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Lo Que Significa Haber Aceptado A Cristo
Que Tienes Una Herencia Celestial
Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Jul 26, 2022
Jul 21, 2022
Duración:
00:14:32 Minutes
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Escritura

Mateo 16:26; Juan 1:12 y 13.

Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma? Mateo 16:26 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; 13 los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios. Juan 1:12 y 13

En nuestro pasado estudio vimos que los que hemos recibido a Jesús en nuestros corazones fuimos hechos hijos de Dios por medio de nacer espiritualmente a su familia, dicho nacimiento fue realizado por el Espíritu Santo de Dios quien entró en nuestro espíritu humano dándonos vida en el preciso momento en que invitamos a Jesús entrar en nuestro corazón. Ser hijos de Dios es algo que nuestra mente difícilmente puede comprender pero es verdad, si tú tienes a Cristo en tu corazón eres hijo de Dios, claro está que como hijos de Dios tendremos responsabilidades divinas y bastantes difíciles de ejecutar pero al mismo tiempo las bendiciones y beneficios de ser hijos de Dios son tantas que lo difícil de las responsabilidades se vuelven bastante insignificantes, para entender lo que acabo de decir vamos a suponer que yo te dijera que tendrías que servirme por cinco años comiendo pan y agua, durmiendo en el suelo y haciendo todo lo que te ordeno, limpiar servicio sanitario, tirar basura, lustrar mis zapatos y cualquier otra cosa que te dijera, tu reacción a tal oferta me imagino que será negativa pero espera, el asunto es que después de servirme por cinco años yo te voy a convertir en un multimillonario, claro, ahora la cosa cambia, el servirme por cinco año se vuelve insignificante ante la oferta de ser multimillonario, muchas personas miran sus responsabilidades cristianas como una gran carga pero al comparar la carga con los beneficios lo anterior da risa y no cambiaría mi puesto con nadie en el mundo, lo que Dios me ha dado en Cristo Jesús sobrepasa el valor de cualquier tesoro que el diablo y este mundo pudieran ofrecerme, por eso es que Mateo 16:26 dice: “Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?”. Vamos a ver dos beneficios que recibimos al nacer a la familia de Dios, el primer beneficio es vida eterna, el segundo beneficio es una heredad celestial. Observemos estos dos beneficios así en este orden, el día que acepté a Cristo Dios me dio vida eterna, es muy importante que comprendamos esta verdad, muchos hermanos en la fe no viven victoriosamente en el mundo porque tienen miedo de que van a perder su salvación, por algún motivo ellos piensan que la salvación es algo que ellos se han ganado y que tienen que seguir ganándola, conste que el nacer de Dios no es algo que uno hace sino algo que Dios mismo hace, uno recibe a Jesús como Salvador pero es Dios quien envía su Espíritu Santo y hace que el individuo nazca a su familia, recordémonos de Juan 1:12 y 13: “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”, ahora, pon mucha atención a lo siguiente: “los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón sino de Dios”. Esta vida eterna que uno recibe es precisamente lo que indica su significado: vida para siempre. No es vida de un día, de un mes, de un año sino vida eterna, no es algo que uno tiene hasta que vuelve a pecar, si tal fuera el caso no sería vida eterna, si tal fuera el caso no es Jesús quien salva sino uno mismo por medio de buenas obras o por medio de cumplir con reglamentos. Efesios 2:8 y 9 es claro en enseñarnos que la salvación (vida eterna) es un regalo de Dios y no se puede ganar por medio de obras, escucha: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras para que nadie se gloríe”. Romanos 8:1 dice: “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús”. Los que no andan conforme a la carne sino conforme al espíritu y escucha lo que dice el versículo 2: “Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte”. En realidad la parte de ti que ha nacido de Dios ni siquiera puede pecar, sí, tú oíste bien, yo dije que la parte de ti y que tiene vida eterna, la parte que nació de Dios, no puede pecar, nos profundizaremos en esto en otro estudio de esta serie sobre nuestra doble naturaleza pero para no dejarte en el aire te quiero leer un versículo que se encuentra en 1 Juan 3:9, dice: “Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en Él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios”. Y esa parte de nosotros que ha nacido de Dios es la parte que tiene vida eterna, todo cristiano creyente en Cristo puede regocijarse de esta verdad, al recibir a Jesús recibimos la vida eterna que Dios ofrece a todos los que reciben a su hijo. Romanos 6:23 nos enseña que “la paga del pecado es muerte, mas la dádiva o el regalo de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”. Jesús mismo dijo en Juan 3:36: “El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él”. Otro beneficio que recibimos al aceptar a Cristo es que somos herederos de todo el cielo, por muy pobres que seamos aquí en la tierra tal no será nuestro estado celestial, escucha lo que dice Gálata 4:7: “Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo”, si Dios nos amó tanto que estuvo dispuesto a morir por nosotros, ¿no crees que tiene algo bueno para nosotros? Yo te digo que Dios nos dará todas las cosas del cielo, somos sus hijos y Él quiere darnos todo, Romanos 8:32 dice: “El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con Él todas las cosas?”. Antes de ascender al cielo Jesús miró que sus discípulos estaban un poco afligidos debido a que Él les había anunciado que se iría al Padre, al ver la tristeza de ellos Jesús les dijo las siguientes palabras que se encuentran en Juan 14:1-3, les dijo: “No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay, si así no fuera yo os hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis”. Jesús mismo quiere que estemos con Él, Él desea compartir lo que tiene con nosotros, Jesús tiene un amor tan especial por nosotros que vino a morir por nosotros y actualmente se encuentra en el cielo preparando un lugar muy especial para nosotros, nuestro Señor es creador de todo lo que existe, Juan 1:3 nos dice que “Todas las cosas por Él fueron hechas, y sin Él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. ¿Te puedes imaginar? Si has observado alguna vez la puesta o la salida del sol, si has visto la magnificencia de una catarata de aguas, si has contemplado la hermosura de un jardín de flores silvestres, imagínate cómo será el cielo y como hijos de Dios todo eso nos espera, es nuestra herencia. Quizás quieras leer un poco más acerca del cielo y lo que hay ahí, puedes encontrar algo muy bello, una descripción de ello en Apocalipsis capítulos 21 y 22, lástima que no tengamos tiempo hoy para compartir más sobre el asunto. Quiero terminar el estudio de hoy con las palabras de Romanos 8:16-18, creo que esta cita nos da un buen resumen de lo que hemos estudiado hoy, Romanos 8:16-18 dice: “El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con Él, para que juntamente con Él seamos glorificados. Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse”. Yo, así como Josué en tiempos del Antiguo Testamento te digo: “Si mal os parece servir a Jehová, escoged hoy a quien sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová”. Espero que esta es la decisión que has tomado tú, si no estás cometiendo un grave error porque estás viviendo abajo del nivel que Dios desea para ti, hermano, no permitas que Satanás te engañe, sirve a tu Padre celestial, eres un hijo de Dios. Vamos a orar. Padre, gracias por el amor que nos has mostrado, es un placer servirte, lo que suframos aquí por la causa de Cristo en ninguna manera podría merecer lo que nos tienes preparado en el cielo, te pedimos que mantengas nuestra vista en nuestra morada celestial donde está nuestro Señor pues así podremos aguantar cualquier cosa que Satanás deseara lanzarnos, te lo pedimos en el nombre de Jesús para tu honra y tu gloria. Amén.

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