Copyright 2016-2019 Lifeword
¿Por Qué Debo Orar?
Debo Orar Porque Es Mi Vía De Comunicación
Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Dic 16, 2022
Dic 11, 2022
Duración:
00:14:32 Minutes
Vistas:
5

Escritura

2 Crónicas 7:14; Hebreos 11:6.

si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra. 2 Crónicas 7:14 Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan. Hebreos 11:6

Bienvenidos al maravilloso mundo de la radio. ¿Sabes qué? Si no fuera por la radio, probablemente tú nunca me hubieras llegado a conocer. Nunca habrías llegado a escuchar mi voz. Nunca hubiéramos podido compartir todas las cosas que hemos estudiado en la Palabra de Dios, y por eso, es que le doy gracias a Dios por la radio. ¡Qué instrumento más maravilloso! Claro está, que para comunicarte conmigo, tendrías que escribirme una carta o hablarme por teléfono, si es que tuvieras mi número. Pero yo sí, me he podido comunicar contigo, vía este maravilloso invento del hombre llamado radio.   Hemos estado estudiando acerca de la oración, en estos días pasados. Ya hemos visto varias razones por las cuales debemos orar. Hemos visto que la oración es algo que Dios nos manda hacer. Vimos que la oración le agrada debido a que involucra fe. Hemos observado que, si no queremos ser vencidos por el mundo, es necesario que practiquemos la oración. Y en nuestro último estudio, analizamos que la oración es un arma potente. Todo esto nos trae al último estudio de esta serie. Hoy quiero que investiguemos una razón más por la cual debemos dedicar tiempo a la oración; y quizás esta razón sea la más importante. En mi opinión, tú y yo debemos dedicar tiempo a la oración, sencillamente porque es la única manera en que nos podemos comunicar con Dios. ¡Así es! La oración es el único medio por el cual Dios nos escuchará; es su invención. Y si el hombre quiere comunicarse con Él, tendrá que hacerlo a su manera. ¿Cómo? Pues por medio de la oración. Así como yo me estoy comunicando contigo en este momento por medio de la radio, así tú y yo podemos comunicarnos con Dios, por medio de la oración. Él se comunica con nosotros, así como tú te comunicarías conmigo por medio de carta, solo que su carta, es todo un testamento; de hecho, son dos Testamentos, el Antiguo y el Nuevo. Su carta se llama Biblia. Así que Dios se comunica con nosotros por medio de su Palabra, y nosotros nos comunicamos con Él por medio de la oración. Y como es la única manera en que podemos comunicarnos con Él, deberíamos orar con más frecuencia. En realidad, existen muchos versículos para apoyar lo que estoy diciendo, pero no tenemos tiempo para leerlos. Así que vamos a concentrarnos en un sólo versículo que ha sido de gran bendición a mi vida personal, porque no sólo me enseña la necesidad de orar, sino que también me indica los términos bajo los cuales puedo estar seguro de que Dios me escuche. Vamos en nuestras Biblias, al Antiguo Testamento, a 2 de Crónicas, capítulo 7, versículo 14, para ver lo que podemos aprender acerca de la oración, o sea nuestra comunicación con Dios. 2 Crónicas 7:14, dice así: “Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra”. Lo primero que necesitamos entender, es que Dios escucha mayormente la oración de los suyos. Dios escucha la oración del pecador incrédulo, pero lo hace sólo, cuando se trata de la salvación. O sea, que, si uno no es hijo de Dios, difícilmente va a obtener una respuesta de parte de Dios, a menos de que sea para arrepentirse de sus pecados y recibir a Jesús como su Salvador. En segundo lugar, vemos que, en la oración, uno debe buscar el rostro de Dios. En tercer lugar, vemos que uno tiene que tener una actitud de obediencia a lo que Dios dice. Y por último, vemos que cuando estas condiciones han sido cumplidas por el que ora, entonces Dios promete escuchar y responder a la oración de manera positiva. Cuando dije anteriormente que Dios escucha la oración de los suyos, es sencillamente, porque los suyos orarán con fe. Una persona que no cree en Él, una persona quien no le conoce, ¿por qué razón va a orar? Recuerda que a Dios le agrada la oración debido a que involucra fe. En Hebreos 11:6, Dios quiere que “uno crea que le hay”. También nos muestra, que Dios quiere que uno crea, que Él es galardonador de los que le buscan. Por lo consiguiente, cuando viene una oración de parte de alguien que sólo está probando la oración, porque no sabe qué otra cosa hacer, no debe esperar que Dios conteste. Los hijos de Dios no orarán de esa manera. Y si lo hacen, sus oraciones no serán contestadas tampoco. Sin embargo, cuando una persona incrédula siente en lo profundo de su ser, que debe haber algo más a la vida que el simple existir, cuando uno comienza a buscar a Dios bajo la atracción del Espíritu Santo, arrepentido de la vida que ha llevado, entonces se humilla, y Dios le escucha y le indicará la manera en que puede recibir perdón y vida eterna en la persona de Cristo Jesús. Lo que sucede es que uno debe buscar el rostro de Dios. Cuando uno está desafiando a Dios, y viviendo de una manera que desagrada a Dios, no podrá verle el rostro. ¿Crees que cuando Pedro negó a Jesús, después de haber dicho frente a todos que moriría con Él, le pudo ver a Jesús en la cara? ¡Claro que no! La Biblia dice que Pedro salió corriendo para llorar amargamente. ¿Crees que cuando uno está viviendo una vida de pecado en contra de Dios, que podrá verle la cara? ¿Crees que ese individuo está buscando el rostro de Dios? Cuando yo he hecho mal a otra persona, yo más bien me le huyo; no intento buscarle la cara. Para buscar el rostro de Dios, tenemos que ir a su Palabra y ponerla en práctica en nuestras vidas, deseando su compañerismo, intentando con toda nuestra fuerza estar dentro de su voluntad. De esa manera es que buscamos el rostro de Dios. Queremos ver la cara de Dios en las cosas que hacemos, y claro está, que no encontraremos su cara si estamos viviendo en pecado. Nuestro texto nos indica que tenemos que convertirnos de nuestros malos caminos. Eso significa, que tenemos que dejar de actuar como el mundo actúa, y actuar de acuerdo a la manera en que la Biblia nos indica que debemos actuar. Existen muchos estudiantes de la Biblia que no son practicantes de la Biblia. Dios dice que, si deseamos que Él nos escuche, Él tiene que ver un deseo sincero en nosotros de que estamos buscando hacer lo correcto. Él no va a perder su tiempo, escuchando oraciones de personas mal agradecidas, que sólo piensan en sí mismos y que no abusan de la oración, orando únicamente cuando les conviene o cuando desean algo egoísta. ¡No!, Dios no será burlado. Él escuchará las oraciones de personas que tienen un corazón sincero, y que de veras muestran con sus hechos, un deseo de hacer lo que es correcto. Cuando nos hemos humillado ante Dios, reconociéndole como el único quien pude ayudarnos, cuando hemos invocado su nombre, cuando hemos orado buscando su rostro, habiendo dejado nuestra mala manera de vivir, entonces Dios promete escucharnos desde los cielos, perdonar nuestras ofensas en contra suya, y ayudarnos. Dios quiere que haya buena comunicación entre Él y nosotros. Él quiere que tú y yo nos comuniquemos en todo tiempo con Él. Sin embargo, nuestra relación con Él no puede ser como otras relaciones. No puede ser como otras relaciones porque no tenemos la capacidad de engañar a Dios; Él conoce nuestro corazón y no está dispuesto a que nos burlemos de Él. De hecho, no podemos burlarnos de Él, por eso es que Él ha establecido la oración con las condiciones que acabamos de estudiar. Necesitamos orar. Porque es la única manera que podemos comunicarnos con Dios. No podemos agarrar su atención de ninguna otra manera. Personas que dicen que tienen una buena relación con Dios, pero que nunca oran, se equivocan. Podríamos decir que nuestra relación con Dios va en exacta proporción al tiempo que pasamos en oración con Él. Y nuestras oraciones sólo son escuchadas, bajo los términos de Dios, no los términos nuestros. Espero que estos estudios que hemos tenido sobre la oración hayan sido tan beneficiosos a tú vida, como lo han sido a la mía. Yo necesito orar más, sólo así es que podré llegar a ser un verdadero guerrero de Jesús. Yo voy a orar más desde hoy en adelante. Espero que tú hagas lo mismo. Vamos a orar. Padre, gracias te damos por la oración, por la enseñanza de tu Palabra. Nos estamos dando cuenta de muchos cambios que tenemos que hacer. Suplicamos tu ayuda en eso. Ayúdanos a comunicarnos más contigo. Ayúdanos a ser hacedores de tu palabra y no tan solamente oidores. Te lo suplicamos en el nombre de Jesús. Amén.

Otros archivos en esta serie