Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra; (2 Corintios 9:8) El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. (Juan 10:10) Entonces Jehová dijo a Abraham: ¿Por qué se ha reído Sara diciendo: ¿Será cierto que he de dar a luz siendo ya vieja? ¿Hay para Dios alguna cosa difícil? Al tiempo señalado volveré a ti, y según el tiempo de la vida, Sara tendrá un hijo. Entonces Sara negó, diciendo: No me reí; porque tuvo miedo. Y él dijo: No es así, sino que te has reído. (Genesis 18:13-15) ¡Oh Señor Jehová! he aquí que tú hiciste el cielo y la tierra con tu gran poder, y con tu brazo extendido, ni hay nada que sea difícil para ti; (Jeremías 32:17) He aquí que yo soy Jehová, Dios de toda carne; ¿habrá algo que sea difícil para mí? (Jeremías 32:27) no que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios, (2 Corintios 3:5) Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; (1 Corintios 1:26) para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor. (1 Corintios 1:31) Porque los ojos de Jehová contemplan toda la tierra, para mostrar su poder a favor de los que tienen corazón perfecto para con él. Locamente has hecho en esto; porque de aquí en adelante habrá más guerra contra ti. (2 Crónicas 16:9) porque no hay acepción de personas para con Dios. (Romanos 2:11) Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús. (Filipenses 4:19) Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo. Entonces los judíos contendían entre sí, diciendo: ¿Cómo puede éste darnos a comer su carne? Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. (Juan 6:51-54)

La vida parece estar llena de escasez, no tenemos el tiempo que deseamos para hacer las cosas. No tenemos suficiente dinero para comprar todo lo que queremos, no tenemos suficiente paciencia para aguantar todo lo que experimentamos. Necesitamos más de esto y más de lo otro, pero hay un área en la que el cristiano encuentra que él tiene todos los recursos que necesita para satisfacer sus necesidades y deseos, hay suficientes recursos para vivir una vida de plenitud en Dios.   Dios desea que sus hijos vivan en triunfo y victoria, Él ha provisto todo para esto se lleve a cabo. Segunda de Corintios 9:8 dice, y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia a fin de que teniendo siempre todas las cosas, todo lo suficiente, abundéis para todas buena obra”. Es importante que consideremos ese texto, es una explicación parcial de las palabras de Jesús en Juan 10:10, “yo he venido para que tengan vida y para que la tengan en abundancia”. Yo propongo que examinemos cuidadosamente este texto para aprender 5 verdades que nos ayudarán a vivir una vida de plenitud en Cristo Jesús.   Notemos que Segunda de Corintios 9:8 comienza con las palabras “poderoso es Dios”, ese es el primer principio. Podríamos decir lo siguiente: Dios es la fuente de una vida de plenitud. Puede ser que yo no pueda existir con los recursos propios, pero Dios es poderoso para hacer de mi vida una vida significante y llena de plenitud. ¿Qué nos enseña la Biblia en cuanto a las habilidades de Dios? Cuando Dios prometió que Abraham y Sarah tendrían un hijo, aun siendo ellos ya pasados de edad, Sara se rió en su corazón. Dios dijo a Abraham En Génesis 18:13-15, “¿Por qué se ha reído Sarah? ¿Hay para Dios alguna cosa difícil? Sarah tendrá un hijo”.   Esa misma verdad es repetida por el profeta Jeremías, el oró a Dios reconociéndole como el creador de todo lo que existe y concluyó su oración con estas palabras, “ni hay nada que sea difícil para ti” (Jeremías 32:17). Dios prometió escuchar la oración de Jeremías y hacer su gran trabajo en el mundo diciendo, “he aquí, yo soy Jehová, Dios de toda carne, ¿habrá algo que sea difícil para mí?” (Jeremías 32:27). Estamos tratando con un Dios infinito, Él es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantes de lo que pedimos o entendemos según el poder que actúa en nosotros, su poder es capaz de hacer lo que la mente humana ni siquiera puede concebir. Segunda de Corintios 9:8 dice, “y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia a fin de que teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra”. No que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios (Segunda de Corintios 3:5). Este texto solo declara una verdad que ya sabemos, no podemos tomar crédito por las cosas buenas que nosotros hacemos, no calificamos para hacer el bien con los recursos propios, nosotros dependemos de Dios, ¿por qué es así? Según Primera de Corintios 1:26 al 31, son pocos los sabios según la carne, poderosos y nobles, los que son llamados para servir a Dios. Se nos enseña que Dios ha escogido a los necios del mundo para avergonzara los sabios, y a los débiles para avergonzar a los fuertes, y lo vil y lo menospreciado, y lo que no es para deshacer lo que es a fin de que nadie se jacte en su presencia. ¿Cómo es que posible que personas como las que acabamos de mencionar puedan vivir vidas llenas de victoria? La respuesta es Cristo Jesús, Él nos ha hechos sabiduría de Dios, justicia, santificación y redención. No somos capaces nosotros mismos, pero somos suficientes en lo que Dios nos ha provisto por medio de Cristo Jesús. Cuando la Biblia dice, “y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia”, ponga énfasis en la palabra “vosotros”, piense en eso. Tú puedes vivir diariamente bajo la provisión de Dios, una vida victoriosa y plena. Según Segunda de Crónicas 16:9, “los ojos de Jehová contemplan toda la Tierra, para mostrar su poder a favor de los que tienen corazón perfecto para con Él. Él busca a las personas de corazón perfecto para manifestar en ellos su poder”.   ¿Sientes una necesidad de la ayuda de Dios en tu vida? Tú puedes recibir esa ayuda, Romanos 2:11 dice que no hay acepción de personas para con Dios. Dios no tiene a sus favoritos a quienes Él ayuda dejando abandonados a los demás, es todo lo contrario. Tito 2:11 nos dice “porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación, a todos los hombres”. Si tú eres una persona que tiene necesidad, tú eres una persona a quien Dios desea ayudar, no importa la necesidad. Filipenses 4:19 dice, “mi Dios pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús”, ¿entendió eso? Todo lo que os falta, no importa que sea, Él provee conforme a sus riquezas en gloria y esas riquezas van más allá de nuestra imaginación, los recursos de esas riquezas son siempre por medio de Cristo Jesús. Tú puedes confiar en Dios, quien se ha revelado a sí mismo por medio de Cristo Jesús, y Él se hará cargo de tu vida, el resultado será que tú siempre tendrás todo lo suficiente para abundar en buenas obras. Ese principio responde a la pregunta, ¿si el poder de Dios está a la disposición de cualquier persona, por qué no estoy experimentándole en mi propia vida? Tienes que apropiarte de lo que Dios ha provisto por medio de la fe. Supongamos que tú tienes hambre y te sientes en una mesa que tiene todo lo que tú pudieras desear para comer. No es suficiente que la comida esté a tu alcance; tendrás que comer y digerir la comida para que te sea de provechoso físico. No es suficiente que Dios provea todo lo que necesitamos, tenemos que recibir lo que Dios ha provisto. Jesús dijo de esta manera en Juan 6:51-54, “yo soy el pan vivo que descendió del cielo, si alguno comiere de este pan vivirá para siempre. Desierto, desierto te digo, si no coméis y bebéis no tendréis vida en vosotros. El que come y bebe tiene vida eterna y yo le resucitaré en el día postrero”. Jesús usó los términos “comer” y “beber” en referencia a sus recursos, y el recibirlos por medio de la fe. Eso significa que nosotros confiamos en Él para suplir todas nuestras necesidades y Él nos provee porque nosotros estamos confiando en Él, eso es vivir por medio de la fe.   No es fácil caminar por la fe, uno de los discípulos de Jesús llamado Simón Pedro, vio a Jesús caminar sobre las aguas y le pidió permiso al señor de ir al Él, Jesús le dijo que estaba bien. Pedro salió de la barca y actualmente caminó sobre las aguas hacia Jesús. No era cosa fácil confiar en Jesús lo suficiente para salirse de la seguridad de la barca y caminar sobre las aguas hacia Él, pero lo hizo, ¿y tú, estás dispuesto a confiar en Cristo hoy? ¿Confías en Él para cuidar de tu destino eternal? Recíbele hoy como tu único y suficiente salvador. Padre, te pido que ayudes a mis amigos a reconocer que la salvación está al alcance de ellos, y que lo único que tienen que hacer es arrepentirse de sus pecados y recibir a Jesús como el salvador de sus almas, en el nombre de Jesús te lo pido. Amén.