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Convicción De Pecado
Convicción De Pecado - Parte 4
Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Duración: 00:14:30 Minutes
Listens:
7
Aired on May 14, 2020

Escritura

Romanos 5:12; Romanos 5:21; Romanos 6:23; Juan 3:36; Juan 3:16; Mateo 8:12; Mateo 10:28; Mateo 25:41; Mateo 25:46; Marcos 9:43-44; Romanos 2:8-9; 2 Tesalonicenses 1:9; Apocalipsis 20:14

Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron. (Romanos 5:12) para que así como el pecado reinó para muerte, así también la gracia reine por la justicia para vida eterna mediante Jesucristo, Señor nuestro. (Romanos 5:21) Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro. (Romanos 6:23) El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él. (Juan 3:36)

El Espíritu Santo de Dios está en el mundo con el propósito de mostrar pruebas convincentes al hombre de la existencia del pecado, justicia y juicio. Una de las cosas que nos enseña en cuanto al pecado, es la peligrosa penalidad que cae sobre aquellos que viven en pecado. La penalidad del pecado está declarada en Romanos 5, voy a leerles algunas porciones de los versículos 12 al 21 de ese capítulo, “por tanto, como el pecado entré en el mundo por un hombre y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres por cuanto todos pecaron. Porque ciertamente el juicio vino a causa de un solo pecado para condenación. Por la trasgresión de uno solo reinó la muerte, el pecado abundó, el pecado reinó para muerte”. Esa es la terrible condición de aquellos que están en pecado, Romanos 6:23 lo suma todo, “porque la paga del pecado es muerte”. Ese no es el estado de ciertos pecadores malvados; es la condición en la que se encuentra cada persona que tiene pecados no confesados y no perdonados. La verdad se declara una y otra vez en las sagradas escrituras. Una vedad es la que se encuentra en Romanos 5:12 “por tanto el pecado entró en el mundo por un hombre y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron”. Una vez más nos acordamos de que la Biblia nos enseña que la paga del pecado es muerte. Tal vez estás pensando, ¿Qué es la muerte espiritual que viene a consecuencia del pecado? Es separación de Dios en tiempo por toda la eternidad, la idea básica de la muerte es separación. Cuando el espíritu humano se separa del cuerpo físico, lo llamamos muerte física; cuando el espíritu humano es separado de Dios, lo llamamos muerte espiritual. El capítulo 1 de Romanos demuestra como el hombre es separado de Dios por medio del pecado, nos enseña que Dios se reveló así mismo a través de la naturaleza para que la humanidad pudiera conocerle. Cuando el hombre recibió esa naturaleza, la pervirtió. Él supo de la existencia de Dios y aun de sus atributos invisibles, pero en vez de estar agradecido por dicha revelación, Él cambió la gloria de Dios e hizo imágenes de hombres, aves, bestias y reptiles. Surgió la idolatría en vez de la adoración a Dios, el resultado fue que el hombre, en vez de acercarse a Dios, se alejó de Él. Tres veces en el capítulo 1 de Romanos, el texto dice, “por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas, Dios los entregó a una mente reprobada”. Esa es muerte espiritual, separación personal de la comunión con Dios. Dicha fatalidad no sólo le sucede a los idólatras; les sucede a todas esas personas que rechazan el perdón de Dios por sus pecados a través de la persona de Cristo Jesús. El hablar de la muerte espiritual, causa a algunas personas de pensar en el infierno eterno, ellos consideran que el pecado y el pecador serán lanzados al infierno en el día del juicio final y entonces será el momento de sufrir la muerte espiritual, no es así. La persona que no ha confiado en Cristo Jesús ya está muerta espiritualmente, separada de Dios. El pecado trae la ira de Dios, el pecado trae la ira de Dios en este mundo y no sólo en la eternidad. Juan el Bautista predicó según Juan 3:36 “el que cree en El Hijo tiene vida eterna, pero el que rehúsa a creer en El Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él”. Notemos las palabras “está sobre”, en ese texto, la ira de Dios “está sobre él”, está en tiempo presente. Significa que la ira de Dios ya está sobre la persona que carga culpabilidad como una nube tempestuosa. No malinterpretemos el término “ira de Dios”, ira en Dios no significa que Dios se enoja, así como lo hace el hombre, no es una emoción en Dios; la ira es la oposición dispuesta por Dios al pecado, su ira se expresará por completo en el juicio final y en el infierno eterno, pero está presente en el mundo de los hombres hoy día. Si la ira de Dios está sobre aquella persona que no ha tenido el perdón de sus pecados, ¿Cómo es que uno recibe ese perdón de Dios? Ese es el milagro de la gracia, Dios está enojado con el pecado, pero no con el pecador, Él odia el pecado, pero ama al pecador. La Biblia dice en Juan 3:16 “porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree no se pierda, más tenga vida eterna”. La ira garantiza juicio, la gracia ofrece perdón. La doctrina del castigo eterno del pecador no es una doctrina popular hoy día, no se enseña mucho de esa doctrina en las reuniones cristianas, pero es una doctrina bíblica. Hay más referencias al infierno que al cielo en las enseñanzas de Jesús, el aviso del infierno es una señal de gracia en vista de que está dada para animar a los hombres a escaparse de su terror. Vamos a ver algunas palabras de las enseñanzas de Jesús en las cuales Él avisó del castigo que sería impuesto a los pecadores que no se arrepienten: “más los hijos del reino serán echados a las tinieblas de afuera, ahí será el lloro y el crujir de dientes” Mateo 8:12. “Y no temáis a los que matan el cuerpo, más el alma no pueden matar. Temed más bien a quien puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno” Mateo 10:28. “Entonces dirá también a los de la izquierda, apartaos de mí malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. E irán estos al castigo eterno y los justos a la vida eterna” Mateo 25:41-46. “Mejor te es entrar en la vida manco que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado donde el gusano de ellos no muere y el fuego nunca se apaga” Marcos 9:43-44. Jesús nunca lo hubiera dicho si no fuera cierto. Ten cuidado del juicio del infierno. El apóstol Pablo escribió de la venida del juicio usando estas palabras en Romanos 2:8-9 “pero ira y enojo a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad, sino que obedecen a la injusticia, tribulación y angustia sobre todo ser humano que hace lo malo, el judío primeramente y también el griego” y escribió a los pecadores, “los cuales sufrirán pena de eterna perdición excluidos de la presencia del señor y de la gloria de su poder” II Tesalonicenses 1:9. El apóstol Juan, escritor del libro llamado “La Revelación de Jesucristo”, llamó al infierno perdición, lo describió como un lago de fuego que es la muerte segunda Apocalipsis 20:14. Esos avisos no fueron escritos en la Biblia para asustar a las personas que los leían; fueron puestos para avisarnos del peligro, no son declaraciones horrendas de justicia; son expresiones de gracia, Dios no desea que ninguno perezca sino que todos vengan al arrepentimiento para recibir su perdón e ir con Él al cielo. Por eso es que Él ha puesto avisos del infierno, y promesas del cielo en la Biblia. Si alguna persona va al infierno será por el rechazo deliberado de la gracia que Dios ofrece en Cristo Jesús, Él ha pagado por completo la deuda del pecado, ÉL ha ofrecido gratuito perdón a todos, Él ha invitado a todo el que quiera a que le reciban. El decir sí a su invitación es recibir perdón y vida eterna; el decir no a su invitación es vivir condenado en el pecado para sufrir la muerte eterna en el infierno. Seguro está que una persona sabia respondería con un fuerte sí a la invitación de Dios. Recíbele hoy.

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