Copyright 2016-2019 Lifeword
Convicción De Pecado
Convicción De Pecado - Parte 1
Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Duración: 00:14:30 Minutes
Listens:
92
Aired on May 11, 2020

Escritura

Juan 16:7-11; Romanos 2:2; Juan 14:6; Isaías 1:18; Juan 3:16; Efesios 2:6,13-14,18-19; Proverbios 1:24-25; Romanos 5:10; Hebreos 8:12

Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré. Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. De pecado, por cuanto no creen en mí; de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más; (Juan 16:7-11) Mas sabemos que el juicio de Dios contra los que practican tales cosas es según verdad. (Romanos 2:2) Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. (Juan 14:6) Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana. (Isaías 1:18) Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna. (Juan 3:16) y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo. Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación, porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre. Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios, (Efesios 2:6,13-14,18-19) Por cuanto llamé, y no quisisteis oír, Extendí mi mano, y no hubo quien atendiese, Sino que desechasteis todo consejo mío Y mi reprensión no quisisteis, (Proverbios 1:24-25) Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida. (Romanos 5:10) Porque seré propicio a sus injusticias, Y nunca más me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades. (Hebreos 8:12)

Toda la humanidad puede estar clasificada bajo dos categorías: el salvo y el no salvo, el pecador y el santo, el culpable y el perdonado, el verdadero cristiano y el no cristiano. Tú estás en una de esas condiciones en este mismo momento. Uno de los ministerios del espíritu de Dios aquí en la tierra, es el demostrar al hombre cuál es su condición, él muestra al pecador que él ha pecado en contra de Dios y lo llama la fe personal en Cristo Jesús. Existen tres áreas en las cuales el espíritu santo presenta pruebas convincentes de su necesidad espiritual al pecador. Él convence al pecador del pecado, la justicia y del juicio. Esa es la enseñanza de Jesús en estas palabras que encontramos en Juan 16:7-11, “pero yo os digo la verdad, os conviene que yo me vaya porque si no me fuere, el consolador no vendría a vosotros. Mas si me fuere, os lo enviaré y cuando Él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. De pecado por cuanto no creen en mí, de justicia por cuanto voy al Padre y no me veréis más y de juicio por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado”. Propongo que busquemos una respuesta bíblica a la pregunta, ¿Qué nos enseña el Espíritu Santo en cuanto al pecado? Vamos a contestar la pregunta de 5 maneras: (1) El Espíritu Santo nos enseña que el pecado por naturaleza es un hecho, una actitud y un estado de separación de Dios. (2) El Espíritu Santo nos enseña que cada humano quien llega a la edad mental de reconocer la responsabilidad del pecado en contra de Dios es culpable de sus hechos y está necesitado del perdón de Dios. (3) El Espíritu Santo nos enseña que el pago del pecado es muerte, separación para siempre de Dios. (4) El Espíritu Santo nos enseña que todos somos pecadores porque nacimos con una debilidad en nuestra naturaleza, que hace que sea imposible el hecho de que no pequemos en contra de Dios. (5) El Espíritu Santo nos enseña a que el único remedio para el pecado está en la persona de Cristo Jesús. Regresémonos a la primera de esas 5 verdades, ¿Qué es pecado? ¿Cuál es su naturaleza? ¿Qué hace que uno sea pecador delante de Dios? El pecado es el hecho de hacer lo malo por lo consiguiente, decimos que una persona ha cometido pecado. Eso significa que uno hace las cosas malas, pero ¿Quién es quién determina que un hecho sea bueno o sea malo? Dios. El hombre dejaría pasar lo que Dios condenaría. El hombre excusa su propia persona y a la vez condena a otra persona que hace la misma cosa. La Biblia dice en Romanos 2:2 “más sabemos que el juicio de Dios contra los que practican tales cosas es según verdad”. Dios no permitirá que el pecado vaya sin castigo, Judas escribió que Jesús vendría otra vez para hacer juicio contra todos y dejar convictos a todos los impíos de todas sus obras impías que han hecho impíamente y de todas las cosas duras que los pecadores impíos han hablado contra Él. Note la referencia en ese texto de obras y cosas habladas en contra de Dios, ellos indican que el pecado es un hecho y un hecho de hacer lo malo, ¿Has hecho algo malo en tu vida? ¿Has quebrado alguna vez la ley de los hombres o la ley de Dios? Estoy seguro de que sí lo has hecho, yo sí. Ese hecho, aunque sólo sea uno, es suficiente para que seamos pecadores delante de Dios. No puede haber paz con Dios hasta que el perdón de Él haya sido recibido en nuestros corazones. Jesús es el único camino por el cual Dios perdonará nuestros pecados. Jesús dijo en Juan 14:6 “Nadie viene al Padre sino por mí”. Él recibe y da la bienvenida en amor y perdón a cada persona que viene a Dios por medio de Él. Estoy tan contento de que Dios nos ama, nunca podríamos recibir el perdón por nuestros pecados si Él no estuviera dispuesto a recibirnos en paz. Aún después de que nosotros le hayamos hecho tantas maldades, pero ÉL invita a aquellos que han cometido las cosas más depravadas, a venir a Él para recibir un perdón eterno y perfecto según Isaías 1:18. Tú puedes estar en paz con Dios aun con todo lo malo que has hecho si vienes a Él por medio de Cristo Jesús. Juan 3:16 nos dice “porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su hijo unigénito para que todo aquel que en Él cree, no se pierda más tenga vida eterna”. El pecado es un estado de separación con Dios, es una condición al igual que una acción. La Biblia usa el término muerte para describir una condición, muerte no significa que uno deja de existir, simplemente significa que uno está separado del que está muerto. Cuando el espíritu humano está separado del cuerpo físico, decimos que esa persona está muerta, el continúa su vida en el mundo espiritual, pero está muerto o separado de todas las personas y cosas en este mundo. Cuando el espíritu humano está separado de Dios, decimos que esa persona está muerta espiritualmente, él continúa su existencia, pero él vive una vida separada de Dios. El ser salvo espiritualmente termina con esa separación que tenemos con Dios y nos trae a paz con Él, eso es lo que la Biblia nos quiere decir en Efesios 2:1 “y Él os dio vida a vosotros cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados”. En ese mismo capítulo de Efesios hay muchos versículos que hablan de la paz y como Dios nos recibe a consecuencia de nuestra fe en Cristo Jesús. Estas son algunas de las palabras maravillosas que encontramos en Efesios 2: 6, 13, 14, 18 y 19, “y juntamente con ÉL nos resucitó y nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, pero ahora en Cristo Jesús vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo, porque Él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación. Porque por medio de Él, los unos y los otros tenemos entradas por un mismo espíritu al Padre, así que ya no sois extranjeros, ni advenedizos sino conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios. El pecado es una actitud de hostilidad hacia Dios. Dios dice a los pecadores en Proverbios 1:24 y 25 “por cuanto llamé y no quisisteis oír, extendí mi mano y no hubo quien atendiese. Sino que desechasteis todo consejo mío y mi reprensión no quisisteis”. Esa es la actitud del pecador para con Dios, el pecado significa que uno no quiere tener nada que ver con Dios. Uno es hostil para con Dios, eso es pecado.  Romanos 5:10 habla de que antes de recibir a Cristo, éramos enemigos de Dios, eso es algo fuerte, pero es cierto. Si un hombre no quiere pensar en Dios, encontrarse con Dios, agradar a Dios, recibir al hijo de Dios, ¿Qué otra cosa podría ser más que su enemigo? La buena nueva del evangelio cristiano es que tales hombres pueden recibir perdón de sus pecados y llegar a ser amigos de Dios por medio de Cristo Jesús. Escucha lo que dice Romanos 5:10 “porque si siendo enemigos fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su hijo, mucho más estando reconciliados seremos salvo por su vida”. El ser reconciliado significa que uno es recibido en paz y amistad, la Biblia dice que nosotros, que somos enemigos de Dios, podemos ser reconciliados por medio de Cristo Jesús, el Señor. ¿Qué es lo que sientes cuando piensas de encontrarte con Dios? Si hay un sentimiento de temor a causa de que no estás en paz con Él, te invito a recibir la curación de tu problema del pecado por medio de pedirle perdón. Dios promete a los que vienen a Él en Hebreos 8:12 “porque seré propicio a sus injusticias y nunca más me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades”.

Otros archivos en esta serie