Copyright 2016-2019 Lifeword
Una Vida De Plenitud
Una Vida De Plenitud - Parte 2
Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Duración: 00:14:30 Minutes
Listens:
0
Aired on Jun 02, 2020

Escritura

2 Corintios 9:8; Deuteronomio 9:5; Romanos 5:8; Salmo 84:11; Romanos 5:20; Isaías 1:18; 2 Timoteo 2:1; 2 Corintios 12:9; 2 Timoteo 4:16-18; 2 Corintios 12:9-10; 1 Corintios 3:10; 1 Corintios 15:10; 1 Pedro 5:5; 2 Corintios 6:1;

Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra; (2 Corintios 9:8) No por tu justicia, ni por la rectitud de tu corazón entras a poseer la tierra de ellos, sino por la impiedad de estas naciones Jehová tu Dios las arroja de delante de ti, y para confirmar la palabra que Jehová juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob. (Deuteronomio 9:5) Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. (Romanos 5:8) Porque sol y escudo es Jehová Dios; Gracia y gloria dará Jehová. No quitará el bien a los que andan en integridad. (Salmo 84:11) Pero la ley se introdujo para que el pecado abundase; más cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia; (Romanos 5:20) Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana. (Isaías 1:18) Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús. (2 Timoteo 2:1) Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. (2 Corintios 12:9) Alejandro el calderero me ha causado muchos males; el Señor le pague conforme a sus hechos. Guárdate tú también de él, pues en gran manera se ha opuesto a nuestras palabras. En mi primera defensa ninguno estuvo a mi lado, sino que todos me desampararon; no les sea tomado en cuenta. Pero el Señor estuvo a mi lado, y me dio fuerzas, para que por mí fuese cumplida la predicación, y que todos los gentiles oyesen. Así fui librado de la boca del león. Y el Señor me librará de toda obra mala, y me preservará para su reino celestial. A él sea gloria por los siglos de los siglos. Amén. (2 Timoteo 4:16-18) Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte. (2 Corintios 12:9-10) Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica. (1 Corintios 3:10) Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo. (1 Corintios 15:10) Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque: (1 Pedro 5:5) Así, pues, nosotros, como colaboradores suyos, os exhortamos también a que no recibáis en vano la gracia de Dios (2 Corintios 6:1)

¿Habrá alguna llave que abra la puerta a una vida de plenitud? Sí la hay. Segunda Corintios 9:8 nos dice de esta manera, “y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas, todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra”. La llave que abre la puerta a una vida victoriosa es la palabra gracia. Sí, la gracia de Dios es la llave.   La gracia de Dios llega al que no lo merece, por esa razón es que se llama gracia. Gracia es un término que se usa para describir un hecho de bondad, amor y buena voluntad, son hechos de cariño que se extienden a otra persona, aunque la persona tal vez no lo merezca. Gracia es la ayuda bendita de Dios, dada al hombre pecador, la cual lo levanta de su miseria y le da los recursos para vivir una vida de abundancia. La gracia no depende de la justicia que existe en el corazón de quien la recibe (Deuteronomio 9:5). La gracia llega a esas personas que no se la merecen, por eso decimos que es el favor no merecido de Dios al hombre. Romanos 5:8 nos demuestra esa gracia de la siguiente manera, “más Dios muestra su amor para con nosotros en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros”. Tienes esperanza, no importa lo malo que hayas sido, la gracia de Dios está a tu alcance.   La gracia de Dios es suficiente para cada necesidad, el texto dice que poderoso es Dios para que abunde en vosotros toda gracia, ¿cuánta gracia es toda gracia? ¿Cuánta gracia recibes cuando abundas en ella? Varios traductores de la Biblia han buscado la forma de demostrar cuanta gracia existe en este texto, se han expresado de varias maneras, entre ellas están las siguientes: medida que rebosa de todo lo que es bueno; toda clase de bendiciones; todos los recursos que necesitas para tener lo suficiente en una emergencia; todo lo que pudieras desear, provisión de todo lo bueno. Eso me recuerda a la promesa del Salmo 84:11, “porque sólido escudo es Jehová Dios, gracia y gloria dará Jehová. No quitará el bien a los que andan en integridad”. Eso es lo que significa abundar en toda gracia.   Tú me preguntas, ¿pero ¿qué si uno ha pecado en contra de Dios? La Biblia responde en Romanos 5:20, “más cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia”. ¿Qué tan profundo va esa mancha de pecado que tenemos? La gracia de Dios en su perdón va mucho más profunda que esa mancha. En Isaías 1:18 Dios dice, “si vuestros pecados fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana”. El pecado no debe hacer que huyas de Dios, sino que vengas corriendo a Él para recibir perdón. Su gracia es suficiente para el pecado más grave.   La gracia está a nuestro alcance en tiempo de necesidad. Así como una madre amante provee la comida cuando su niño tiene hambre, así nuestro padre provee la gracia cuando la necesitamos. Bajo cualquier circunstancia, el cristiano puede esforzarse en la gracia que es Cristo Jesús (Segunda Timoteo 2:1). Por esa razón, el escritor de la Epístola de Hebreos pudo decir en hebreos 4:16, “acerquémonos pues confiadamente al trono de la gracia para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro”. Dios es especialista en las necesidades del humano, Él nunca se cansa de nosotros. En tiempos de más tribulación Él nos dice, “bástate mi gracia, porque mi poder se perfecciona en la debilidad” (Segunda Corintios 12:9).   ¿Estás pasando por alguna prueba hoy? ¿Estás desesperado con la situación? ¿Te das cuenta de que no tienes la habilidad para encararte solo a tus problemas? Ven a Dios, ven por su ayuda, Él se especializa en casos imposibles y puedes alcanzar su gracia en tiempos de necesidad. La gracia de Dios nos hace capaces en tiempos de desesperación. Consideremos el caso del apóstol Pablo, fue arrestado por predicar el evangelio de Cristo Jesús en el Imperio Romano. La cristiandad había llegado a ser una religión ilegal porque el gobierno quería que todos adoraran al emperador. Pablo fue llevado ante el tribunal de César, el hombre que quería que todos lo adoraran como a Dios. La situación fue tal, que ningún cristiano quería acompañar a Pablo, ni siquiera uno. Después, Pablo escribió en Segunda de Timoteo 4:16-18, “en mi primera defensa, ninguno estuvo a mi lado, sino que todos me desampararon. No les sea tomado en cuenta, pero el señor estuvo a mi lado y me dio fuerzas para que por mí fuese cumplida la predicación y que todos los gentiles oyesen. Así fui librado de la boca del león y el señor me librará de toda obra mala y me preservará para su reino celestial. A Él sea gloria, por los siglos de los siglos, amén”.   El que ha pasado con Dios por muchas tribulaciones y ha encontrado que la gracia de Dios es suficiente, puede decir, “por tanto de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades para que repose sobre mí el poder de Cristo. Porque cuando soy débil, entonces soy fuerte” y dice esto segunda de Corintios 12:9-10.   ¿Has encontrado tú que la gracia de Dios ha sido suficiente en tu tiempo de necesidad? Confía en Él y verás que Él es fiel. La gracia de Dios cubre toda la vida entera de uno, por esa razón el cristiano puede esforzarse en la gracia que es en Cristo Jesús. El anciano salmista escribió en Salmos 84:11, “gracia y gloria dará Jehová. No quitará el bien a los que andan en integridad”. ¡Qué bueno es saber que Dios da de su gracia gratuitamente para que todo lo bueno sea provisto! La gracia de Dios da poder para servir. Pablo atribuyó su éxito en el ministerio del evangelio a la provisión de Dios a través de la gracia, diciendo en Primera de Corintios 3:10, “conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento”, concluye diciendo, “peor por la gracia de Dios soy lo que soy y su gracia no ha sido en vano conmigo. Antes he trabajado más que todos ellos, pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo” (Primera de Corintios 15:10). Y la gracia de Dios te da la habilidad de servirle también a ti.   La gracia de Dios es prometida a los humildes, Primera de Pedro 5:5 dice, “y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad porque Dios resiste a los soberbios y da gracia a los humildes”. La admonición sigue en el versículo 6, “humillaos pues bajo la poderosa mano de Dios, para que Él os exalte cuando fuere tiempo”.   La gracia de Dios puede rendirse sin efecto, Segunda de Corintios 6:1 nos dice, “así pues nosotros, como colaboradores suyos, os exhortamos también que no recibáis en vano la gracia de Dios”. El recibir en vano la gracia de Dios significa tenerlo a nuestra disposición y no aceptar ese hecho. Significa que él nos ofrece su gracia y nosotros no la beneficiamos. Sería como un pecador que recibe el ofrecimiento del perdón de Dios, pero no recibe a Cristo Jesús como su salvador, sería como un santo de Dios que sufre conociendo el consuelo que existe en la gracia de Dios y teniéndolo todo a su alcance pero no lo desea reclamar, eso sí es trágico.   Tú has recibido la gracia de Dios por medio de escuchar este mensaje, tú puedes recibir el perdón de tu pecado, dirección para tu vida, provisión de tus necesidades o cualquier otra cosa que pudieras necesitar para vivir una vida de abundancia. Dios te lo ofrece de acuerdo a las riquezas de su gracia en Cristo Jesús, recíbelo por medio del arrepentimiento y fe en su hijo. Padre, te damos gracias por la gracia que nos has brindado, ayúdanos a confiar en tu palabra, en el nombre de tu hijo lo pedimos, amén.

Otros archivos en esta serie