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Temas de los Últimos Tiempos
Los Milagros
Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Feb 06, 2023
Feb 06, 2023
Duración:
00:14:32 Minutes
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Escritura

Deuteronomio 13:1-5

Cuando se levantare en medio de ti profeta, o soñador de sueños, y te anunciare señal o prodigios, 2 y si se cumpliere la señal o prodigio que él te anunció, diciendo: Vamos en pos de dioses ajenos, que no conociste, y sirvámosles; 3 no darás oído a las palabras de tal profeta, ni al tal soñador de sueños; porque Jehová vuestro Dios os está probando, para saber si amáis a Jehová vuestro Dios con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma. 4 En pos de Jehová vuestro Dios andaréis; a él temeréis, guardaréis sus mandamientos y escucharéis su voz, a él serviréis, y a él seguiréis. 5 Tal profeta o soñador de sueños ha de ser muerto, por cuanto aconsejó rebelión contra Jehová vuestro Dios que te sacó de tierra de Egipto y te rescató de casa de servidumbre, y trató de apartarte del camino por el cual Jehová tu Dios te mandó que anduvieses; y así quitarás el mal de en medio de ti.

Una de las cosas que más me han llamado la atención, son las apariciones y milagros que siempre han existido, pero que por algún motivo u otro, han logrado permanecer dentro de la lista de diez cosas más conversadas dentro de cada círculo social.  Creo que ya nadie se sorprende con las apariciones de la imagen de la Virgen en edificios, árboles, nubes y hasta en las columnas de humo que salen de los volcanes. Y qué de los amuletos que nos traen buena suerte. Desde un San Cristóbal colgado del espejo del carro, hasta la patita de conejo que llevamos en el llavero. Podríamos mencionar miles de cosas como la famosa pulsera de balance entre muchas otras. Cada quien tiene su creencia. Lo increíble es que existen personas quienes realmente creen que estos asuntos tienen poderes para curar, proteger y enriquecer. Y de esto es lo que quiero que hablemos hoy en El Contacto Cristiano.   ¿Realmente tienen poder estas cosas? ¿Pueden traernos algún beneficio? Bueno, investiguemos. Analicemos este asunto por medio de hacernos ciertas preguntas y luego iremos a la Palabra de Dios para ver lo que nos dice. ¿Qué es lo que sentimos al oír o al ver un evento de estos? No sé lo que sientes tú, pero yo de inmediato levanto un escudo defensivo. Tanto se ha hablado de platillos voladores, extraterrestres, el chupacabras y otras ridiculeces, que tengo cierta cautela al escuchar de cualquier cosa parecida a estas. Siento temor de que, si les prestó atención a estas cosas, aunque sea por curiosidad, van a apuntar de inmediato mi nombre en la lista de los demás locos, por lo consiguiente, mi primera reacción es el de burlarme de semejantes disparates. Pero no puedo desmentir el hecho de que me queda la curiosidad. ¿Será que me estoy perdiendo de algo? ¿Será que estoy equivocado en mi teología y en las cosas que he aprendido de Dios? Claro está, que para aquellos quienes profesan creer en estas cosas es un momento solemne y de mucha importancia. Todos estos eventos respaldan sus creencias y con gran devoción se arrodillan ante estos sucesos, volviéndose más creyentes que nunca en la religión que practican. Muchas personas no están dispuestas a creer estas cosas. Son como Tomás: “hasta que no mire con mis propios ojos no creo”. Ellos son los primeros en admitir que estaban equivocados una vez que experimentan uno de estos eventos que acabamos de mencionar. Primeramente, lo intentan explicar desde un punto de vista científico, pero no pudiéndolo hacer, se vuelven creyentes de estas cosas místicas; y ¿por qué no? Lo vieron con sus propios ojos. Uno de los problemas más difíciles es el intentar explicar que estas cosas suceden, pero que uno no debe depositar su confianza en ellas, porque no son eventos o milagros legítimos. El ser humano siempre ha tenido la tendencia de preferir lo material sobre lo espiritual. Si se puede palpar, o se puede ver con el ojo físico debe ser real; tiene que ser real. Y yo estoy de acuerdo, pero eso no significa que viene de Dios; no significa que es algo legítimo. El hecho de que algo se mire bien y sepa bien, no significa que es bueno para uno, no significa que agrada a Dios. ¿Alguna vez has hecho algo bueno en contra de tu voluntad para obtener algo que deseabas? ¿Cuántas señoritas han cometido la equivocación más grande de sus vidas, sencillamente por haber creído en las intenciones engañosas de ciertos jóvenes, que emplean esa artimaña para obtener lo que desean? ¿Cuántos niños están dispuestos a limpiar la casa, lavar los utensilios de comida y sacar la basura, con tal de que les den permiso para hacer algo que ellos quieren hacer? ¿Cuántas esposas saben exactamente cómo comportarse, para que ese marido se derrita y les compre ese vestido nuevo, que ellas tanto anhelan tener en su ropero? Pues no es diferente en el mundo espiritual; las mismas reglas se pueden aplicar y Dios las permite para ver hasta dónde llegamos en nuestra necedad, y probar así, nuestra total depravación. Si tienes tu Biblia, quiero que vayas conmigo a un libro del Antiguo Testamente. Vamos al libro de Deuteronomio y busquemos el capítulo 13, para leer los versículos del 1 al 5. Deuteronomio 13:1-5, dice lo siguiente. “Cuando se levantare en medio de ti profeta, o soñador de sueños, y te anunciare señal o prodigios, y si se cumpliere la señal o prodigio que él te anunció, diciendo: Vamos en pos de dioses ajenos, que no conociste, y sirvámosles; no darás oído a las palabras de tal profeta, ni al tal soñador de sueños; porque Jehová vuestro Dios os está probando, para saber si amáis a Jehová vuestro Dios con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma. En pos de Jehová vuestro Dios andaréis; a él temeréis, guardaréis sus mandamientos y escucharéis su voz, a él serviréis, y a él seguiréis. Tal profeta o soñador de sueños ha de ser muerto, por cuanto aconsejó rebelión contra Jehová vuestro Dios que te sacó de tierra de Egipto y te rescató de casa de servidumbre, y trató de apartarte del camino por el cual Jehová tu Dios te mandó que anduvieses; y así quitarás el mal de en medio de ti”. ¿Quién dice que la Palabra de Dios es anticuada? ¿Quién dice que ya pasó de moda? ¿Quién dice que el Antiguo Testamento es obsoleto y que no puede aplicarse a eventos actuales? Las preguntas a las cuales nos dirigimos con el fin de obtener una contestación en la cual podemos confiar es: ¿Realmente existen milagros? ¿Realmente existen estas apariciones? ¿Existen personas quienes han obtenido alguna ayuda de estas cosas supersticiosas? Y mi contestación es: Sí, sí, sí. Pero me es necesario señalar enfáticamente, que no todo lo que brilla es oro. No todo lo que parece ser bueno viene de Dios, y nuestro texto lo explica con gran claridad. Una de las cosas más populares del día, es el llamar a las líneas psíquicas. Al cambiar los canales del televisor, veremos a personajes vestidos de manera exótica, con gran lujo y rodeados de un ambiente de mucha riqueza. ¿Qué están haciendo? Anunciando el horóscopo y prometiendo mucho, mucho amor. ¿Tienen éxito? Por la mayor parte los que exhiben tales talentos de poder predecir el pasado de uno son fanfarrones. Sin embargo, existen otros que sí son legítimos. ¿Cómo lo hacen? Pues déjame asegurarte que no importa cuántas veces digan: “Que Dios te bendiga”; sus revelaciones no vienen de parte del altísimo, sino de fuerzas malignas. Tienes que comprender que a Dios le encanta que le mostremos fidelidad, fidelidad a Él y fidelidad a su Palabra. La única manera que podemos serle fiel es teniendo la habilidad de serle infiel. Y es por eso que Dios permite ciertas cosas, para probar nuestra fidelidad. Satanás y sus fuerzas de maldad tienen poderes y las usarán para hacer cosas buenas, con tal de desviarlo a uno de los caminos de Dios.  Por ejemplo, cuando Dios dice que sólo hay un mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo Hombre ¿Qué significa esto? Significa que, si uno se va a acercar a Dios, únicamente lo podrá hacer a través de la persona de Cristo Jesús. Y esta es la pura y absoluta verdad. La persona que viene a Dios por medio de Jesús tendrá comunión con Él. Pero ¿Crees que el diablo quiere que esto acontezca? Claro que no. Entonces ¿qué es lo que tiene que hacer? Él le dice al hombre que hay otros caminos: la Virgen, los Santos, las buenas obras y muchas cosas más. Y para respaldar su afirmación él hace algo bueno. Por ejemplo: Supongamos que yo estoy enfermo, y leo en el periódico que, si compro una velita de San Valentín, y digo ciertas palabras, que a los tres días sanaré. Vamos a decir que hago lo que se me indicó y al tercer día sano ¿Crees que no voy a ser un creyente de San Valentín? Claro que lo seré; y no sólo voy a creer, sino que también voy a predicar su mensaje a todos los que conozco que están enfermos ¿Por qué? Porque yo lo hice y me curé; tuve una experiencia. Pero la pregunta que quiero hacerte es esta: ¿Crees que le agrade a Dios que yo esté propagando el mensaje de San Valentín, cuando en su Palabra claramente me dice que si anuncio otro evangelio que sea aparte del evangelio de Cristo Jesús, soy anatema? Pues yo pienso que no. La realidad del asunto es que Satanás ha engañado a gran cantidad de personas, haciendo cosas muy buenas. Al preguntarle a las personas el por qué se unen a las procesiones para ir tras imágenes, cuando uno de los diez mandamientos claramente dice que no te harás imagen de ninguna cosa en el cielo, en la tierra, ni debajo de la tierra, siempre la respuesta es la misma: “Es que yo le pedí y se me cumplió”. O “Fulano de tal le pidió y fíjate que obtuvo respuesta” Y ¿qué de lo que Dios dice?  Aparentemente no tiene importancia. Así que, para concluir, debemos comprender, que muchos milagros, apariciones y cosas así por el estilo suceden. Pero eso no significa que son del agrado de Dios. Él las permite para ver si le vamos a creer o no. Él quiere saber si vamos a confiar en su Palabra o en la Palabra de otro. En cuanto al diablo, él lo hace para engañar. Quiere algo, y lo que quiere es la adoración que le pertenece a Dios. No le importa cómo la obtiene, siempre y cuando Dios no la reciba, por motivo de ser adoración ilegítima. Vamos a orar. Padre, sabemos que lo que te agrada es que creamos en tu Palabra, aunque no entendamos muchas veces el cómo ni el porqué de las cosas. Tú quieres nuestra obediencia. Tú quieres que te seamos fieles. Padre, muchas veces el enemigo viene y nos engaña. Por eso te pido que nos ayudes a ser fieles en estudiar la Biblia, para que podamos saber cuándo algo viene de ti, y cuando es un engaño que viene de otro lado. Padre, muchas veces he tenido que cambiar cosas que yo estaba haciendo, sencillamente porque no iban de acuerdo a tu voluntad. Te pido que ayudes a las personas que están practicando y confiando en lo que hablamos hoy, a que renuncien a tales cosas, para así poder ser fieles a ti. Porque sólo tú, mereces nuestra adoración. Esto lo pido, en el nombre de Jesús. Amén

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