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¿Por Qué Debo Orar?
Debemos Orar Porque La Oración Es Un Arman Poderosa
Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Dic 15, 2022
Dic 11, 2022
Duración:
00:14:32 Minutes
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Escritura

2 Corintios 10:4-6.

porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, 5 derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo, 6 y estando prontos para castigar toda desobediencia, cuando vuestra obediencia sea perfecta.

¿Por qué debo orar? Ese es el tema escogido para estudiar en esta serie de mensajes. Y conste que ha sido de gran bendición a mi vida personal. Al preparar estos estudios, he tenido que analizar de nuevo mi vida de oración, reconocer algunas fallas que he tenido y rectificarlas. Espero que tú puedas decir lo mismo.   Al pensar nosotros en la oración, nos imaginamos algo que a simple vista se ve inútil. Cuando vemos a otra persona orar, no aparenta estar ejerciendo ningún poder; de hecho, aparenta estar descansando. Y si la quedamos viendo, de repente, hasta a nosotros nos va a dar sueño. Cuando los cristianos pensamos en un servicio de oración, pensamos en algo aburrido. Nosotros queremos cantar y oír un mensaje de fuego y poder, pero orar, eso está al final de nuestra lista de cosas que nos gustan hacer. En los últimos tres estudios, observamos que debemos orar porque es mandato de Dios; que debemos orar porque la oración es algo que a Él le agrada, debido que involucra fe: y que debemos orar para no ser vencidos por el mundo. Y en nuestro estudio hoy, queremos añadir otra cosa. Hoy vamos a ver que necesitamos orar, o, mejor dicho, debemos orar, porque la oración es un arma potente. Hay muchas cosas que no aparenta tener fuerza o valor. Al ir a algunos campeonatos de Karate, he visto a personas que no aparentan tener la fuerza para matar una mosca; luego, los he visto en acción y mi opinión acerca de la fuerza de ellos ha cambiado drásticamente. Una llama de fuego no se ve muy fuerte, se ve suave y apacible; pero cuando te acercas a ella, sientes calor, y si te acercas demasiado, te vas a quemar. Lo mismo podríamos decir de una cuerda o extensión eléctrica. No se ve fuerte ni amenazadora, pero si la tocas, vas a recibir la sorpresa de tu vida; y dependiendo de la cantidad de energía que está conduciendo, puede ser que hasta te prive de la vida. Lo mismo sucede con la oración, se ve insignificante e inútil, pero déjame asegurarte, que tal no es el caso. La oración es una de las armas más potentes que el cristiano tiene a su disposición, y esta es una de las razones por las cuales nosotros debemos orar. Debemos orar porque la oración es un arma sumamente potente, especialmente cuando la persona que la utiliza es francotirador. Para probar que lo que estoy diciendo es correcto, vamos a la Biblia a 2 Corintios, capítulo 10, para leer los versículos 4 al 6. 2 Corintios 10:4-6. Antes de leer estos versículos, déjame explicar que ellos no solo están hablando acerca de la oración, están hablando de todas las armas que el cristiano tiene a su disposición, pero como la oración se encuentra entre las armas del cristiano, entonces estos versículos sí corresponden a ella. Y ahora sí, vamos a leer. 2 Corintios 10:4-6, “porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo”. Nosotros los cristianos, tenemos armas diferentes a las que utiliza el mundo para lograr sus objetivos. Nuestras armas son espirituales, no carnales. Nuestras armas operan bajo la fuerza de Dios. Tienen una potencia sobrenatural, que permite que nosotros, con todas nuestras debilidades, podamos destruir fortalezas que Satanás quiere establecer en nuestras vidas y en las vidas de nuestros seres amados. Y no importa lo que el intelecto tiene que decir en su vasta ignorancia por desconocer lo espiritual. Sus argumentos y orgullo intelectual se derrumban ante la ciencia de Dios, permitiéndole conocer una potencia superior, cuando es atraído por una fuerza sobrenatural o una obediencia a Cristo Jesús, el Rey de reyes y Señor de señores. Tenemos que comprender que existe una gran diferencia entre armas espirituales y armas carnales. La oración tiene tanta potencia debido a que es un arma espiritual. Recuerda que la oración cuando es practicada correctamente no es más que uno ejerciendo su fe en Dios; uno cree que Dios existe. Uno tiene un problema o conoce a otro quien tiene un problema, uno cree que Dios puede resolver ese problema, basándose en principios expuestos por la Biblia, y uno está confiando que Dios responderá al llamado que se le está haciendo. No porque tiene que hacerlo, sino porque Él mismo es quien ha establecido la oración con ese fin. Luego, si Dios le indica a uno algo que puede hacer por sí mismo en la contestación a la oración, uno en obediencia lo hace y la petición es contestada. Si Dios no lo usa a uno, usará a otro, pero el resultado es el mismo. La diferencia entre un arma espiritual y un arma carnal es que la potencia viene de arriba y no de la tierra. La oración es potente porque está conectada a Dios, de lo contrario sería inefectiva. La oración causa tanto dolor a Satanás, sencillamente porque Satanás es un ser espiritual. Un arma física no le hace nada a Satanás. Él se ríe de las personas que hacen comentarios tales como: “Si tuviera el diablo en frente a mí, lo agarraría a patadas”. Él no nos tiene miedo a nosotros. Lo físico, lo carnal es chiste para él. Pero cuando utilizamos un arma espiritual contra él, el asunto cambia. ¿Por qué crees que tanto nos cuesta orar? ¿Por qué crees que podemos estar orando y la mente se nos desvía a un millar de diferentes cosas? Pero si estamos pensando en cosas malas, podemos estar bien concentrados. ¿Por qué crees que cada vez que vas a orar siempre hay interrupciones? Pero cuando otras personas están viendo una telenovela o contando un chiste sucio, nadie les interrumpe. Todo esto sucede porque, cuando oramos de corazón, Satanás es afectado de tal manera que siente gran dolor. Dios está contento porque se está ejerciendo fe, y cuando Dios está contento, Satanás siente disgusto y dolor. En su ser siente convulsiones de odio, envidia y náuseas, y hará todo lo posible por detener la oración a todo costo. En realidad, no me interesa que el científico me explique que yo he inventado a Dios, porque necesito una figura de Padre en mi vida. Y que la oración es la manera en que yo justifico mentalmente que estoy hablando con esa figura de Padre que yo mismo he inventado. Personalmente yo conozco el valor de la oración. He visto el poder de la oración por experiencia propia. Y en cuanto al deseo de tener una figura paternal en mi vida, pues tengo un padre terrenal que ha sido excelente en su trato conmigo como hijo, no tendría yo ninguna necesidad de inventar a otro, para tomar su lugar. Y para información del científico, es Dios quien me buscó a mí y me ha hecho su hijo. También he tenido el placer de orar por personas quienes han tenido este mismo pensar, para ver sus argumentos derribados y verlos arrepentirse de sus pecados, para aceptar a Jesús como Salvador. Hoy son mis hermanos en la fe, y juntos luchamos para engrandecer el reino de nuestro Padre Celestial. La oración es algo que Dios ha puesto a disposición de sus hijos. Es un arma potente que Él desea que utilicemos en todo momento. Por eso es que nos ha dado el mandato de orar sin cesar. Él nos ha dado esta arma porque nos ama. Nos deja indefensos ante nuestro enemigo Satanás, si no nos diera la oración. Nos da un arma con la cual podemos causar un gran dolor. Por el otro lado, Satanás nos dirá que la oración es pérdida de tiempo. Hará todo lo posible para que no pasemos tiempo en oración. Y ¿por qué? Porque él sí conoce el poder de la oración. A él le perjudica, entonces, por su propio bienestar, luchará para que el cristiano no ore. Tú y yo debemos orar. Debemos orar porque por medio de la fe, sabemos que la oración es un arma espiritual que está derribando las fortalezas de Satanás. No debemos dejar de orar simplemente porque no vemos resultados físicos e inmediatos. Recuerda que la oración es potente porque involucra fe, y fe es creer en lo que no se ve, es aceptar la Palabra de Dios. Ya se nos ha acabado el tiempo, así que. Vamos a orar. Padre, gracias te damos por el estudio de hoy. Gracias por recordarnos que la oración es un arma potente. Ayúdanos a llegar a ser francotiradores de la oración. Todo esto, te lo pedimos en el precioso nombre de Cristo Jesús. Amén.

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