Copyright 2016-2019 Lifeword
Santos
Santos - Parte 1
Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Duración: 00:14:30 Minutes
Listens:
8
Aired on Abr 27, 2020

Escritura

1 Corintios 6:9-11; Hebreos 10:10; 1 Corintios 1:30; Colosenses 3:12; Romanos 1:7; 1 Corintios 1:2; Romanos 1:7; Filipenses 4:21; Judas 1:1;

¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios. Y esto erais algunos; más ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios. En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre. Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención; soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.

¿Conoces una persona que consideras un Santo? ¿Qué criterios tendrías tú en cuanto a quienes pueden ser santos o no? ¿Existen santos hoy día, o existían santos en las generaciones pasadas? ¿Qué dice la Biblia en cuanto a Santos y son nuestras ideas de santidad las mismas que son expuestas por las sagradas escrituras? Esas preguntas merecen una respuesta honesta, merecen una respuesta bíblica, la palabra infalible de Dios. Propongo que hagamos un estudio de la Biblia en cuanto al tema los santos de Dios, he aquí la pregunta primordial, ¿quiénes son los santos de Dios? El término santo se repite muchas veces en la Biblia, el término es usado unas 33 veces en el antiguo testamento y unas 60 veces en el nuevo testamento. Si fuera mencionado sólo una vez, sería importante pero cuando el término es usado unas 93 veces en la Biblia, es importante que lo escrudiñemos. En el idioma griego, en el cual el nuevo testamento fue primeramente escrito, la palabra que traduce a santos es la palabra ajioi, su significado es simplemente separación. En el sentido religioso significa ser separado del pecado para el uso de Dios, ser dedicado al propósito de Dios únicamente. Se dice de los que se llaman santos “ajioi” personas santificadas o personas santas. El término ajioi es un término alto, elevado y sagrado, es más importante que eiros que significa sagrado, es más importante que semnos que significa digno u honorable, es más importante que agnos que significa puro o libre de mancha. Es un término único porque “ajioi” quiere decir aquellos que son apartados para Dios y únicamente para Él, ¡qué palabra más bendita y qué concepto el que tiene! El término santo no es aplicado en la Biblia a unas cuantas personas quienes son de excepcional y superior santidad, distinguidas en esta forma de las demás personas que son de Dios, de ninguna manera. La santidad no es algo que uno obtiene a través del esfuerzo diligente o a través del mérito personal, es un estado o condición en el cual Dios pone a los hombres que Él haya llamado por gracia. La santidad no es algo que el hombre logra, sino es un regalo de Dios. El término santo es una indicación común para los creyentes en Jesucristo a través del nuevo testamento. Los santos son simplemente cristianos, todos los que confían en Jesucristo como su salvador personal son llamados santos en las epístolas del nuevo testamento. En los evangelios, los creyentes eran llamados discípulos; en las epístolas, santos. I Corintios 6:9-11 explica el porqué de esto, “¿no sabéis que los injustos no heredaran el reino de Dios? No erréis, ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores heredarán el reino de Dios y esto eráis algunos, mas ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del señor Jesús y por el espíritu de nuestros Dios”. ¿Qué convirtió a los cristianos de Corintio de perdidos pecadores a santos de Dios? Fue el hecho de que habían sido santificados, lavados y justificados en el nombre del señor Jesucristo y por el espíritu de Dios. Notemos el término santificado, eso señala lo que les había sucedido y también lo que sucede a cada cristiano, cada creyente es santificado en Cristo Jesús (I Corintios 1 y 2 y Hebreos 10:10). El ser santificado es lo que hace a uno ser un santo. I Corintios 1:30 dice, “más por Él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención”. ¿Cómo es que comprendemos cosas espirituales? Jesús es hecho sabiduría a nosotros. ¿cómo es que somos purificados y hechos libres de pecado? Jesús es hecho justificación a nosotros. ¿Cómo llegamos a ser santos? Jesús es hecho santificación a nosotros. ¿Cómo somos redimidos? Jesús es hecho redención a nosotros. Cuando fuiste salvo, fuiste puesto en Cristo por el Espíritu Santo quien efectuó una regeneración en ti. En Cristo has recibido sabiduría, justificación, santificación y redención. Habiendo recibido todo esto, eres separado para Dios para ser únicamente de Él, eres un santo de Dios. Santos es la indicación común para los creyentes en el nuevo testamento, el cristiano comienza su vida como santo, escogidos de Dios, santos y amados según Colosenses 3:12. Jesús es hecho santificación para Él. La persona salva es un santo, no llega a ser santo. La Biblia declara dos veces en una versión el hecho de que el creyente es llamado a ser santo (Romanos 1:7 y I Corintios 1:2). Eso no significa que uno es salvo en un punto de la voluntad de Dios con sus deseos de que algún día este salvo llegue a ser santo, de ninguna manera. Pablo dijo que los cristianos eran llamados santos, no que iban a llegar a ser santos pero que eran llamados santos, “alabado sea Dios”. Santos entonces, es la indicación común de los cristianos y para los miembros de la congregación cristiana. Pablo se dirigió a la iglesia en Roma de esta forma, “amados de Dios, llamados a ser santos” (Romanos 1:7). En I Corintios 1:2 se dirige de esta forma, “a la iglesia de Dios que está en Corintio, a los santificados en Cristo Jesús llamados a ser santos”. Se dirigió a los creyentes en Éfeso, a los santos en Éfeso; a los de Filipos, a los santos en Filipo y concluyó su carta a los Filipenses con estas palabras, “Saludad a todos los santos en Cristo Jesús” (Filipenses 4:21). En el libro de Hechos existen muchas referencias a los santos en Jerusalén, cada creyente es santificado en Dios el Padre y guardado en Jesucristo (Judas 1:1). Eso significa que cada cristiano es un santo, cada vez que sale la palabra santo en el nuevo testamento, en unas 60 ocasiones, se refiere a las personas que han confiado en Jesucristo como su salvador personal, ¿eres tú un creyente en cristo? ¿Es Él tu salvador personal? Si lo es, entonces eres un santo de Dios. Recibiste santidad con tu nacimiento espiritual, así como recibes ciudadanía con nacer físicamente. Dios ha hecho que Jesús sea sabiduría, justificación, santificación y redención para ti, eres tanto un santo de Dios como cualquier otro que haya vivido antes o que vivirá después de ti. La santidad no es un mérito humano que se obtiene con vivir más santo que otro, o que se compra con sacrificios, es un estado de la persona quien es un hijo de Dios por medio de la fe en Jesucristo. Cristiano, regocíjate en tu posición santa, eres un santo de Dios. Si no eres cristiano, arrepiéntete de tus pecados y ten fe en Cristo Jesús. Tú puedes ser un santo de Dios por medio de la salvación, esa es la buena nueva del evangelio cristiano. Padre, gracias porque, habiéndonos levantado del pecado, nos has hecho nada menos que santos tuyos, ¡cómo nos maravillamos de tu gracia! Realizando esto nos regocijamos y nuestros corazones se llenan de gozo y te damos las gracias, oramos que cada cristiano pueda realizar su herencia en Cristo Jesús y que muchos no creyentes puedan venir a la salvación hoy mismo, en el nombre de Jesús lo pedimos. Amén.

Otros archivos en esta serie