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Atentamente Pablo
Lección Dos: La Belleza De La Adoración
Valmori Zelaya
(Centro De Vida)
Duración: 00:20:50 Minutes
Listens:
39
Aired on Oct 13, 2019

Escritura

1 Corintios 8:4-6; Efesios 5:18-20; Filipenses 2:9-11

Acerca, pues, de las viandas que se sacrifican a los ídolos, sabemos que un ídolo nada es en el mundo, y que no hay más que un Dios. Pues, aunque haya algunos que se llamen dioses, sea en el cielo, o en la tierra (como hay muchos dioses y muchos señores), para nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y un Señor, Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de él. No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu, hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones; dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.

En la primera carta a loa corintios capítulo 8 versículo 6 el apóstol Pablo escribió: “sólo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y un Señor, Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de él”. Sólo cuando conocemos a Dios de verdad podremos adorarle en espíritu y en verdad. Sean bienvenidos a seguidores del maestro. Una producción de Radio Bautista Centro De Vida y Lifeword en español. Jesucristo nos dio las instrucciones básicas para la adoración verdadera en el evangelio de Juan capítulo 4: y los versículos 23 y 24 dice la palabra de Dios “los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren”. Con estas palabras Jesús nos enseñó   que la adoración tiene que hacerse en espíritu, no en el legalismo de ritos externos que no afectan el corazón, y en verdad, sin la influencia de doctrinas falsas o prácticas corruptas. El edificio en el cual se reúnen los miembros de una iglesia es un lugar dedicado a la adoración a Dios y al estudio de Su Palabra. No es el único lugar en el cual podemos encontrarnos con Dios, pero es un lugar especial para este propósito. Resolvamos o decidamos hacer que los cultos de adoración sean reverentes y significativos delante de nuestro Dios no simplemente un tiempo en el cual se exhibe la adoración o se muestra un tipo de adoración sino un corazón sincero y abierto en alabanza que exalte el nombre de Jesús. pensemos en la pregunta ¿A quién adoramos? Todos adoramos. Los exploradores reportan que aun las personas menos civilizadas en este mundo practican algún tipo de adoración. Aquellos que viven en Aldeas o regiones lejanas y que no tienen contacto con la civilización los que se declaran ateos, rechazando la existencia de un Ser supremo, han puesto al ser humano como su propio dios así que, Algunos adoran a los ídolos. El único Dios verdadero se ha revelado a todas las personas en el mundo entero. Se ha revelado claramente ante los ojos de cada persona desde la creación del mundo. La naturaleza claramente declara la existencia de Dios que cualquier persona que lo rechaza no tiene ninguna excusa. Pero, si la revelación de Dios es tan evidente, ¿por qué apareció la idolatría?  ¡A causa de la depravación del corazón del ser humano! El apóstol le escribió a los romanos las siguientes palabras  «Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias,  sino  que se envanecieron en sus razonamientos,  y  su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios,  se  hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles» (Romanos 1:21-23). ¿Cómo puede alguien adorar a algo que sus propias manos hicieron?  ¡Qué ridículo es hacer una imagen de una pieza de madera, arrodillarse ante ella y adorarla,  y luego juntar los trozos y pedacitos que se sobraron para quemarlos en el fuego y así cocinar quizás alguna comida!  (Véanse Isaías 40:19, 20; 44:9-20; 46:1, 2.) Hay millones de personas en el mundo hoy día que adoran a los ídolos. Satanás, el gran engañador, los mantiene en la oscuridad, esclavizados al pecado. La palabra de Dios dice que Nosotros adoramos al Dios verdadero. Sólo hay un Dios. En Isaías 44:6 dice la palabra de Dios: Así dice Jehová Rey de Israel, y su Redentor, Jehová de los ejércitos: Yo soy el primero, y yo soy el postrero,  y fuera de mí no hay Dios» Isaías 45:5 dice: «Yo soy Jehová, y ninguno más hay; no hay Dios fuera de mí…» Debemos entender que Dios es Soberano. En el libro de Daniel capítulo 4 y versículo 35 dice la palabra de Dios «…y él (refiriéndose a Dios)  hace  según su voluntad en el ejército del cielo,  y en los habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su mano, y le diga: ¿Qué haces?». Dios es el Creador de todo. En Isaías 40:20 leemos que Dios creó todo. Él cuenta las estrellas, pone nombre a cada una y las mantiene en sus lugares. También nos creó a nosotros así que, por ende, debemos adorarle. Dios es infinito. Su conocimiento es infinito,  así que sabe todo acerca de cada uno de nosotros (Isaías 40:27).  Su poder es infinito.  Nunca   se cansa  (Isaías 40:28).  Es imposible   conocer plenamente a Su Persona divina a causa de Su infinidad,  pero  le podemos conocer por medio de Jesucristo. Dios es clemente. Comparte gratuitamente con Sus hijos Su sabiduría,  Su poder y Su santa presencia. En el libro de Isaías capítulo 40 y los versículos 29 al 31 encontramos lo siguiente:  «Él da esfuerzo   al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán». Se deleita en ayudarnos. Dios es un Padre y un Salvador (1 Corintios 8:6). Trata con nosotros en amor como padre y redentor. Su propósito es levantarnos y bendecirnos así que, ¡Debemos adorar con todo nuestro corazón a este Dios amoroso! Nuestra adoración al Dios verdadero es un gran contraste a las religiones de los hombres que adoran a los dioses falsos. Ellos tienen supersticiones; nosotros amados hermanos, nosotros tenemos fe. Ellos tienen ídolos que no tienen vida; nosotros   tenemos al Dios vivo y verdadero. Ellos tienen temor; nosotros tenemos seguridad. Ellos tienen terror; nosotros tenemos el amor de Dios.  Ellos practican sus obras para apaciguar la ira de sus dioses; nosotros tenemos el perdón de Dios.   Ahora bien ¿Cómo debemos orar delante del padre? Adoramos por medio del Espíritu. No lo olvidemos. Jesucristo dijo que el Padre busca a personas que le adoren en espíritu y en verdad. Una adoración en espíritu hace necesarios la presencia y el ministerio del Espíritu Santo. La adoración por medio del Espíritu Santo es necesaria a causa de los ministerios que Él realiza por nosotros.  (1) El Espíritu Santo nos hace conscientes de Dios y de nuestra necesidad de Él, convenciéndonos del pecado (Juan 16:7-11). (2) Cuando un pecador se arrepiente, el Espíritu Santo realiza el milagro de la regeneración. (Juan 3:5, 6, 8). (3) En el mismo momento, Dios sella al creyente con el Espíritu Santo por toda la eternidad (Efesios 1:13,  14; 4:30). (4) Desde entonces, el Espíritu entra en el ser del creyente y mora en él para siempre, no dejándole ni siquiera por un solo momento (Juan 14:17; Romanos 8:9). (5) El Espíritu Santo enseña al creyente las cosas de Dios  (Juan 16:12-15; 1 Corintios 2:9-14). (6) también intercede por nosotros cuando oramos,  haciendo que nuestras peticiones sean eficaces (Romanos 8:26,  27). (7) Dirige a los siervos de Dios a los lugares en donde deben servir (Hechos 8:29; 10:19, 20; 16:7). (8) Todo el tiempo el Espíritu Santo nos da testimonio de la bendita seguridad de que somos hijos redimidos de Dios por la fe en el Señor Jesucristo (Romanos 8:14-17). Adoramos por medio de los cantos y la música.  Los cantos son una parte importante de la adoración. Las palabras de los himnos frecuentemente describen los sentimientos y las alabanzas de un corazón adorador mejor que las propias palabras de uno.  La armonía de la música contribuye al significado de esas palabras. Pablo menciona tres diferentes tipos de cantos que se pueden usar en la adoración. El habla de los «salmos, himnos y cánticos espirituales». Estos tres representan tres niveles o clases de cantos religiosos.  Dios aprueba varios tipos de música con tal que sean expresiones verdaderas de nuestra adoración. La próxima vez que usted asista a un culto de adoración, asegúrese de que su participación en la adoración por medio de los cantos sea un acto verdadero de adoración. Escuche cuidadosamente las palabras. Exprese con su corazón la alabanza, petición o adoración del canto. Cante con gozo en su corazón como si las palabras del canto fueran sus propias palabras y presente el himno a Dios como un acto de alabanza. Nunca olvidemos   Adorar con gratitud. Una manera de magnificar el valor divino de Dios es reconocerlo como el gran Dador de todas nuestras bendiciones. Santiago 1:17 dice las siguientes palabras Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación. El salmista nos amonesta y nos dice en el Salmo 100: Entrad por sus puertas con acción de gracias, Por sus atrios con alabanza; Alabadle,   bendecid su nombre. Debe haber ocasiones de adoración en las cuales no pedimos nada,  sino que le damos gracias por todo lo que ha hecho por nosotros. En último lugar surge la pregunta ¿Por qué adoramos? La adoración es la respuesta natural a la revelación de la Persona de Dios. Le adoramos porque Él es digno de ser adorado. La naturaleza misma de Dios despierta la actitud de adoración en nuestro corazón. Aunque durante Su encarnación Jesús físicamente era como otros hombres   (con excepción de Su naturaleza divina),  ahora le conocemos en el Espíritu. Esto nos da una actitud completamente diferente para con Él. Nos maravillamos tanto de Su gracia como majestad en Su estado postencarnado. En el  lenguaje cotidiano, Filipenses 2:9-11 diría algo así: «Dios ha exaltado a Jesucristo hasta el lugar más alto, y le ha dado el nombre que es supremo sobre cualquier otro nombre.  Algún día, en adoración del nombre de Jesús, cada rodilla se doblará: todos los seres que moran en el cielo,  en la tierra y en el Hades. Cada lengua abiertamente confesará que Jesucristo es el Señor. Esto glorificará a Dios, el Padre, y a Su Hijo, Jesucristo nuestro Salvador». Hebreos capítulo 2 y versículo 9 dice: «Pero vemos a aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús, coronado de gloria y de honra,  a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios gustase la muerte por todos». Viéndolo así, debemos arrodillarnos ante Él en adoración y alabanza. La adoración es una experiencia maravillosa.  Limpia la mente como la lluvia purifica la atmósfera. Hace que uno se sienta más cerca de Dios, ilumina al corazón y suple cada necesidad. Los cultos de adoración en la iglesia nos deben proveer un ambiente en el cual usted pueda adorar a Dios en espíritu y en verdad. La adoración no debe limitarse a dos o tres cultos en la iglesia cada semana. Los miembros de cada familia necesitan oportunidades de adorar   juntos   en el hogar. Cada persona   necesita   pasar momentos en privado leyendo la Biblia, cantando alabanzas, orando y disfrutando del compañerismo personal con Dios. En el mundo tan apresurado de hoy, existe el peligro de no pasar tiempo suficiente en la adoración. Tengamos cuidado de no permitir que esto ocurra en nuestra vida. Adoremos a Dios cada día en el hogar y cada semana en los cultos de nuestras iglesias locales. Adoremos a Dios en espíritu y también en verdad. Radio bautista Centro De Vida y Lifeword en español presentaron su programa Seguidores Del Maestro. Un programa de la editorial bautista misionera de América. para más información puede contactarnos en nuestro sitio web www.lifeword.org. Sección en español bendiciones.

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