(Centro De Vida)
Escritura
vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; 6 al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; 7 a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. 8 Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. 9 Pero el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados. 10 Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás. 2 Pedro 1:5-10 sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado.
La Palabra de Dios nos dice que, aunque hablemos en árabe, italiano, chino, inglés, español y cualquier otro idioma, de nada nos sirve si no tenemos amor, nos enseña que, si tuviéramos la capacidad de predecir el futuro, y no tenemos amor, de nada nos sirve. Nos declara que, aunque entendiéramos todas las ciencias, pudiendo explicar lo misterios del mundo, que no nos serviría de nada si no tenemos amor, y aunque tuviéramos tal fe como para ordenar a una montaña, quitarse de su lugar, de nada nos sirve si nos falta amor. Podríamos ser tan religiosos como para dar todos nuestros bienes a los pobres y entregar nuestros cuerpos en sacrificio. Pero si no tenemos amor, Dios dice que de nada nos sirve, o sea, que el haber hecho todas estas cosas sin amor, es haber hecho absolutamente nada en los ojos de Dios. El asunto es que Dios no está interesado con nuestros sacrificios sino con actitud de nuestro corazón. Podemos hacer sacrificios por compromiso y no por las razones correctas. Podemos hacer cosas por responsabilidad y deber y no porque nuestro corazón está en ello. Me acuerdo cuando mi papá me hacía pedirle disculpas a mi hermano menor, cuando yo lo había golpeado o le había hecho algún daño, y me paraba frente a mi hermano y le decía lo siento. Pero era de boca nada más, lo decía porque sabía que me iba mal con mi papá sino le obedecía en decirle perdón a mi hermano, pero en mi corazón no estaba arrepentido yo de nada. Así es con la mayoría de los cristianos quienes honran a Dios con sus labios, pero cuyos corazones están lejos de Él; mi papá no podía ver mi corazón, Dios si ve el corazón y sabe cuándo estamos haciendo algo de corazón o simplemente porque es nuestro deber. Hemos estado estudiando acerca de una lista de cosas que necesitamos añadir a nuestra fe para poder crecer espiritualmente. Hoy vamos a tocar el último elemento mencionado en nuestro texto de la serie de estudios, es amor. 2 Pedro 1:5-10, dice: “vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Pero el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados. Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás”. Todos sabemos que Dios es amor, y si Dios vive en nosotros, su amor también está en nosotros, sin embargo, tener amor y expresar amor, son dos cosas muy distintas. Yo amo a mi esposa y a mis dos hijos, pero muchas veces se me olvida expresarles mi amor en palabra y en hecho; no existe ninguna duda de que ellos me aman a mí, pero siempre me agrada escuchar un te amo de parte de ellos. MI hija tiene costumbre de dejarme notitas donde las puedo encontrar y siempre me animan. La realidad del asunto es que todos queremos ser amados. Practicar amor es algo difícil. Por eso nuestro texto, al igual que todos los demás elementos, nos enseña que debemos añadir estas cosas con diligencia, mostrando la urgencia de que tengamos estos ingredientes en las vidas e indicando que no será una tarea fácil de lograr. Es difícil practicar amor en nuestro diario vivir, simplemente porque tenemos una naturaleza carnal, la cual siempre va en busca de su propio bienestar. Nuestra naturaleza carnal bajo la influencia de Satanás nos hará sentir que somos superiores a los demás y que nosotros merecemos recibir homenaje de los demás. Como hemos mencionado en otros estudios anteriores, aprendemos por repetición. Vivimos en un mundo donde el amor no es practicado, vivimos en un mundo en donde todos tratan de aprovecharse de los demás, esta repetición se ha incrementado profundamente en nuestro subconsciente, de tal manera que nosotros nos hemos contagiado y hacemos lo que hemos visto hacer. No debiera sorprendernos el hecho de que el mundo no practique amor, pues Dios es amor, y como el mundo no le conoce, pues, ¿cómo va a practicar amor? Tomando en cuenta lo de nuestra naturaleza carnal, nos será necesario tomar medidas prácticas para poner en práctica este elemento, nos será necesario poner en práctica el método del apóstol Pablo, mencionado en 1 Corintios 9:27, donde el famoso siervo del Señor, dijo que a veces le era necesario golpear su cuerpo, haciéndolo sujetarse al espíritu; aquí es donde entra el asunto del dominio propio, porque habrán momentos en nuestras vidas cuando será más fácil ser odioso y tratar mal a las personas, especialmente cuando sienten que merecen sr tratados así, lo que debemos comprender es que todos somos influenciados por Satanás, y que debido a nuestra naturaleza carnal, no es fácil rechazar dicha influencia, principalmente cuando uno no es salvo o no ha sido instruido en la Palabra de Dios. Una vez que hemos aprendido a hacer las cosas por amor a Dios y al prójimo, y no porque es nuestro deber o responsabilidad, nuestro punto de vista concerniente a la vida, cambiará totalmente. Hace unos momentos estábamos hablando acerca de poder mover montañas y predecir el futuro además de otras cosas, y vimos que la Biblia nos enseña que, aunque pudiéramos hacer todas esas cosas, de nada serviría si no tenemos amor. La razón por la cual no serviría de nada es porque el poder hacer esas cosas, no trae ninguna satisfacción eterna, sí pueden complacer por el momento, pero esa complacencia, pronto se acaba, porque es carnal, mientras que cuando las cosas se hacen con amor, el resultado es muy diferente. Muchas veces yo he ido al templo porque era mi deber hacerlo, era mi responsabilidad estar ahí, yo tenía que traer el mensaje, o dirigir los cantos o dar la en la escuela dominical. Mi perspectiva o punto de vista era que Dios iba a estar agradecido por la sencilla razón de que yo estaba cumpliendo con mis deberes, ¿cuál fue mi sorpresa cuando me di cuenta de que no era así? Dios no se complace con un sacrificio no hecho de corazón. Cuando voy al templo debo ir para bendecir a Dios, no porque es mi deber hacerlo, debo ir para hacer una bendición a Él, y no porque es mi responsabilidad; debo ir porque amo a Dios y porque estoy agradecido por la vida eterna que me ha dado, y cuando llego de esta manera al templo, entonces soy bendecido, porque cuando bendigo a Dios, soy bendecido por Él. Lo que el hombre sembrare, eso también segará. Si siembro bendición, segaré bendición, y esto si complace a Dios. El no practicar amor en nuestras vidas, nos llevará a una vida fría, amarga y solitaria. Nuestro texto dice que la persona que no añade amor a su fe será corto de vista, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados, o sea que esta persona se olvidará de lo mucho que Dios la ha perdonado, y buscará la manera de desquitarse con el mundo, su vida se llenará de veneno, siempre verá el mal en las personas, siempre esperará que le traten mal y por lo consiguiente nunca establecerá amistades. Llegará a ser una persona digna de lástima, un pobre ejemplo de lo que es un verdadero cristiano, hermanos, si nosotros hemos llegado a ser así, es hora de cambiar eso, no podemos agradar a Dios viviendo de esa manera. El amor se debe ver en nuestras vidas, el amor. El amor es algo que debemos buscar añadir a nuestras vidas con diligencia, y la única manera de compartir amor es compartir a Dios, pues como dijimos anteriormente, Dios es amor. Este amor es desinteresado, no espera nada a cambio, es compartido porque el individuo desea compartirlo y únicamente por eso. Ese es el tipo de amor que Jesús tiene para con nosotros, nos amó aun cuando nosotros buscábamos su muerte, de hecho, fueron nuestros pecados los que le enviaron a la cruz del calvario. Así que debemos luchar por añadir amor a nuestra fe, cuando aprendemos a practicar amor en nuestras vidas, vamos a observar muchas bendiciones de parte de nuestro Padre Celestial. Vamos a orar. Padre, gracias te damos por el amor que tú tienes para con nosotros. Estamos sumamente agradecidos. En estos momentos venimos ante tu trono para suplicarte que nos ayudes a compartir tu amor que está en nosotros, con las personas quienes nos rodean. Padre, nuestro hábito ha sido hacerle mal a los demás, antes de que nos hagan mal a nosotros, hemos sido egoístas haciendo las cosas por interés para nuestro propio beneficio. Te pedimos que nos perdones y esperamos tu auxilio, ya que esto no va a ser cosa fácil para añadir a nuestra fe. Confiamos en tu Palabra, en que no hay nada imposible para ti, y dependemos de ti y de tu ayuda para poner en práctica el amor. En el amor de Jesús, en el nombre de Él te lo pedimos todo. Amén.
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