con Dios, se está hablando de su omnipotencia. Una evidencia de semejante poder es la obra de su creación que es asombrosa y magnifica. Un pastor de antaño comento al respecto “Tributad a Jehová la gloria y el poder, significa, reconoced la gloria y el poder de Jehová, y atribuidlo a Él en vuestros himnos solemnes. ¿Quién es glorioso sino Jehová? ¿Quién es fuerte sino nuestro Dios? ¡ Que las grandes naciones que se cuentan como famosas y poderosas cesen en sus jactancias! Vosotros, monarcas, que os declaráis imperiales y potentes, humillaos hasta el polvo delante del único Potentado. La gloria y la fortaleza no se hallan en parte alguna excepto en el Señor; todos los demás poseen sólo una semblanza de ella. Bien dijo Massillon: «Sólo Dios es grande.” ¿Qué de nosotros amado hermano? ¿es nuestra familia un recipiente que solo se deleita en recibir las bendiciones de Dios, o es un canal que da gloria y honra a nuestro bendito Padre? Dios los bendiga. Corpus Unum