Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos. Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos. Él respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.

Las personas son muy interesadas en cuanto al punto de vista de ganancias y pérdidas, un espíritu egoísta preguntará: “¿qué provecho le sacaré?”; una persona más noble preguntará: “¿qué bueno vendrá de ello?” No es sorprendente por lo consiguiente si preguntamos, “¿qué bien nos hará la adoración en el hogar?” La Biblia aclara definitivamente que sí hay algo bueno que ocurre cuando la familia se junta para adorar a Dios en el hogar por medio de leer la Biblia, orar y alabar a Dios en otras formas. Esta cuarta lección en nuestra serie de adoración en el hogar nos presentará algunas bendiciones que se pueden esperar cuando una familia se une para adorar a Dios cada día. La adoración en el hogar trae la bendición de la presencia personal de Dios, escucha estas palabras de Jesús, “porque donde están 2 o 3 congregados en mí nombre, ahí estoy yo en medio de ellos”. (Mateo 18:20). ¡Qué promesa más bendita! Jesús estará personalmente presente en el hogar y con la familia que se une en su nombre. Alguien preguntará, “¿pero eso se refiere a los creyentes que se unen en la iglesia, o no?” Yo respondo, no sólo en la iglesia. Como puedes ver, los creyentes primitivos no tenían una casa de adoración, ellos generalmente se reunían en pequeños grupos en hogares privados en donde ellos estudiaban las escrituras, cantaban alabanzas a Dios, oraban y adoraban al señor. Jesús no dijo que los que se reunían tenían que hacerlo en gran número, sólo dijo que tenían que reunirse en su nombre. No importa el lugar en donde los cristianos se junten para adorar y orar, Él está ahí, aunque solo sean 2 o 3, esa es la promesa. Jesús no dijo que su paz estaría ahí o que su alegría estaría ahí, ni que su bendición estaría ahí; Él dijo, “ahí estoy yo en medio de ellos”. Notemos que la promesa de Mateo 18:20 está puesta en un contexto de oración, la promesa de Dios no es que Él estará presente cuando 2 o 3 cristianos se unan para cualquier cosa, sino que estará ahí cuando se unan para la oración. ¿Estás al tanto de la necesidad de la presencia y ayuda de Dios en tu hogar? Reúna a la familia para adorar a Dios y para orar en tu hogar, Él ha prometido estar en medio de ustedes. La adoración en el hogar trae la bendición del poder de la oración, examinemos Mateo 18:19: “otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos”. ¡Qué promesa otra vez! La he compartido con personas a través de las naciones y he visto a Dios honrarla vez tras vez, he visto a los hijos venir a la salvación después de haber orado sus padres por ellos, basando sus oraciones en la promesa de Dios. He visto a los hogares reunidos después de aclamar esta promesa, he visto revivir a las iglesias que dormían mientras que Dios contestaba las oraciones de los miembros de dichas congregaciones, esto puede pasar en tu vida también. Tú puedes agarrarte de esta promesa en la adoración de tu hogar en reunión de toda tu familia. No se necesita una cantidad de personas para agarrarse de las promesas de Dios y tener respuestas a sus oraciones, lee Mateo 18:19 y 20 y notarás la relación de la promesa de la oración y de la promesa de su presencia, “otra vez os digo, que si 2 o 3 de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos. Porque donde están 2 o 3 congregados en mi nombre, ahí estoy yo en medio de ellos”. Tú puedes aclamar la promesa de Dios de contestar tus oraciones cuando oras en reunión de tu familia. Si sólo dos personas de la familia se ponen de acuerdo sobre una petición específica a Dios, el contestará. Imagínate de lo que eso hará en tu hogar cuando tus familiares vean como Dios contesta las oraciones que ustedes le piden. Deja que tus hijos te oigan orar, deja que tus hijos oigan mientras haces peticiones especiales por las necesidades del hogar, deja que tus hijos realicen la forma en que Dios responde, proveyendo sus necesidades. La realidad de la oración contestada les seguirá el resto de sus vidas, como resultado de las reuniones de adoración en el hogar. La adoración en el hogar trae la provisión de necesidades espirituales del hogar. En Mateo 4:4 Jesús dijo, “no solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”. Esa declaración no niega la necesidad de pan para poder vivir; pero sí reconoce la necesidad de la palabra que sale de la boca de Dios para el espíritu, así como la comida que nutre el cuerpo físico. La adoración en el hogar provee la comida espiritual que tu familia necesita tan desesperadamente, Jesús dijo en Juan 6:35, “Yo soy el pan de vida, el que a mi viene nunca tendrá hambre y el que en mí cree, nunca tendrá sed jamás”. La negligencia de nutrición espiritual, es tan grave como la negligencia de nutrición para el cuerpo, concernientes a ambas cosas, el apóstol Pablo escribió en I Timoteo 5:8, “porque si uno no provee para los suyos y mayormente para los de su casa, ha negado la fe y es peor que un incrédulo”. Considere estas palabras que el apóstol Pablo escribió a un joven predicador en II Timoteo 3:14, “pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido y que desde la niñez has sabido las sagradas escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para salvación por la fe que es en Cristo Jesús”. ¿A dónde aprendió Timoteo de las sagradas escrituras en su niñez? Pablo explica en II Timoteo 1:5, “trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida y en tu madre Eunice y estoy seguro que en ti también”. Timoteo fue un hombre de Dios debido a la enseñanza que recibió en el hogar bajo la enseñanza de su abuelita y de su madre. Deja que tus hijos tengan la bendita oportunidad de crecer en un hogar que adora a diarias a Dios. La adoración en el hogar trae la bendición de la influencia continua, ¿quieres que tus hijos crezcan a ser hombres y mujeres honorables? Proverbios 22:6 nos enseña cómo puede lograrse esto, “instruye al niño en su camino y aun cuando fuere viejo no se apartará de Él”. La intención de Dios es que la salvación incluya a todos los de tu hogar, Hechos 2:39 dice, “porque para vosotros es la promesa y para vuestros hijos y para todos los que están lejos, para cuantos el señor nuestros Dios llamare”. Como Cornelio, tú y tu familia y amigos, pueden creer en Dios como aconteció en Hechos 10:24 “como el carcelero en Filipos, tú puedes creer en Dios con todos los de tu casa”. Hechos 16:34. No pierdas la esperanza de traer la realidad de Dios a cada miembro de tu familia. Cierta señora invitó a su pastor a comer con ellos después del servicio dominical, ella dio esta razón por haberlo invitado, “me acuerdo de lo grato que era tener al pastor en nuestro hogar los días domingos por la tarde cuando yo era niña. Quiero que mis hijos tengan esos gratos recuerdo”. No me extraña que cada hijo de esa familia haya crecido a ser un cristiano fiel al servicio de su señor. Tales impresiones de la niñez permanecen durante toda la vida.