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Derrotando Gigantes
Derrotando Al Gigante De La Apatía
Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Feb 02, 2023
Ene 29, 2023
Duración:
00:14:32 Minutes
Vistas:
1

Escritura

2 Timoteo 1:7.

Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.

Es increíble pensar como la Palabra de Dios sigue siendo útil hoy, aun después de tantos años, llegará el día cuando todas las cosas se harán por medio del internet, niños ya no irán a la escuela sino que se unirán a clases de internet en sus propias casas, uno no irá a una Biblioteca para sacar un libro pues, lo leerá por el internet, ya no hablaremos por teléfono sino que iremos al internet para  comunicarnos en donde podremos escuchar y ver a la persona con quien estamos hablando, ya no encenderemos la radio o la televisión para escuchar nuestro programa favorito, sino que iremos al internet para hacer estas cosas, y sin embargo, en medio de todos estos avances y cambios tecnológicos, la Biblia, la Palabra de Dios, no llegará a ser obsoleto, siempre será la Palabra del Creador a su creación, increíble ¿verdad?   Cuando leemos la historia de David y Goliat, muchos pensarán: Bonita historia, pero qué tiene que ver conmigo, eso es lo bello de la Palabra de Dios, tiene mucho que ver, la historia de David realmente aconteció, es el ejemplo de un joven quien confió en la palabra de su Dios, aun cuando se encontraba frente a una situación imposible de ganar, imposible para él, pero no para su Dios. Imagínate, un tipo que tenía una estatura exagerada, experto en batalla, armado hasta los dientes, frente a un niño con una honda para lanzar piedras, que ni siquiera tenía tamaño para vestir armadura, ¿a quién le ibas tú? Si yo fuera un hombre que apostara, yo le iría a Goliat, quiero que sepas que no había nadie, ni filisteo ni israelita que pensó que David podía ganar esa batalla, me imagino al rey Saúl diciendo: Ese niño no tiene mucho cerebro, pero por lo menos tiene agallas, me imagino a sus hermanos esperando a ir a levantar su cuerpecito, e ideando la forma en que iban a relatar lo sucedido a su padre. Me imagino a todos los israelitas sentados a la orilla de sus bancas con los dedos cruzados por si un milagro llegara a acontecer. Tal vez el gigante al ver al niño tendría pesar y regresaría a su tienda para dejarlos a todos en paz, pero no sucedió así. David se levantó con lo único que sabía usar, su honda, y salió al encuentro del gigante con entusiasmo, pues su confianza en Dios era algo de admirar, estaba enojado por la manera en que Goliat había ofendido a su Dios, y si nadie más estaba dispuesto a ponerle en su lugar, él lo haría. Era parte del pueblo de Dios, ¿y quién era este gigante para insultar a su Dios de esta manera?, con ira justa y fe en su creador, David lanzó la piedra con todas sus fuerzas y su fe no fue ignorada por aquel quien hizo los cielos y la tierra y todo lo que en ellos hay, Dios dirigió la piedra al único lugar vulnerable. La piedra le pegó al gigante en medio de los ojos y este, sin saber lo que le había pasado, cayó indefenso a los pies del niño, siervo de Dios todopoderoso. David corrió, tomó la misma espada de Goliat, y decapitó al gigante. En cuanto a la pregunta ¿Qué tiene que ver esto con nosotros? Pues tiene mucho que ver. Cada día tú y yo nos enfrentamos a obstáculos gigantescos que tratan de intimidarnos, el temor que le tenemos a estas cosas nos detiene de avanzar y tener éxito en la vida. ¿Nunca te has puesto a pensar en la gran cantidad de personas que viven aisladas de los demás luchando con depresión? Todo esto se debe a una inseguridad que viene por la falta de una buena relación con Dios. Cuando tú y yo vivimos en desacuerdo a los designios del Creador, van a hacer problemas, pero cuando tenemos una buena relación con el Creador y estamos viviendo en obediencia a sus principios, podemos marchar en contra de cualquier obstáculo que se nos ponga en frente, sabiendo que su voluntad se va a realizar en nuestras vidas, no importa cuál sea la situación. Ya hemos hablado de los gigantes pereza, adversidad y temor y hoy nos toca el cuarto gigante, este se llama apatía. Apatía es diferente a los demás gigantes porque, aunque es el más grande, no anda exhibiendo sus músculos ni marchando de un lado a otro para intimidarnos, apatía usa la psicología en reversa. Apatía, al igual que pereza, nos dice que tenemos todo el tiempo del mundo, pero apatía va más allá, lo que hace este gigante es que ni siquiera llega al campo de batalla, nosotros ni siquiera nos damos cuenta de que está allí, y lo que nos quiere dar a entender, es que esa batalla no es lo suficientemente importante como para ser un reto, la manera en que apatía busca vencerlo a uno es haciéndole creer que la mayoría está en favor de lo que se está haciendo, incluyendo también a aquellos quienes se suponen también están al lado de uno y que por lo consiguiente, no tiene caso que uno se meta a la lucha, apatía hace cambios pequeños, insignificantes, y poco a poco va tomando posesión de uno, nuevamente haciéndonos creer que no vale la pena luchar en su contra, él ni siquiera se asoma al campo de batalla, pero allí está.   Para darte un ejemplo de lo que estoy hablando, piensa en los programas de televisión, ¿sabes que yo veo programas en la televisión  el día de hoy que hace unos cuantos años atrás me hubiesen hecho agarrar un mazo para destruirla?, por ejemplo, nuestra Biblia dice que el homosexual no heredará el reino de Dios, porque su estilo de vida es una abominación a nuestro Dios, sin embargo, hoy vemos en la pantalla a dos hombres besándose en la boca. Algunos volteamos la cabeza, por un segundo y luego seguimos viendo el programa, a la mayoría de los cristianos ni les molesta ya, dicen: Lo van a hacer de todas maneras, no importa lo que yo haga, así que no hacen nada, ¿saben lo que ha sucedido? El gigante, apatía, nos ha controlado, ha ganado la batalla sin presentarse en el campo de batalla, tú me dices: Pero hermano Ricardo, ellos no están buscando pleito, ellos no nos están molestando, ¿pero es cierto eso? Nuestro mundo se autodestruye, ¿y ellos no nos están molestando? La moralidad de nuestra sociedad es atacada de tal manera que nuestros hijos no se dan cuenta si son varón o hembra, ¿y no estamos siendo atacados? Personas inocentes, víctimas de un estilo de vida que va en contra de los designios de Dios, practicados por individuos corruptos, mueren de SIDA, ¿y no tiene nada de malo?, ¿sabes qué? Yo no me sorprendería si hubieran estaciones que cancelan El Contacto Cristiano hoy, sencillamente porque estoy hablando en contra de cosas que Dios mismo aborrece, y no tienen las agallas para pararse por lo que está escrito en blanco y negro en su Palabra, ¿qué es lo que les pasa? Se han enfrentado al gigante apatía y claro que van a predicar de ofrendas y diezmos, claro que van a predicar del amor de Cristo, pero lo malo de todo esto, es que a menos de que una persona se arrepienta de sus pecados, no puede ser salvo, y si no hay nada malo en el mundo hoy día, ¿de qué se van a salvar? Lo que estoy tratando de hacerles ver es que el gigante, apatía, es el más poderoso de todos los gigantes, es el gigante del YO QUE PIERDISMO, quizás pienses que yo no estoy practicando el amor aquí, déjame decirte algo, cuando Jesús vino a la tierra, sus palabras fueron estas: Si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente. ¿Arrepentirse de qué? Arrepentirse de una vida que no se vive de acuerdo a los designios del Creador. Vivir una vida que va en contra de los principios establecidos en la Palabra de Dios, el verdadero siervo del Señor no puede ver al homosexualismo, adulterio, pornografía, borrachera, aborto, asesinato, drogadicción, lascivia, amor al dinero y todas estas cosas, destruir al mundo que su Dios ha creado y quedarse callado. La única manera que esto pudiera suceder es que el gigante apatía le haya salido como los israelitas que estaban presentes en aquel día que les salió Goliat, pero yo no quiero ser como el rey Saúl y los demás Israelitas, yo quiero ser un David, yo voy a amar al pecador al igual que a mi Señor Jesús, pero voy a aborrecer al pecado que le detiene de entrar en una relación con Dios y que le va a enviar al infierno por toda la eternidad. No quiero ser como el levita o el sacerdote que ve a su prójimo tirado en el camino, pero que no les importa porque tienen mejores cosas que hacer y porque ayudar al prójimo sería mal visto por los demás, yo prefiero ser como el samaritano que se tomó el tiempo para cuidar a un individuo que lo hubiera tratado de perro si hubiera estado bien. Los pecadores gritaron crucifícale, cuando Jesús lo único que deseaba era restablecer la relación que la humanidad tenía con  Dios; le odiaban porque su estilo de vida no era un estilo que les agradaba, le odiaban porque Él dijo que Él era el único camino a Dios y que, si no le aceptaban, irían al infierno. Jesús no se dejó vencer por el gigante, apatía, el alma del hombre era demasiado valiosa para Él. Él no dijo: Pues, si este es el camino que Dios ha escogido, ¿yo qué pierdo? Y yo no puedo hacerlo tampoco, no puedo porque Él vive en mí, así que cuando la gigante apatía viene en mi contra, voy a salir corriendo hacia él con entusiasmo, confiando en mi Dios de llevar mi mensaje directamente a la frente del gigante y cuando este caiga, tomaré su propia espada y le cortaré la cabeza, ¿por qué? Porque si mi Dios ama al hombre, yo también. Le diré al homosexual, borracho, adúltero, asesino, mentiroso, y a la jovencita que ha abortado a su bebé, asesinando a un ser inocente que se arrepienta de lo que ha hecho y que venga a Jesús, le diré que su camino es camino de muerte, pero que en Jesucristo puede encontrar perdón y la salvación de su alma, siempre y cuando esté arrepentido de su forma de ser y dispuesto a seguir a Jesús. Si apatía te tiene vencido en este momento, tal vez necesitamos apagar la televisión y dedicarnos a lo que Dios dice en su Palabra, tal vez necesitamos dejar de escuchar al rey y a los demás israelitas que nos aconsejan no ir al campo de batalla y enojarnos porque nuestro Dios está siendo insultado, ¿quién ganará esta batalla? ¿El pueblo de Dios o el mundo? Dios no puede perder, pero el único héroe Bíblico en Israel cuando Goliat retó al pueblo de Dios fue David. Hoy el gigante apatía reta a Dios y a su pueblo, Dios no puede perder, ¿pero tenemos tú y yo la fe necesaria para levantarnos en amor a Él, para librar a aquellos quienes no saben lo mejor? Sino que Dios nos perdone. Vamos a orar. Padre, hoy muchos cristianos están estancados debido al reto que les ha hecho el gigante apatía, danos la fe y el valor que le diste a David para salir a pelear en su contra. Danos, amor para ti y para el prójimo. Te lo pedimos en el nombre de Jesús, Amén.

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