Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.

Cada cosa tiene sus enemistades. Encontrarás que tus ambiciones más altas y tus motivos más puros serán probados y retados. Encontrarás que tus resoluciones más sinceras son resistidas por Satanás; sólo por esfuerzo diligente es que tus resoluciones podrán dar fruto, si vale la pena tenerlo, vale la pena protegerlo. Ese principio se aplica particularmente en el área de la adoración en el hogar, encontrarás problemas mientras buscas la manera de reunirte con Dios a diarias en unión de tus amados. Satanás sabe que si tu familia practica la adoración en el hogar serán fortificados en gran manera, además de la devoción que tendrán para con Dios. Él resistirá con todo su poder, tratando de poner problemas en tu camino para que no se lleve a terminación la práctica de la adoración a Dios. Pero la adoración en el hogar es importante y vale la pena protegerla. Vamos a repasar algunos de los problemas comunes que intervienen en la adoración en las familias que han resuelto encontrarse a diarias con Dios. Algunos de estos problemas son universales, yo puedo entenderlas. Tú debes pedirle a Dios que te de las fuerzas para vencer en las áreas particularmente peculiares que tienes en tu situación personal. Habrá el problema de encontrar un tiempo en el cual toda la familia pueda juntarse para adorar, particularmente en el caso de hoy día. Si ambos padres trabajan fuera del hogar y en diferentes lugares y los hijos están en la escuela puede presentarse un problema. O si el padre trabaja horas que no coinciden con el horario de los demás miembros de la familia, se presenta otro problema, pero se tiene que buscar una solución al problema. Aquí les presento algunas sugerencias: (1) Selecciona un tiempo en el día en el cual, todos los miembros de la familia puedan estar presentes, puede ser de mañana, en la tarde o en la noche. Yo personalmente prefiero en la mañana, pero ese no es el único tiempo en que la familia puede adorar a Dios. (2) Tenga una conferencia familiar para discutir el horario de cada miembro de la familia y así llegar a un acuerdo en cuanto a la hora de reunirse para la adoración en el hogar. Tal vez le será difícil pero no será imposible si cada miembro tiene el deseo sincero de entrar a esta actividad. (3) Guarde el tiempo propuesto. Habiendo quedado de acuerdo con una hora en la cual van a adorar a Dios, no dejen que nada se interponga a esa hora a menos de que sea una emergencia absoluta. Haz tus planes de negocio o de placer alrededor de esta hora y no dejes que esos planes interrumpan tu tiempo con Dios. (4) Tal vez tendrás que cambiar tu horario actual para lograr esta práctica. Tal vez será necesario que la familia se levante una hora más temprano o que se duerman una hora más tarde, acuérdate del dicho “el querer es poder”. (5) Pídele ayuda a Dios. Si parece que será imposible el hecho de que toda la familia se reúna para adorar a Dios, deja que ellos le pidan a Dios que se les haga posible. Él está encargado de todas las cosas y puede hacer lo necesario en bienestar de su gente, no te des por vencido, puedes encontrar una hora y el tiempo para que toda tu familia adore a Dios juntos. Puede existir el problema de que un miembro de la familia no quiera unirse con ustedes para adorar en el hogar, tal vez no desea participar. Un padre no salvo tal vez no desea cooperar, un miembro no maduro puede ponerse en oposición, un joven puede negarse, ¿Qué se debe hacer en este caso? Invite a cada miembro de la familia a la adoración en el hogar y nótese que dije invite a cada uno a participar, ten cuidado de que tu invitación no llegue a ser una acusación o una explosión de temperamento. Puedes hacer que los chiquillos participen, pero los demás tendrán que ser animados a la adoración. Si un miembro rehúsa, adora al señor de todas formas, adora a Dios con aquellos miembros de la familia quienes desean cooperar, tal vez será difícil, pero debe de hacerse, por ejemplo, el padre del hogar debe de dirigir en la adoración familiar, si él no desea hacerlo; la madre tendrá que hacerlo. No hay que disciplinar a todos sólo porque uno no quiere cooperar. Ten cuidado también de que no uses el tiempo de adoración para condenar a aquel que no desea cooperar, ore por él con amor. No deje afuera a aquel que no quiere cooperar, siempre invítelo con amor a participar en el tiempo de adoración. Cuando viene, no hagas un escándalo por el hecho de que él está presente, haz como si nunca hubiera faltado. Pídele a Dios que ayude, mientras oras por las necesidades del hogar, ora al Padre celestial por aquel miembro que se ha hecho para atrás o que nunca ha llegado al arrepentimiento. La oración en silencio, pero con fe, hace milagro. Ese miembro de la familia que no desea cooperar pronto estará reunido contigo si eres amoroso, comprensivo, paciente y consistente. Habrá también el problema de interrupciones durante el tiempo de la adoración, seguro está que el teléfono sonará, el diablo hará que alguien marque el número equivocado, alguien tocará a la puerta, los pequeños harán bulla, ¿Qué se puede hacer para mantener en orden tales interrupciones? En primer lugar, asigna a un miembro de la familia para contestar el teléfono o recibir a las personas que llegan a la puerta mientras tú y los demás miembros de la familia adoran a Dios. En segundo lugar, acuérdate de los niños, ellos van a querer tomar agua o ir al servicio sanitario, etc. Asegúrate de que ya hayan ido antes de comenzar el servicio de adoración, enséñales a que se esperen hasta que hayan terminado con el tiempo de adoración, enséñales que tú y los demás se están reuniendo con Dios ahí en tu hogar. Puede haber el problema de consistencia día tras día, lo nuevo pronto se acabará y el desinterés puede llegar a tentarles a que no sigan, ¿Qué se puede hacer para mantener firme el tiempo de adoración en dicha circunstancia? Yo sugiero lo siguiente: primero, variar la forma en que adoran a Dios, usando nuevas ideas y cosas interesantes; segundo, variar el lugar de vez en cuando, yendo afuera en tiempo de calor o teniendo la reunión en un cuarto distinto; tercero, variar de dirigentes, dejando que un miembro diferente dirija de vez en cuando; cuatro, considera tu tiempo con Dios no como algo que se debe de hacer pero como un privilegio en el cual podemos gozarnos; quinto, adora con tu familia porque es necesario aunque a veces no tendrás deseos de hacerlo. Cuando los vientos de la inspiración están soplando, levantemos las velas de la fe para fluir con ellos; cuando los vientos de la inspiración están calmos, saquemos los remos y rememos con todas nuestras fuerzas. Tú y tu familia necesitan la disciplina y el gusto de encontrarse a diarias con Dios y ahora, pongamos en práctica lo que hemos aprendido. En estos 5 estudios hemos visto el principio bíblico de la adoración en el hogar, de la necesidad humana para la adoración en el hogar, el método práctico de la adoración en el hogar, las bendiciones de la adoración en el hogar y los problemas que encontramos en la adoración en el hogar. No es suficiente escucharlo, tenemos que practicarlo. Comience hoy, adora a Dios con tu familia en el hogar. Padre, ayúdanos a poner en práctica lo que aprendemos de ti, en el nombre de Jesús te lo pedimos. Amén.