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Atentamente Pablo
Lección Nueve: El Mayordomo Cristiano
Valmori Zelaya
(Centro De Vida)
Duración: 00:18:40 Minutes
Listens:
20
Aired on Dic 01, 2019

Escritura

Romanos 12:6-17; 1 Corintios 4:2-5

De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza; el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría. El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno. Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros. En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor; gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración; compartiendo para las necesidades de los santos; practicando la hospitalidad. Bendecid a los que os persiguen; bendecid, y no maldigáis. Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran. Unánimes entre vosotros; no altivos, sino asociándoos con los humildes. No seáis sabios en vuestra propia opinión. No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres. Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel. Yo en muy poco tengo el ser juzgado por vosotros, o por tribunal humano; y ni aun yo me juzgo a mí mismo. Porque aunque de nada tengo mala conciencia, no por eso soy justificado; pero el que me juzga es el Señor. Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones; y entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios.

Mire esta lista de dones e imagine los tipos de personas que podrían poseerlos. Los profetas poseen, por lo general, denuedo y oratoria. Los que sirven (los que ministran) son fieles y leales. Los que enseñan son pensadores claros. Los que exhortan saben cómo motivar a otros. Los que reparten son generosos y confiables. Los que presiden son buenos organizadores y directores. Los que tienen misericordia son amorosos y se sienten muy felices cuando dan su tiempo a otros. Sería muy difícil que una sola persona acaparara todos estos dones. Un profeta positivo quizás no sea necesariamente un buen consejero y uno que reparte a lo mejor falla como administrador. Cuanto usted identifica sus dones, pregúntese cómo puede utilizarlos para edificar la familia de Dios. Al mismo tiempo, acepte que sus dones no pueden llevar a cabo todo el trabajo de la iglesia. Sea agradecido con quienes tengan dones diferentes a los suyos. Procure que sus puntos fuertes equilibren las debilidades que otros tengan y agradezca que las habilidades de ellos le ayuden a superar sus deficiencias. Juntos pueden edificar la Iglesia de Cristo. Lamentablemente, es una tentación juzgar a los demás cristianos, evaluándolos si son o no buenos seguidores de Cristo. Pero sólo Dios conoce el corazón de la persona, y sólo Él tiene el derecho de juzgarnos. La advertencia de Pablo a los corintios también debiera ser para nosotros. Debemos confrontar a los que pecan, pero no debemos juzgar quién es un mejor siervo de Cristo. Cuando usted juzga a alguien, se considera automáticamente mejor, y eso es arrogancia.

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