Escritura
Hoy terminamos nuestra serie de mensajes sobre excusas que damos para no servir al Señor, espero que todos hayamos aprendido lecciones muy valiosas, hoy llegamos al último mensaje de esta serie. Es fácil para nosotros esperar que otra persona demuestre profunda dedicación al Señor pero no es fácil realizar esa misma dedicación para nuestra propia vida, necesitamos llegar al entendimiento de que una entrega personal a Dios es el corazón de la religión cristiana, el verdadero cristiano reconoce a Dios como su Padre, a Jesús como su Salvador y Señor, esto hace que el cristiano sea un siervo de Dios. Demasiadas veces decimos que deseamos ser entregados a Dios cuando profundamente en nuestros corazones estamos diciendo: "no," alguien me podría decir: "yo nunca haría eso, además Dios nunca me ha llamado a ser pastor, evangelista o misionero," tal declaración me indica que esta persona no entiende en realidad lo que es la vida cristiana, es cierto que Dios selecciona a ciertas personas para trabajos especiales pero cada creyente tiene el llamado a servicio, al corazón de cada creyente llega la pregunta: "¿Quién se consagrará a sí mismo a mí, el Señor?" y Dios espera que cada creyente responda: "Heme aquí, envíeme a mí." Cuánto me alegro de que multitudes de personas respondan con este espíritu pero hay otros que se hacen para atrás, tratando de excusarse de sus responsabilidades para con Dios en servicio, cuando las excusas no son aceptadas algunos se entregan mientras que otros rehúsan obedecer, esa es este acto de rebelión que nos queremos dirigir nosotros en el estudio de hoy, observemos a aquellas personas quienes dicen: "Perdóname Señor y envía a otro."
Otros archivos en esta serie
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(ABMA Honduras)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(ABMA Honduras)
(Lifeword)
(Lifeword)
(Lifeword)
(Lifeword)