Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas. Escucha, pueblo mío, mi ley; Inclinad vuestro oído a las palabras de mi boca. Abriré mi boca en proverbios; Hablaré cosas escondidas desde tiempos antiguos, Las cuales hemos oído y entendido; Que nuestros padres nos las contaron. No las encubriremos a sus hijos, Contando a la generación venidera las alabanzas de Jehová, Y su potencia, y las maravillas que hizo. El estableció testimonio en Jacob, Y puso ley en Israel, La cual mandó a nuestros padres Que la notificasen a sus hijos; Para que lo sepa la generación venidera, y los hijos que nacerán; Y los que se levantarán lo cuenten a sus hijos, A fin de que pongan en Dios su confianza, Y no se olviden de las obras de Dios; Que guarden sus mandamientos, Y no sean como sus padres, Generación contumaz y rebelde; Generación que no dispuso su corazón, Ni fue fiel para con Dios su espíritu.

La separación de iglesia y estado es un principio básico del sistema gubernamental americano, eso nos mantiene libres del abuso del poder político si llegara a manos de una religión perversa. Mientras que la separación de iglesia y estado es apropiada, la separación de la iglesia y el hogar no es apropiada. El hogar sirve como una función espiritual distintiva en las vidas de hombres y mujeres, es el lugar más significante e influencial de las relaciones humanas, es el lugar en donde los valores de la vida son establecidos, es el lugar sobre cualquier lugar en donde los niños son enseñados y preparados para la vida. Debe ser un lugar en donde verdades espirituales son preeminentes en la conversación y en la conducta, alguien ha dicho, “la vitalidad de tu vida espiritual será en exacta proporción al lugar que obtiene la palabra de Dios en tu mente y corazón”. Ese principio se puede aplicar también al hogar y no solamente al individuo. La vitalidad de la vida espiritual en el hogar será en exacta proporción al lugar que la palabra de Dios obtiene en él. Creyendo en la validez de ese principio, quiero compartir contigo 5 estudios sobre el tema la adoración en el hogar. Voy a compartir contigo primero el principio bíblico de la adoración en el hogar; segundo, la necesidad humana de la adoración en el hogar; tercero, un método práctico de la adoración en el hogar; cuarto, algunas bendiciones especiales de la adoración en el hogar y quinto, los problemas que se encuentran en la adoración en el hogar. Comparte conmigo estos 5 estudios con un corazón abierto para que Dios pueda usarlos para la fortaleza de tu hogar. Dios nos da un mandamiento divino de que le adoremos en nuestros hogares, el mandato es expresado en Deuteronomio 6:4-9 de esta manera: “Oye Israel, Jehová nuestro Dios, Jehová uno es y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón y de toda tu alma y con todas tus fuerza, y estas palabras que yo te mando hoy estarán sobre tu corazón y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas en tu casa y andando por el camino, y al acostarte y cuando te levantes, y las atarás como una señal en tu mano y estarán como frontales entre tus ojos, y las escribirás en los postes de tu casa y en tus puertas”. Examinen lo que este pasaje de escritura dice: (1) Debes amar a Dios con todo tu ser. (2) Debes atesorar sus palabras guardándolas en tu corazón. (3) Debes enseñar diligentemente su palabra a tus hijos. (4) Debes hacer que la palabra de Dios sea parte de tu conversación, una guía para tus pies, el gobierno de tu mano y un escudo para tus ojos. (5) Tu casa debe ser un rótulo al mundo entero en el cual, tus vecinos pueden llegar a conocer la verdad de Dios a través de su palabra. Sin necesidad de ningún otro versículo, este pasaje es fundamento suficiente para que nos comprometamos a la adoración en el hogar. La necesidad del corazón humano llama a la adoración en el hogar. Esta necesidad es expresada en Salmos 78: 1-8, “escucha pueblo mío mi ley, inclinad vuestro oído a las palabras de mi boca, abriré mi boca en proverbios, hablaré cosas escondidas desde tiempo antiguos, las cuales hemos oído y entendido, que nuestros padres nos las contaron. ¿No las encubriremos a sus hijos contando a la generación venidera las alabanzas de Jehová y su potencia y las maravillas que hizo? Él estableció testimonio en Jacob y puso ley en Israel, la cual mandó a nuestros padres que la notificasen a sus hijos, para que lo sepa la generación venidera y los hijos que nacerán, y los hijos que se levantarán lo cuenten a sus hijos, a fin de que pongan en Dios su confianza y no se olviden de las obras de Dios, que guarden sus mandamientos y no sean como sus padres, generación contumaz y rebelde, generación que no dispuso su corazón, ni fue fiel para con Dios su espíritu”. ¿Entendió el significado de estos versículos? ¿Sintió el impacto de su importancia? Vamos a repasar estos principios básicos:  (1) La verdad de Dios debe pasarse de generación en generación. (2) Dios estableció que su ley sería pasada a la nueva generación por medio de los de la generación anterior. (3) Todas las obras de Dios, sus alabanzas, su potencia y sus maravillas, debían ser enseñadas a la nueva generación. (4) Cada nueva generación debía ser guiada en poner su esperanza en Jehová, así como les fue enseñado por la generación anterior. (5) Instrucciones a los hijos de las cosas de Dios les guardaría de los pecados de sus padres y haría de ellos una gente que agradara a Dios. Ese es el gran diseño de Dios que debemos seguir, en cuanto a la adoración y enseñanza en el hogar. La Pascua nos provee una ilustración significante de la adoración en el hogar. La Pascua, la ocasión más sagrada entre los judíos, se observa en el hogar, ¿eso es sorprende verdad? Sin embargo, ilustra la importancia del hogar en el diseño de Dios. El capítulo 12 de Éxodo, da las instrucciones que Dios dio a Moisés concerniente a la institución y observación de la Pascua, existen unas 9 referencias en cuanto al hogar y la familia, mientras se observa la Pascua. Los judíos ortodoxos celebran esta conmemoración con una ceremonia solemne en el hogar de los que profesan esa religión. Te acordarás que Jesús observó la Pascua con sus 12 discípulos y allí instituyó la santa cena mientras que ellos estaban en el aposento de una casa privada en Jerusalén (Lucas 22:7-13). Algunas de las experiencias más grandes que puedes tener espiritualmente, pueden suceder en tu casa con toda la familia, si es que deseas adorar a Dios en tu hogar. Yo te reto a comenzar una adoración familiar en tu hogar hoy, con el propósito de practicarla consistentemente. Había una costumbre entre los cristianos primitivos que demostraba la adoración en el hogar. ¿A dónde se congregaban los cristianos primitivos para adorar a Dios? No tenían grandes auditorios ni iglesias confortables; los cristianos se reunían en hogares privados. Escudriñe su nuevo testamento, encontramos a la iglesia en el hogar de Priscila y Aquila (Romanos 16:5 y I Corintios 16:9); encontramos a la iglesia en el hogar de Ninfas y la Odisea (Colosenses 4:15); encontramos a la iglesia en el hogar de Filemón (Filemón 2). La expresión, “la iglesia en su casa” es común en las epístolas de Pablo, ¡sí! Las primeras congregaciones cristianas se reunían en los hogares de los hermanos para adorar y para entrar en períodos de adoración especial (Hechos 12:12). Haríamos bien en seguir el ejemplo de esos cristianos primitivos y hacer de nuestros hogares un lugar de alabanza, adoración y aprendizaje de las cosas de Dios. El templo es importante en el sistema de adoración hoy día, los cristianos no deben ausentarse de la agrupación de hermanos cuando estos se reúnen para adorar a Dios. Pero, por otro lado, el hogar del cristiano perderá una gran bendición al no reunirse con la familia y con Dios en la privacidad de su residencia. No pongas todos los hechos de adoración en el lugar que frecuentas 1 o 2 veces por semana, reúnete con tu familia y adora al señor en tu hogar.