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Lo Que Significa Haber Aceptado A Cristo
Que No Eres Mas De Este Mundo
Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Jul 29, 2022
Jul 21, 2022
Duración:
00:14:32 Minutes
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Escritura

Juan 15:18 y 19; 1 Corintios 2:14.

Si el mundo os aborrece, sabed que a mí me ha aborrecido antes que a vosotros. 19 Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece. Juan 15:18 y 19 Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. 1 Corintios 2:14

“Si el mundo os aborrece, sabed que a mí me ha aborrecido antes que a vosotros. Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece”. Esas palabras fueron dichas por Jesús en Juan 15:18 y 19 y son el tema que vamos a discutir hoy, muchos hermanos al recibir a Jesús salieron corriendo con la buena noticia de que habían encontrado perdón para sus pecados, que Dios les había dado vida eterna y que ya no estaban bajo condenación, entregaron esta noticia a sus padres, sus compañeros, sus hermanos carnales y sus mejores amigos pero en vez de encontrar comprensión se vieron con una actitud de yoquepierdismo, en vez de encontrar alegría algunos se toparon con enojo e incredulidad, ¿por qué no pudieron comprender la situación? Porque la situación era espiritual y una persona que no ha nacido espiritualmente no puede comprender, escucha lo que dice 1 Corintios capítulo 2 versículo 14: “Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente”. Uno entra contando que ha nacido otra vez que Jesús ha entrado en su corazón y que ha lavado los pecados de uno en su sangre, que uno ya no va a ir al infierno porque es hijo de Dios y aquellos lo vuelven a ver silenciosamente especulando en sus mentes el pensamiento de llamar al manicomio, debemos comprender que ellos no pueden entender pues aún no han nacido a nuestro mundo, nuestro mundo es espiritual y es desconocido por ellos. En esta serie de estudios sobre lo que significa haber aceptado a Cristo hemos visto que suceden una cadena de cosas en el preciso momento de invitar a Jesús entrar a nuestro corazón, aceptándole como nuestro único y suficiente Salvador. Hemos visto que, además de ser salvos, nacemos a la familia de Dios, recibimos una herencia celestial, nos constituimos enemigos de Satanás y recibimos una doble naturaleza, una naturaleza carnal y otra espiritual, hoy quiero que observemos otra cosa que sucede: dejamos de ser de este mundo. Cuando aceptamos a Cristo en nuestro corazón dejamos de ser del mundo y pasamos nuestra ciudadanía a los cielos, de donde es nuestro Salvador y Padre celestial. Quiero que leas conmigo las palabras de Filipenses capítulo 3 versículo 18 al 21 y después haremos unos comentarios: “Porque por ahí andan muchos, de los cuales os dije muchas veces, y aun ahora lo digo llorando, que son enemigos de la cruz de Cristo; el fin de los cuales será perdición, cuyo dios es el vientre y cuya gloria es su vergüenza; que sólo piensan en lo terrenal. Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas”. Lo primero que debemos ver en esos versículos es que los del mundo son enemigos de la cruz de Cristo, no es que desean ser enemigos lo que pasa es que han tomado lados, uno no puede servir a dos señores y al tomar lado con el mundo uno se pone en contra de Cristo, de hecho, el fracaso del hombre es amar más las cosas del mundo que las cosas de Dios. Quiero que leamos algunos versículos de la Biblia para confirmar esta realidad, si vamos al libro de Santiago capítulo 4 versículo 4 encontraremos las siguientes palabras: “¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios”. Si deseamos saber por qué la respuesta es simple, el mundo entero está bajo la autoridad de Satanás. 1 Juan 5:19 nos dice: “Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el maligno”. Por eso es que nosotros ya no somos del mundo, nosotros no estamos bajo el maligno, nosotros somos hijos de Dios, lamentablemente muchos creyentes en Cristo no se dan cuenta de esta verdad o están ignorando las enseñanzas del Padre, digo esto porque veo a muchos haciéndose tesoros aquí como si este fuera el lugar donde vamos a pasar la eternidad, si tú eres uno de esos hermanos tengo noticias para ti, Mateo 6:19-21 dice: “No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón”. Mi hermano, este mundo va a pasar y todo lo que hay en este mundo será destruido, tú y yo debemos estar luchando por la causa de Cristo aquí y no por ganancia personal. ¿Qué vamos a padecer tribulación? Pues, claro que sí, estamos en una guerra, el mundo es nuestro campo de batalla y estamos tratando de engrandecer el reino de nuestro Señor. 2 Corintios 4:16-18 nos anima diciendo: “Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día. Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; no mirando nosotros las cosas que se ven, pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas”. Nosotros estamos luchando por lo espiritual, por lo que no se ve y hacemos esto porque esto es lo que realmente importa, esto es lo eterno, tenemos que convencer al mundo de esta verdad, pero cuando los creyentes están acumulando tesoros acá en la tierra es difícil convencer al mundo, los cristianos dicen una cosa, pero hacen otra y por tomar este proceder uno se convierte en enemigo de la cruz pues, no está viviendo la verdad, está viviendo como hipócrita. Los que hemos recibido a Cristo como Salvador hemos renunciado a nuestra ciudadanía terrenal y ahora nuestra ciudadanía está en los cielos, en nuestra patria celestial, nuestros ojos ya no están puestos en las cosas del mundo, ni siquiera nos llaman la atención, ¿por qué? Porque sabemos que todo lo que hay en la tierra es momentáneo, todo lo que hay aquí es temporal, nuestros cuerpos físicos son temporales, nuestros edificios son temporales, todas las cosas se ven son temporales pero lo espiritual, lo que no se ve con el ojo físico, esas cosas son eternas, todo lo que tenemos nosotros, los hijos de Dios, no es de este mundo, todo lo que tenemos nosotros está con nuestro Padre. Colosenses 3:1-5 dice: “Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con Él en gloria. Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros”. Me imagino que la gran pregunta que quieres hacer en estos momentos es: “si no somos del mundo, ¿qué estamos haciendo aquí?”, te repito el mundo es nuestro campo de batalla, cada creyente tiene un trabajo que hacer aquí para engrandecer el reino de Dios, así como nuestro Señor vino a cumplir una misión a la tierra así también nosotros tenemos una misión y nuestra misión es hacer discípulos, mientras que luchamos, Satanás tratará de distraernos con las cosas de este mundo, por eso es que debemos hacer morir lo terrenal en nosotros, no debemos ser distraídos en nuestra misión, el Señor nos ha entregado una responsabilidad y debemos cumplir con nuestra tarea, nuestra responsabilidad. Con esto llegamos a la conclusión de otra serie de mensajes, para aquel que pensaba que solo recibir a Cristo solo salvaba su alma del infierno solo puedo decirle que no es cierto, como hemos visto en los pasados cinco estudios la persona que acepta a Cristo nace a la familia de Dios, obtiene una herencia celestial, se constituye enemigo de Satanás, obtiene una doble naturaleza y cambia de ciudadanía, así que al aceptar a Jesús causa una cadena de eventos en la vida de uno. Espero que hayas disfrutado de estos estudios, yo sí me he gozado en compartir lo que Dios me ha enseñado con ustedes. Hermano, espero que te has dado cuenta de la necesidad de luchar por lo espiritual pues, todo lo que hay aquí se acabará, menos mal que no somos ya más de este mundo. Vamos a orar. Padre, gracias te damos por llamarnos tus hijos y por preparar en nosotros un lugar en los cielos donde podremos morar contigo por toda la eternidad, recuérdanos que estamos aquí para servirte, recuérdanos de que nuestra vida en el mundo es corta y que las cosas terrenales pronto se acabarán, recuérdanos porque te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.

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