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Un Minuto De Vida
La Culpa
Pastor - Dagoberto Deza
(Iglesia Bautista La Familia De Dios )
Aired on Ago 08, 2025
Ago 06, 2025
Duración:
00:05:02 Minutes
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Escritura

Mateo 23:13

“Pero, ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres, pues ni vosotros entráis, ni dejáis entrar a los que están entrando”.

Me acaban de diagnosticar problemas con la próstata, y mi esposa me acusa que es porque seguramente yo tengo relaciones sexuales con otras personas. Eso no es verdad y, sin embargo, no sé porque me siento culpable. Mire, la raíz de la culpa no siempre es por haber cometido una falta o pecado. Muchas personas han crecido con padres o profesores que les hacían sentir culpables por cualquier cosa que a ellos les perecía que se hizo mal. Eso instalo una culpa crónica. Sin embargo, eso de relacionar una enfermedad con un pecado es muy antiguo y si uno no tiene la madurez suficiente, puede hacer y hacerse mucho daño en el alma. El libro de Job, nos menciona a un Job muy sufrido y sus íntimos amigos no dudaron en culparlo de su desgracia, uno de sus amigos le dice: “Recuerda ahora, ¿quién siendo inocente ha perecido jamás?” y todos sus amigos repetían lo mismo. Ellos estaban seguros que Job estaba sufriendo porque escondía un pecado, y todos sabemos que eso no era verdad. En el mundo cristiano predomina mucho ese pensamiento, cuando algún hermano padece alguna enfermedad los cristianos puritanos y “doctores de la ley cristiana” suelen sospechar de algún pecado que se relacione con esa enfermedad en particular. Si es Próstata, “ha, es un promiscuo”, si es hígado graso, “ha, es un glotón es el pecado de la gula”, si presión alta, ha, seguro es un iracundo, si es catarata, oh es un mirón y pornográfico, etc. etc. Los puritanos tienen clasificado cada enfermedad con algún pecado. Eso espanta a las personas para abrazar el evangelio, será por eso que nuestro Señor dijo: “Pero, ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres, pues ni vosotros entráis, ni dejáis entrar a los que están entrando”. Cuantos cristianos han padecido depresión y ansiedad porque se sentían señalados y apuntados por padecer una enfermedad, esto no quiere decir que no puede haber un caso así, solo que son muy pocos. La Biblia nos dice: “No juzguéis por la apariencia, sino juzgad con juicio justo”. Juzgar con justo juicio es tener los dos expedientes frente a uno, estudiarlos y dar un veredicto justo. Debemos juzgar a las personas tal como uno desea ser juzgado. La Biblia nos dice: “Porque con el juicio con que juzguéis, seréis juzgados; y con la medida con que midáis, se os medirá”. Recuerdo el caso de una niña de 12 años que salió embarazada, sus padres la castigaron y la condenaron, su entorno la acuso, y al final se probó contundentemente que fue un contacto en un sanitario donde ella se sentó. No saquemos conclusiones antes de tiempo, siempre demos la oportunidad a la persona que pueda explicar su caso. La Biblia nos conmina a desechar lo malo y nos dice: “Por tanto, deseche toda malicia y todo engaño, e hipocresías, envidias y toda difamación…” ¡¡QUE DIOS ME LOS BENDIGA!! “Las enfermedades generalmente vienen porque estamos vivos, no porque estamos pecando” Dago

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