No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia. (Isaías 41:10) Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza. (Marcos 4:39) Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. (Filipenses 4:7) El que cree en el Hijo de Dios, tiene el testimonio en sí mismo; el que no cree a Dios, le ha hecho mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo. (1 Juan 5:10) Pero el que duda sobre lo que come, es condenado, porque no lo hace con fe; y todo lo que no proviene de fe, es pecado. (Romanos 14:23) Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo; (Hebreos 3:12) Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos. (Isaías 6:5) Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas; (Lucas 21:25) He aquí Dios es salvación mía; me aseguraré y no temeré; porque mi fortaleza y mi canción es JAH Jehová, quien ha sido salvación para mí. (Isaías 12:2) (Salmos 139) Ahora, así dice Jehová, Creador tuyo, oh Jacob, y Formador tuyo, oh Israel: No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú. Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti. (Isaías 43:1-2) Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo. (2 Timoteo 2:19)

La palabra personal de Dios para ti que vives en medio de una crisis es esta “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.” Isaías 41:10. Estas son palabras que nos llenan de seguridad, debieran tener el mismo efecto que tuvieron las palabras de Jesús cuando dijo a la tempestad en Galilea “calla, enmudece”; dice Marcos 4:39 que al haber hablado Jesús esas palabras ceso el viento y se hizo grande bonanza. Que efecto tiene sobre ti las palabras de Dios cuando Él te dice “No temas, no desmayes” debiera traer paz a tu corazón según Filipenses 4:7. Si una paz que sobrepasa todo entendimiento, Dios dice “No temas”. Tú podrías responder ¿Por qué no? Existen tres razones por las cuales el hombre no debiera tener temor hoy día. Vamos a considerarlas una por una: El hombre no debiera temer porque el temor y la duda es pecado. Sí, me oíste bien es pecado estar lleno de dudas y temores piensa en lo serio que es dudar de Dios podríamos dudar de nosotros mismos porque somos finitos y sujetos al fracaso podríamos dudar de nuestros compañeros porque son débiles y sujetos al error, pero que error más grave es el de dudar de Dios es pecado dudar de Dios la Biblia nos amonesta “el que no cree a Dios le ha hecho mentiroso” I Juan 5:10. Que pecado peor podría el hombre cometer, Romanos 14:23 nos enseña un principio solemne “todo lo que no proviene de fe es pecado”. Dios tenga misericordia de la persona quien duda temerosamente, el temor es pecado porque te lleva a otros pecados, el temor es lo opuesto a la fe; según Hebreos 3:12 es la incredulidad la que causa que uno se aparte del Dios vivo. Ninguno puede estar lleno de dudas temerosas y estar confiado de Dios al mismo tiempo la fe y la duda son incompatibles y nunca pueden vivir en la misma persona; piensa del daño que le causa a la persona el temor. En primer lugar: Te hiere. El temor destruye tu comodidad y llena tu mente de angustia, el temor te roba tus energías productivas y te llena de inactividad, el temor causa enfermedades físicas, el temor tiene influencia en que ya no hagas el bien; la persona que vive en temor y duda se daña a si misma diariamente. En segundo lugar: El temor ignora a Dios. Hay un cuento de dos aves las cuales conversaban en cuanto a los hombres una le pregunto a la otra ¿Quisiera saber el por qué los humanos corren de aquí para allá, llevando siempre con ellos la preocupación? La otra ave contesto de esta forma: “Yo pienso que es porque ellos no tienen un padre celestial que cuide de ellos, como lo tenemos nosotros”. El estar lleno de temores es paganismo, indica que uno ignora a Dios, hay tres indicaciones en las cuales una persona puede dirigir su atención: (1) Si uno ve hacia el interior de su ser dirá como dijo Isaías “¡Ay de mí! que soy muerto” Isaías 6:5. (2) Si ve al exterior encontrará que su corazón desmayará a causa de los temores de guerra, rumores de guerra, la desesperación entre naciones y lo perplejo del hombre Lucas 21:25. (3) Solo si ve hacia arriba es que podrá tener paz, porque entonces podrá decir las palabras que encontramos en Isaías 12:2 “ He aquí Dios es salvación mía; me aseguraré y no temeré”. ¿Hacía que dirección estás viendo tú? El hombre no debe temer porque Dios ha prometido su presencia personal a su gente. Que palabras más tranquilizadoras las de nuestro Dios cuando nos dice “No temas porque Yo estoy contigo”. En un sentido pudiéramos decir que Dios está en toda la tierra, el Salmos 139 no enseña que, no existe un lugar en donde una persona pueda estar fuera de la vista de Dios. Pero la biblia nos enseña de la presencia providencial de Dios y también de su presencia personal, la presencia personal de Dios es la resolución de todo temor, es la presencia de Dios mismo, es su presencia especial y personal. Significa que Él está presente en todo tiempo, en todas las dificultades de cada uno de sus santos. Su presencia indica ayuda, Él no está presente para hacer el papel del observador desinteresado, Él es un ayudador activo, Él está cerca para ayudarnos, Él tiene la capacidad de ayudarnos, Él tiene la buena voluntad de ayudarnos, Él es amoroso es su manera de ayudarnos; así como el pastor lleva a la ovejita en sus brazos, no puede haber mayor paz que esa. Por favor no aceptes el hecho de la presencia de Dios como una teoría únicamente, acéptala como un hecho actual, camine conforme a esa verdad, vive en la luz de esa verdad; esa es la clave para tener paz. El hombre no debiera estar lleno de temor porque Dios le ha dado cuatro fundamentos de confianza. Escuchemos lo que nos dice Isaías 43:1-2 “Ahora, así dice Jehová, Creador tuyo, oh Jacob, y Formador tuyo, oh Israel: No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú. Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti”. ¿Cuáles son los cuatro fundamentos de confianza en ese texto? En primer lugar: La Creación. Dios es Jehová creador tuyo, formador tuyo, no estamos aquí por accidente, no hemos buscado a Dios con la esperanza de que Él dispondrá misericordiosamente de nosotros, nosotros somos suyos, Él nos trajo con su propio poder creativo de acuerdo a su propósito soberano; como parte de su creación somos preciosos para Él. El creador cuidara de su creación, “No temas”. En segundo lugar: La Redención. Dios dice: “ No temas porque yo te redimí” que preciosa palabra. Redención significa: ser comprado para posesión de uno mismo, el ser librado a pago de un precio, nosotros quienes éramos su creación somos dos veces de Él a causa de la redención. Él quien nos amó tanto que dio a su Hijo unigénito para redimirnos ciertamente cuidara de nosotros, “No temas”. En Tercer lugar: El Reconocimiento. Dios conoce a los suyos, ninguno de los suyos se aleja sin que Él se dé cuenta, Yo te puse nombre dice Dios; como el pastor llama a cada oveja por nombre así Dios conoce a cada uno de los suyos personalmente. II Timoteo 2:19 dice “Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son suyos”. En Cuarto lugar: La Adopción. Tu eres mío dice Dios, que privilegio el ser de Él y de Él únicamente, Dios protege y consuela a sus amados hijos. Amados cristianos “No teman” observa todas las razones que tienes para estar en paz y llénate con la calma que esta seguridad te trae. Has establecido la paz con Dios por medio del arrepentimiento y fe, ahora permite que la paz de Dios te tranquilice en todas las áreas de tu vida, “No temas”. Padre permite que la paz que sobrepasa todo entendimiento penetre hasta lo profundo de nuestros corazones y nuestras mentes por medio de Cristo Jesús para nuestro bien y para tu gloria. En el nombre de Jesús oramos. Amén.