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Atentamente Pablo
Lección Diez: El Valor Del Autodominio
Valmori Zelaya
(Centro De Vida)
Duración: 00:15:45 Minutes
Listens:
52
Aired on Dic 08, 2019

Escritura

Romanos 7:14-24; 12:1-2; 1 Corintios 9:26-27

Porque sabemos que la ley es espiritual; más yo soy carnal, vendido al pecado. Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago. Y si lo que no quiero, esto hago, apruebo que la ley es buena. De manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí. Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo. Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí. Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí. Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros. ¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte? Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire, sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado.

“Yo soy carnal, vendido al pecado" Al observar estas palabras del apóstol Pablo quizás sea una referencia a la vieja naturaleza que busca rebelarse e independizarse de Dios. Si como cristiano trato de luchar contra el pecado con mis fuerzas, me deslizo hacia las garras del pecado. Pablo menciona tres lecciones que aprendió al enfrentar sus antiguos deseos pecaminosos. Primero, El conocimiento no es la respuesta (7:9) Pablo se sentía bien mientras no entendía lo que la Ley demandaba. Cuando aprendió la verdad, supo que estaba condenado. Segundo, La autodeterminación (luchar con nuestras fuerzas) no da resultado (7:15). Pablo descubrió que pecaba en formas que ni aun le eran atractivas. Tercero, Con ser cristiano no se logra desarraigar todos los pecados en la vida de creyente (7:22-25). Ahora bien, nacer de nuevo requiere un momento de fe, pero llegar a ser como Cristo es un proceso de toda la vida. Pablo compara el crecimiento cristiano a una buena carrera o pelea. Tal como Pablo viene enfatizando desde el comienzo de su carta a los Romanos, nadie en el mundo es inocente, nadie merece ser salvo, ni el pagano que desconoce las leyes de Dios, ni el cristiano ni el judío que sí las conoce y procura guardarlas. Todos debemos depender por completo de la obra de Cristo en cuanto a nuestra salvación. No la podemos ganar con buena conducta. Nunca debemos mencionar el poder del pecado ni a Satanás como excusa, porque son enemigos vencidos. Sin la ayuda de Cristo, el pecado es más fuerte que nosotros y algunas veces somos incapaces de defendernos de sus ataques. De ahí que nunca debiéramos enfrentarnos al pecado solos. Jesucristo, quien venció el pecado de una vez y por todas, ha prometido pelear a nuestro lado. Si buscamos su ayuda, no caeremos en pecado. Cuando Pablo dice que puede ser eliminado, no quiere decir que puede perder su salvación, sino que puede perder su privilegio de anunciar a otros el mensaje de Cristo. Es fácil decir a otros cómo vivir y no respaldar con nuestra vida lo que decimos. Debemos practicar lo que predicamos.

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