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Panorama De La Biblia
Panorama De La Biblia – Lección Ocho: Satisfacción
Valmori Zelaya
(Centro De Vida)
Duración: 00:20:10 Minutes
Listens:
31
Aired on Abr 19, 2020

Escritura

Eclesiastés 1:1-3, 10, 13-18.

Palabras del Predicador, hijo de David, rey en Jerusalén. Vanidad de vanidades, dijo el Predicador; vanidad de vanidades, todo es vanidad. ¿Qué provecho tiene el hombre de todo su trabajo con que se afana debajo del sol? ¿Hay algo de que se puede decir: ¿He aquí esto es nuevo? Ya fue en los siglos que nos han precedido. Y di mi corazón a inquirir y a buscar con sabiduría sobre todo lo que se hace debajo del cielo; este penoso trabajo dio Dios a los hijos de los hombres, para que se ocupen en él. Miré todas las obras que se hacen debajo del sol; y he aquí, todo ello es vanidad y aflicción de espíritu. Lo torcido no se puede enderezar, y lo incompleto no puede contarse. Hablé yo en mi corazón, diciendo: He aquí yo me he engrandecido, y he crecido en sabiduría sobre todos los que fueron antes de mí en Jerusalén; y mi corazón ha percibido mucha sabiduría y ciencia. Y dediqué mi corazón a conocer la sabiduría, y también a entender las locuras y los desvaríos; conocí que aun esto era aflicción de espíritu. Porque en la mucha sabiduría hay mucha molestia; y quien añade ciencia, añade dolor.

Radio Bautista Centro de Vida y Lifeword en español presentan su programa Seguidores del Maestro, un programa de la Editorial Bautista Misionera de América, pongámonos cómodos y disfrutemos esta maravillosa lección con nuestro hermano Valmori Zelaya, de la serie Panorama de la Biblia. “El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre. Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala. Eclesiastés 12:13,14”. Bienvenidos al Panorama de la Biblia, hoy nos corresponde estudiar el panorama bíblico del libro de Eclesiastés, el cual tiene como tema general: Satisfacción. Tres palabras usadas para describir el espíritu de esta edad moderna son el humanismo, materialismo y secularismo. Estas palabras indican que nuestro interés principal está en nosotros mismos, lo que podemos adquirir y lo que podemos disfrutar. Es un problema del espíritu humano. Y encontramos una respuesta bíblica y un remedio en el libro del Antiguo Testamento que se llama «Eclesiastés». La palabra «Eclesiastés» viene de un término griego que significa «uno que habla a una asamblea», «un predicador». Escrito en la forma de un discurso o sermón, este libro da un informe de los resultados de la búsqueda de un hombre para la satisfacción de su vida. El autor se identifica como Salomón, el rey de Israel. Los eruditos debaten si Salomón realmente lo escribió o si otra persona lo escribió mucho más tarde, basando sus opiniones en las experiencias de Salomón. Cuando uno toma en cuenta la posición del rey, sus riquezas, su sabiduría, sus esposas, sus éxitos, entre otras cosas, es fácil imaginarlo a él como el autor de este libro. Si Salomón lo escribió, la fecha de la escritura sería probablemente cerca del año 935 antes de Cristo. Los tres libros atribuidos a Salomón en el Antiguo Testamento reflejan su filosofía en tres distintos períodos de su vida. El libro Cantar de los Cantares refleja el amor de un joven.  El libro de Proverbios refleja la sabiduría de un hombre maduro, y Eclesiastés refleja los remordimientos de un anciano. El libro de Eclesiastés es un texto que demuestra un entendimiento verdadero de la vida. Este libro busca el bien supremo que real y permanentemente complace a una persona. Llega a la conclusión de que la alegría verdadera no se encuentra en este mundo, sino que se encuentra solamente en Dios. El libro es pesimista en su carácter. Salomón describe cómo él probó una y otra cosa y esto no le satisfizo. Una decepción siguió a la otra hasta que el mismo lector casi se siente deprimido. Pero uno debe seguir leyendo este libro hasta el final, ya que allí está revelado lo que de verdad complace el alma humana. Eclesiastés es un libro tremendo sobre la doctrina de Dios. Encontraremos allí enseñanzas de la existencia, la soberanía, el poder y la justicia de Dios contrastadas con la finitud, el pecado, los deberes y las responsabilidades del hombre.  En este libro Dios es llamado «Elohim» que significa «Dios de poder» en hebreo, Elohim aparece 41 veces, caso contrario de la palabra «Yahweh» que no aparece ninguna vez. Debemos recordar que Salomón está describiendo y dando un informe de lo que el hombre secular encuentra en la vida. Si el hombre piensa en Dios alguna vez, no es en un Dios de amor que redime, sino todo lo contrario. La palabra clave del libro es «vanidades» esta palabra aparece 37 veces y significa algo inútil y frustrante. Esto es lo que una persona encuentra cuando vive en un mundo sin Dios. La frase clave es «debajo del sol», se refiere a la vida en este mundo. Es importante tomar esto en cuenta mientras leemos el libro. Doce capítulos, 222 versículos y 5,540 palabras conforman este libro de acuerdo con la versión Reyna-Valera 1960. Si usted se está preguntando, « ¿Cómo puedo estar realmente satisfecho? », este libro le dará la respuesta. En Eclesiastés encontramos el tema de: El deseo de la satisfacción, en los primeros 11 versículos podemos observar que en cada persona existe el deseo por la tranquilidad y una sensación de cumplimiento y placer en las experiencias diarias. Pero ¿en dónde encontramos estas cosas? La persona secular los busca en las posesiones, la posición, el poder y la popularidad. El autor de Eclesiastés buscó la satisfacción en estas cosas también.  Era un rey, pero la posición y el poder no lo satisfacían. En frustración hombre gritó «...vanidad de vanidades, todo es vanidad». La vida y su espíritu estaban vacíos a pesar de su posición en la sociedad. - La vida no tiene sentido - él se quejó. -El sol amanece y se oscurece; el viento sopla de una dirección y luego cambia y sopla en otra dirección.  Los ríos corren al mar, se evaporizan para formar nubes, la lluvia cae para llenar los ríos que vuelven y corren hasta el mar. No hay nada nuevo debajo del sol - Tal queja indica que el corazón estaba vacío. La parte final del capítulo 1 y el capítulo 2 nos hablan de: La búsqueda de la satisfacción (Eclesiastés 1:12 – 2:26) Si usted tuviera el poder y la posición de un rey, ¿podría encontrar lo que le satisfice en verdad? El rey Salomón lo intentó y dio un reporte de las consecuencias de su búsqueda. La sabiduría y el conocimiento no satisfacen el espíritu (Eclesiastés 1:13-18).  Dios le dio a Salomón tanta sabiduría que era el hombre más sabio que había sobre la tierra. Pero este hombre testificó «...conocí que aun esto era aflicción de espíritu» (Eclesiastés 1:17). Aquí está un aviso a todos los que se enorgullecen de tener habilidades u ocupaciones intelectuales. Los placeres no satisfacen el espíritu (Eclesiastés 2:1-31). Después de todas sus fiestas, comedias, conciertos y espectáculos, Salomón dijo que era una locura (Eclesiastés 2:2). ¿Puede usted recordar su corazón vacío después de que alguna fiesta finalizó? El éxito no satisface el espíritu (Eclesiastés 2:46). El arquitecto diseña sus edificios y el agricultor recoge la cosecha; el mecánico compone el auto y cada uno recibe ganancia. Pero su satisfacción es temporal y el corazón queda vacío. ¿Qué ha hecho usted mi estimado oyente que le ha traído alegría, pero que le ha dejado vacío después? El bienestar material no satisface (Eclesiastés 2:7,8). Fíjese en el número de personas ricas que buscan la ayuda de consejeros y psiquiatras. Fíjese también en el abuso de drogas y alcohol en un intento de hacer la vida más soportable. Fíjese en la cantidad de divorcios, hijos rebeldes, cónyuges infieles y situaciones de abuso. Los ricos no están más libres de estas cosas que los pobres, porque las riquezas no satisfacen el alma. No busquemos nuestra satisfacción en todas estas cosas. La fama mundial no satisface (Eclesiastés 2:9,10). El atleta que gana en las olimpiadas y recibe un brindis, pero, es otro quien es elogiado cuando gana en el próximo año.  La estrella de cine o el músico muy popular este año puede ser olvidado por sus seguidores inconstantes el año que viene. Todo es temporal y no puede traer una satisfacción que permanece. El mundo solamente puede dar «vanidad y aflicción de espíritu» (Eclesiastés 2:26). Los sabios no están más felices que los necios; los ricos no son más felices que los pobres. Todos viven y mueren iguales. La única satisfacción verdadera en la vida viene de Dios. Si la busca en cualquier otro lugar, va a ser tristemente desilusionado. Del capítulo 3 al capítulo 10 podemos ver: La falta de encontrar satisfacción (Eclesiastés 3:1 – 10:20) Esta sección del libro de Eclesiastés es pesimista y deprimida. Hay que recordar que está escrito desde el punto de vista de una persona que no busca su cumplimiento en el Señor. Tal enfoque secular en la vida deja el corazón vacío y frustrado. Aquel desencanto con la vida está mostrado en todo este pasaje. Salomón sabía que el mundo no satisface porque todo ya ha sido decretado. No hay satisfacción en la sociedad humana, la religión humana o el bienestar material, los hijos ni el fruto de su labor.  Las alegrías del mundo presente no traen satisfacción que permanece; tampoco las trae en las futuras posibilidades. La sabiduría no satisface porque es insuficiente. Ahora bien, ¿Dónde, nosotros, podemos encontrar descanso verdadero para nuestro espíritu? Del capítulo 11 y parte del capítulo 12 nos habla de: La senda hacia la satisfacción (Eclesiastés 11:1 – 12:12). Al acercarse Salomón a la conclusión del libro, él nombra cinco cosas que nos ayudarán a vivir rectamente en este mundo y estas cinco cosas pueden ser resumidas en cinco oraciones. 1) Trabaje fielmente en los deberes suyos (Eclesiastés 11:1-8). 2) Regocíjese en las experiencias buenas que enfrenta en su vida diaria (Eclesiastés 11:9). 3) Esté consciente de su relación con Dios (Eclesiastés 12:1). 4) Recuerde la temporalidad de la vida (Eclesiastés 12:2-7). 5) Aférrese a la sabiduría y ejérzala en todas las áreas de su vida (Eclesiastés 12:8-12). Piense en cómo usted mi estimado oyente puede aplicar estos principios en su vida futura. Esto podrá mejorar su vida grandemente. Y en la última parte del capítulo 12 de Eclesiastés Podemos ver: La satisfacción absoluta (Eclesiastés 12:13,14) No hay satisfacción permanente que podamos encontrar bajo el sol porque viene del más allá del sol, es decir, de Dios. Dios ha puesto el deseo de la eternidad en nuestro corazón, y no hay nada en este mundo que pueda satisfacer este anhelo.  No vamos a tener tranquilidad hasta que encontremos la paz con Dios. Eclesiastés 12:13,14 dicen: «El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala». Memoricemos ese pasaje y vivamos por Él y hallaremos satisfacción para nuestra alma. El libro de Eclesiastés nos afirma que Cristo da la satisfacción. La vida verdadera comienza con la persona y el trabajo de Cristo Jesús en nuestra vida. Atrevámonos a pasar por la oscuridad en Eclesiastés, pero demos gracias que nosotros hemos conocido la luz del mundo, que es Cristo Jesús. Jesús te damos gracias por ser la luz en nuestro camino en un mundo deprimente, en un mundo vacío, en un mundo que es temporal, te agradecemos porque en tí Dios, encontramos plenitud, encontramos paz y tenemos lo que necesitamos. La satisfacción para nuestro corazón está en tí y a tí mi Dios elevamos nuestra gratitud, a tí sea la Gloria y la Honra por los siglos de los siglos, amen.  Gracias por haber estado con nosotros en el Panorama Bíblico de hoy, si Dios lo permite nos vamos a escuchar en la próxima lección. Radio Bautista Centro de Vida y Lifeword en español presentaron su programa Seguidores del Maestro, un programa de la Editorial Bautista Misionera de América, para más información puede visitarnos en www.lifeword.org sección en español. Bendiciones.

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