Copyright 2016-2019 Lifeword
Una Vida De Plenitud
Una Vida De Plenitud - Parte 3
Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Duración: 00:14:30 Minutes
Listens:
1
Aired on Jun 03, 2020

Escritura

2 Corintios 9:8; Hechos 1:8; Efesios 3:20; 2 Corintios 12:9-10; Gálatas 2:20; Mateo 28:20; Hebreos 13:5; Deuteronomio 31:6; Josué 1:5; 2 Crónicas 20:20; Hebreos 13:6; 1 Corintios 10:13; 1 Corintios 15:57; Tito 2:11-14; Juan 10:10

Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra; (2 Corintios 9:8) pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. (Hechos 1:8) Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, (Efesios 3:20) Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte. (2 Corintios 12:9-10) Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, más vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. (Gálatas 2:20) enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén. (Mateo 28:20) Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré; (Hebreos 13:5) Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará. (Deuteronomio 31:6) Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé. (Josué 1:5) Y cuando se levantaron por la mañana, salieron por el desierto de Tecoa. Y mientras ellos salían, Josafat estando en pie, dijo: Oídme, Judá y moradores de Jerusalén . Creed en Jehová vuestro Dios, y estaréis seguros; creed a sus profetas, y seréis prosperados. (2 Crónicas 20:20) de manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi ayudador; no temeré Lo que me pueda hacer el hombre. (Hebreos 13:6) No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar. (1 Corintios 10:13) Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo. (1 Corintios 15:57) Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras. (Tito 2:11-14) El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. (Juan 10:10)

Segunda de Corintios 9:8 es un teto que debiéramos saber de memoria, “y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que teniendo siempre en todas las cosas, todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra”. Vale la pena repetirlo una y otra vez, porque en ese texto duermo el secreto de una vida de plenitud y victoria. Por lo consiguiente, estamos usando ese texto en referencia a nuestra discusión “Una Vida de Plenitud”. Las grandes verdades de ese versículo son las siguientes: (1) Dios es el recurso de una vida de plenitud, poderoso es Dios. (2) La gracia es la llave a una vida de plenitud, poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia. Y ahora llegamos a la tercera gran verdad, (3) Tú, eres el recipiente de la provisión de Dios para una vida de plenitud y victoria. Esa verdad es motivo de gran gozo. Dios ha provisto todos los recursos necesarios para que puedas vivir en una vida victoriosa y lo ha hecho por medio de su gracia y no basado en los méritos que tú tienes, y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia. Créelo y regocíjate. El poder de Dios es activo en el hombre para producir una vida de victoria. Jesús prometió, “pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el espíritu santo y me seréis testigos” (Hechos 1:8). Esa promesa es tan personal, recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el espíritu santo y me seréis testigos. Es como si Jesús estuviera hablando contigo personalmente. El poder de Dios que actúa en la humanidad es un poder que va más allá de nuestra imaginación. Observemos lo que dices Efesios 3:20 en cuanto al poder de Dios, “y a aquel que es poderosos para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos y entendemos, según el poder que actúa en nosotros. El poder no está en cómo hacer nuestro ese poder o como obtenerlo, el poder ya está en nosotros porque el espíritu santo vive en nosotros, nosotros debemos estar interesados en limpiar por completo nuestras vidas de todo lo malo y de ser llenos constantemente del espíritu, entonces el poder de Dios será activo en nuestras vidas. Una verdad animadora es que el poder de Dios está a la disposición para remediar la debilidad el hombre. Dios dijo al apóstol Pablo, “bástate mi gracia porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Pablo respondió, por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades para que repose sobre mí el poder de Cristo por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias. Porque cuando soy débil entonces soy fuerte” (Segunda de Corintios 12:9-10). Ese es el mismo poder de Dios que tú tienes a tu disposición, el cual te da la fuerza de vivir una vida de plenitud y de bendición en este mundo. El poder de Dios está activo en el hombre porque la vida de Dios se está llevando a efecto en la vida de aquellos que han recibido a Cristo. El ser un cristiano es tener la vida de Dios en tu cuerpo mortal, es tener la experiencia de la vida eterna desde ahora en esta vida y aún después de muchos años de estudiar la Biblia, me quedo siempre asombrado de esta verdad. Gálatas 2.20 dice, “con Cristo estoy juntamente crucificado y ya no vivo yo, más vive Cristo en mí y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del hijo de Dios, el cual me amó y se entregó así mismo por mí”. Cuando una persona se arrepiente de sus pecados y recibe a Cristo como su salvador, él llega a ser un miembro de Cristo. Así como tu mano es miembro de tu cuerpo, así llega uno a ser miembro de Jesús. La vida de Dios comienza a fluir a través de tu espíritu, así como fluye tu vida humana a través de tu mano. Desde ese momento, la vida de Dios y el poder de Dios estén en ti. Esa no es una experiencia temporal, ni depende tampoco de nuestras emociones humanas; es una realidad y un hecho bendito y continúo. Dios ha prometido estar con nosotros para siempre según Mateo 28:20. Él dijo en Hebreos 13:5, en Deuteronomio 31:6 y en Josué 1:5, “nunca te dejaré ni te desampararé”. Dios es fiel a su palabra, cada palabra que Dios pronuncia es cierta, tú debes confiar en Él con toda tu confianza. Él nunca hace promesas para después quebrarlas. Segunda de Crónicas 20:20 dice, “creed en Jehová vuestro Dios y estaréis seguros, creed a sus profetas y seréis prosperados”. Hebreos 13:6 dice, “el señor es mu ayudador, no temeré lo que me puede hacer el hombre”. La victoria de Dios es para el hombre, eso no significa que nunca tendremos tribulaciones; las tribulaciones y las pruebas vendrán, pero Dios ha prometido salvarnos en las tribulaciones, no de las tribulaciones. Él ha prometido estar con nosotros cuando las pruebas nos vienen. Primera de Corintios 10:13 dice, “nos os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana, pero fiel es Dios que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida para que podáis soportar”. ¡Eso sí es promesa! Las tentaciones y las pruebas vendrán y vienen a todas las personas que viven en el mundo, pero el Dios que se ha revelado así mismo por medio de Cristo Jesús, está de nuestro lado. Él es totalmente digno de nuestra confianza, Él nunca permitirá que la tentación sea más grande de lo que podamos soportar. Al contrario, Él le da la salida con cada tentación que se nos viene para que podamos ser victoriosos. Podemos regocijarnos en lo que está dicho en Primera de Corintios 15:57, “más gracias sean dadas a Dios que nos da la victoria por medio de nuestro señor Jesucristo”. Dios mismo nos da la victoria por medio de Cristo Jesús. ¿Puedes aceptar esa verdad por medio de la fe sin que haya prueba evidente hasta este punto en tu vida? Si lo haces, tomarás el primer paso a una vida de gozo y victoria en el señor. La ayuda de Dios está al alcance de cada hombre. Tito 2:11-14 nos dice, “porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, enseñándonos que renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y salvador Jesucristo, quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras. ¿A quiénes ha aparecido la gracia de Dios? A todos los hombres. Dios nos da su gracia, su ayuda está al alcance de cada persona. Tú puedes vivir en victoria espiritual si tu fe está puesta en Cristo Jesús. “Jesús vino para que tuviéramos vida en abundancia” (Juan 10:10). El ser cristiano es una maravillosa experiencia de comunión a diarias con Dios, trae la gloria del cielo al morir y una vida de plenitud mientras vivimos sobre la tierra. La gracia de la salvación es para ti también, mi amigo. Tú no eres una excepción. Tú eres el objeto personal de su amor y el beneficiario de su provisión. Yo te pido que aceptes lo que Dios te ofrece por medio de la fe. Cree en Él, arrepiéntete de tus pecados y pídale perdón, pida al señor Jesucristo que entre en tu corazón y que sea el señor de tu vida. Si haces esto, jamás te arrepentirás de haberlo hecho, ¿por qué no lo haces en estos momentos? Padre, yo te pido que ayudes a mis amigos a recibir lo que tú has provisto por ello, ayúdeles a confiar en ti y a recibir a Cristo en estos momentos. En el nombre de Jesús te lo pido, Amén.

Otros archivos en esta serie