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Atentamente Pablo
Lección Seis: Compañerismo
Valmori Zelaya
(Centro De Vida)
Duración: 00:21:00 Minutes
Listens:
20
Aired on Nov 10, 2019

Escritura

Efesios 2:13-19; Gálatas 3:26-29; 6:1-2

Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo. Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación, aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz, y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades. Y vino y anunció las buenas nuevas de paz a vosotros que estabais lejos, y a los que estaban cerca; porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre. Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios, pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús; porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos. Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa. Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado. Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo.

En la carta a los efesios capítulo 2:19 dice: “Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios” como hijos de Dios estamos llamados a fortalecer los lazos del amor fraternal en la iglesia. Sean bienvenidos a seguidores del maestro una producción de Radio Bautista Centro De Vida y Lifeword en español. Comencemos. Hoy vamos a hablar acerca de nuestro compañerismo. Es la lección numero seis de esta seria Atentamente Pablo. La palabra compañerismo significa «compartimiento mutuo; amistad entre amigos o también podemos encontrarlo como fraternidad». El compañerismo cristiano se basa en nuestra relación mutua con Cristo Jesús. en esta lección enfatizará el compañerismo entre los miembros de una iglesia. Existe una diferencia entre el compañerismo congregacional y el compañerismo cristiano.  Cada persona salva puede participar en el compañerismo cristiano,  pero  el compañerismo en una iglesia se limita a los que componen su congregación. Los miembros de la misma congregación local disfrutan de una relación que no comparten con otras personas. Además de su redención en Cristo,  afirman los mismos principios doctrinales, tienen un afecto común para los demás   miembros   y ministran con sus distintos dones para la edificación del mismo   cuerpo de creyentes. Por lo tanto, este compañerismo es más limitado que el compañerismo cristiano. También, popemos hablar del compañerismo que existe entre iglesias de la misma fe y orden. Las congregaciones que tienen las mismas creencias tienen una relación entre sí que no tienen con las congregaciones que tienen diferentes creencias y prácticas. Ahora Pensemos En La Base De Nuestro Compañerismo. Cada iglesia local pertenece a Jesucristo porque los que componen la iglesia pertenecen a Él. Entonces,  un  estudio de la base del compañerismo en la iglesia es de veras un estudio de nuestra relación común con Jesucristo. Para ello tenemos que hablar de La redención: Este es el primer paso. Efesios 2:13 dice:  «Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo». Fíjese en el cambio que resulta de la redención. El apóstol Pablo está hablando del compañerismo entre   judío   y gentil,   no sólo entre los hermanos en general.  El prejuicio racial (y religioso) entre los judíos y los gentiles en ese entonces era algo muy serio y es que llegaban al extremo de odiarse los unos a los otros. Pero algo ocurría cuando un gentil y un judío aceptaban a Jesucristo como Salvador. En Cristo, ¡ya no eran enemigos,  sino hermanos! Así debe ser hoy en día. Las diferencias de cultura, raza, nacionalidad,  idioma y edad no afectan la relación del individuo con Dios. Tampoco debe afectar nuestra relación con otro hermano en Cristo. La redención hace posible y deseable el compañerismo. Otro Especto importante es La reconciliación:  El que acepta a Cristo como lo expresa 2 Corintios 5:17«nueva criatura es. Sus hábitos y actitudes viejos son cambiados, pues ya recibió «la mente de Cristo»  (1 Corintios 2:16).  Vallamos a Dios y a los demás con la misma actitud que tiene Jesucristo. El resultado es que somos «reconciliados con Dios» (Romanos 5:10). Somos Sus hijos amados y miembros de Su reino y Su hogar celestial. Por medio de Su muerte, Jesús reconcilió con Dios a ambos judío y gentil (Efesios 2:16). La reconciliación con Dios cambió la actitud del judío y del gentil el uno hacia el otro. Dice la palabra de Dios «Porque él  (Cristo)  es  nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno…» (Efesios 2:14). La diferencia entre ellos fue «la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas» de la religión judía (Efesios 2:15). Cuando Jesús cumplió todos los requisitos de la ley ritualista,  los hizo inválidos y obsoletos. El judío ya no se acudía a Dios por medio de los ritos. Ambos judío y gentil se acercarán a Dios de aquí en adelante por medio de Jesucristo. Ninguno era superior al otro. La «pared intermedia de separación» (Efesios 2:14) fue derribada. Hablemos también de la entrada: La palabra «entrada» en Efesios 2:18 habla de un acceso libre a la presencia divina de Dios (Romanos 5:2). En el Antiguo Testamento, sólo al sumo sacerdote le era permitido entrar al Lugar Santísimo,  y esto sólo una vez al año. Pero en Cristo, aun los gentiles que eran despreciados tienen la misma oportunidad que los judíos salvos de entrar a la presencia de Dios. otro especto importan ante es La aceptación:  Los términos «extranjeros» y «advenedizos» (Efesios 2:19) fueron usados para describir a los que no disfrutaban de los derechos de la ciudadanía. Esta era la condición de los gentiles, pero ya no era así. A pesar del prejuicio judío en contra de ellos, Dios había hecho de los gentiles creyentes  «conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios». Y Dios hizo lo mismo con nosotros,  también. Dios no recibe a las personas por su ascendencia nacional ni por los ritos religiosos que hacen. Acepta a cada uno según su fe en Cristo. Todos tenemos el derecho de acercarnos a Él. debe existir una base Para Nuestro Compañerismo. Pero también debemos pensar en los beneficios de nuestro compañerismo. En primer lugar, Pertenecemos a la familia de Dios. Hay dos palabras importantes en Gálatas 3:26 en las cuales debemos prestar atención, la primera es: «todos» y la segunda es: «hijos». La primera subraya el hecho de que ambos los gentiles y los judíos son recibidos. Testifica que  «Dios no hace acepción de personas, sino que en toda nación se agrada del que le teme y hace justicia» (Hechos 10:34,  35). Los judíos y los gentiles, los educados y los analfabetos, los ricos y los pobres, todos los que se arrepienten de sus pecados y creen en Cristo reciben una bienvenida de parte de Dios. La segunda palabra enfatizada es «hijos». Pablo usa esta palabra para expresar la idea de la libertad mientras   que Juan la usa para ilustrar el amor,   pero los dos declaran positivamente el hecho de la relación existe con el Padre divino.  (Véanse Gálatas 4:6, 7; Romanos 8:14; 1 Juan 3:1, 2, 10.) Debemos ser conscientes de que la membrecía de una iglesia no lo coloca a uno en la familia de Dios, sino testifica que uno ya es miembro de la familia de Dios. Los que verdaderamente son salvos, ya compartiendo el compañerismo cristiano,  profundizan este compañerismo por medio de su membresía en una iglesia. Otro beneficio de tener compañerismo es que se nos ser bautizarnos. El bautismo es un rito del cual Jesús aprobó por medio del ejemplo (Mateo 3:13-17) y del mandato (Mateo 28:19, 20). Por medio del bautismo uno expresa su lealtad a Dios. El bautismo cristiano testifica visualmente que el candidato ha muerto al pecado y ha resucitado para vivir una vida nueva en Cristo y por Cristo. Es el primer acto de obediencia que el Señor requiere de los creyentes.   Por lo tanto, el bautismo es un símbolo de identificación con Cristo. El bautismo no salva a nadie. El bautismo no quita los pecados de la carne,  sino que es la respuesta «de una buena conciencia hacia Dios» (1 Pedro 3:21). A través del compañerismo Tenemos la unidad en Cristo. Pablo menciona en Gálatas 3:28 tres causas de la división entre las personas: en primer lugar, menciona la raza ya sea judío o gentil, menciona la posición social hablando de los esclavos y los libre   y habla también del género,  hombre y mujer. Ninguna de estas cosas, sin embargo, hace una distinción en el compañerismo cristiano. Todos somos uno en Cristo Jesús. Las diferencias, entonces, son borradas; la unidad se ha obtenido. La base del compañerismo cristiano es interno, no externo; espiritual,  no físico. A través del compañerismo nos damos cuenta que Somos herederos de la promesa. En Gálatas 3:29 Pablo va más allá de la iglesia y con una frase abraza todas las promesas de Dios. Aun las promesas a Abraham y sus descendientes son incluidas como promesas a los gentiles que confían en Jesucristo. Jesucristo es la «simiente»  de Abraham. Todas las promesas hechas a Abraham tuvieron su cumplimiento perfecto en Cristo (Gálatas 3:16). Si usted pertenece a Cristo, es heredero o heredera de estas promesas y su cumplimiento bendito. Las promesas   pasaron   a los descendientes físicos de Abraham por medio de la ley. Pasan a los descendientes espirituales de Abraham por medio de la gracia. Nuestra   relación   con Jesucristo hace cierto que tendremos parte en el cumplimiento de ellas. Cuando nosotros practicamos el compañerismo hay bendiciones. Una de ellas es La restauración:  Cuando uno de los miembros de una iglesia cae en pecado, necesita la ayuda de parte de los demás miembros de la congregación. La persona que está en error no necesita la condenación sino la restauración. Pablo dice que los miembros de una iglesia siempre deben   estar listos y dispuestos a restaurar   a un hermano que ha cometido una falta y se ha arrepentido. Romanos 15:1 dice: «Así que, los que somos fuertes debemos soportar las flaquezas de los débiles, y no agradarnos a nosotros mismos». Esto incluye dar la bienvenida a un hermano débil que desea ser miembro de nuestra congregación, rehusando disputar con él sobre trivialidades (Romanos 14:1). En vez de juzgarlo, escuche muy bien, debemos usar nuestro tiempo y nuestros esfuerzos para edificarlo (Romanos 15:2). La palabra restaurar es un término quirúrgico comúnmente usado para describir el acto de componer un hueso que está quebrado. La idea del castigo está ausente.  Si hay un lugar en el mundo donde un hermano debe esperar recibir la ayuda y la comprensión, debe ser en la iglesia, donde los lazos del compañerismo unen a todos en una hermandad santa. Otra bendición que encontramos al tener compañerismo cristiano es el apoyo mutuo: Las únicas cargas que Dios autoriza al creyente llevar son las de otros. La única ley que el cristiano tiene que obedecer es la de Cristo. Uno que lleva las cargas de otros está cumpliendo la ley de Cristo. Cada hermano tiene el derecho de esperar comprensión, compasión y apoyo de cada uno de los demás hermanos de la iglesia. Si no es así en la iglesia a la cual usted asiste, no están obedeciendo la ley de Cristo como está expresada en Gálatas 6:2.  El hermano más débil debe encontrar la fortaleza y el apoyo en el compañerismo de su iglesia local. Los términos hermano o hermana se usan con frecuencia para referirse a otro miembro de la iglesia.  Describen la relación de hermandad entre los de la familia de Dios. Testifican de esta relación familiar que nos hace tener la compasión mutua. Nuestro compañerismo es una bendición verdadera, pero tiene que ser cultivado   y mantenido. Satanás tratará de destruir nuestro compañerismo si se lo permitimos. Así que rehusemos darle la oportunidad. Que Dios nos bendiga al estudiar su palabra, que Dios nos ayude a tener verdadero compañerismo en nuestras Iglesias locales, que Dios nos ayude hacer compasivos, Que Dios nos ayude a restaurar a nuestros hermanos, Que Dios nos ayude a seguir adelante amándonos los unos a los otros y llevando las cargas los unos de los otros si Dios lo permite nos vamos a escuchar en la próxima lección Radio Bautista Centro De Vida y Lifeword en español, presentaron su programa Seguidores Del Maestro, un programa de la editorial Bautista Misionera de América. para más información puede contactarnos en nuestro sitio web www.lifeword.org, sección en español. Bendiciones

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