Copyright 2016-2019 Lifeword
Derrotando Gigantes
Derrotando Al Gigante O Enemigo De La Pereza
Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Ene 30, 2023
Ene 29, 2023
Duración:
00:14:32 Minutes
Vistas:
5

Escritura

Santiago 2:17.

Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma. Santiago

Existen muchos enemigos a la causa de Jesús en nuestros días, enemigos potentes que tienen la capacidad de rendirnos inefectivos, en nuestra lucha por engrandecer el reino de nuestro Señor en este mundo. Enemigos que solo al verlos nos causan pánico, haciendo caer nuestro semblante. Muchas veces estos enemigos nos atacan por la retaguardia, tomándonos por sorpresa, esto es peor, porque es difícil luchar en contra de algo que no se puede ver, y es aquí donde llegamos a nuestro problema. El problema de poder ver los resultados del mal que nos está atacando, pero no poder contraatacar por no saber hacia qué lado apuntar para disparar. Lo triste es que, en nuestra desesperación, disparamos por todos lados, hiriendo y matando a los mismos compañeros de batalla, por no poder enfocarnos y guardar nuestra compostura, y mientras que esto sucede, Satanás se ríe, y esto a mí me enoja. En los próximos estudios, quiero que nos preparemos para la batalla, vamos a analizar algunos de estos enemigos silenciosos que nos atacan por sorpresa, y vamos a ver cómo podemos armar una defensa para luchar en contra de ellos, y así, no perder tiempo valioso que necesitamos para continuar en el engrandecimiento del reino de nuestro Dios.   ¿Te acuerdas que cuando David descendió a pelear con el gigante Goliat, que tomó cinco piedras, de un riachuelo?, algunos estudiantes de la Biblia nos dicen que David no tomó cinco piedras, por si fallara con la primera, sino porque sabía que Goliat tenía cuatro hermanos más, quienes seguramente vendrían en su contra al ver caer a su hermano. Pues hoy, quiero nombrarles a cinco gigantes que salen en contra del cristianismo cada día, retando al pueblo de Dios y jactándose de su poder, son cinco gigantes que han tenido gran éxito en detener el avance del ejército del Señor, debido a que no retan al pueblo entero, sino que hacen como Goliat, retando a soldados individuales. Los nombres de estos cinco gigantes son: Pereza, adversidad, temor, apatía y tristeza. Quiero que miremos a cada uno de estos gigantes individualmente para ver cómo nosotros, al igual que David, podemos salir a vencerlos al campo de batalla, dejando libre al pueblo de Dios, para continuar su marcha en pro de la causa de Cristo Jesús. El primer gigante que vamos a vencer es pereza, nuevamente quiero recordarles que estos enemigos muchas veces no nos atacan de frente, muchas veces nos toman por sorpresa, y cuando los tenemos encima y vemos lo grandes y feroces que son, nos atemorizamos, perdemos control y en nuestra confusión nos defendemos, pero de manera no adecuada o incorrecta que más bien hace que el trabajo del gigante sea más fácil. Recuerden también que mientras que yo estoy hablando de estos gigantes, como si los pudiéramos ver, lo que realmente estamos viendo, son los resultados poderosos del daño que pueden causar, uno no puede pelear contra un resultado, uno tiene que ir a la fuente de lo que está causando esos resultados, y como no podemos ver la fuente, nos confundimos aún más, no sabiendo cómo defendernos, pero todo eso, gracias a Dios, va a cambiar hoy. ¿Cómo pelea uno en contra del gigante pereza? Bueno, vamos a ir a nuestro manual de guerra, busquemos el libro de Santiago y vamos al capítulo 2, versículo 17. La Biblia dice: “Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma”. Cuando salimos en contra de los gigantes de la vida, tenemos que pelear con fe, tenemos que creer que pueden ser vencidos, porque la Palabra de Dios nos dice que pueden ser vencidos, aunque no los podamos ver y aunque no entendamos cómo los métodos que encontramos en las Escrituras funcionan, vamos a tener que confiar en Dios y actuar de acuerdo a sus instrucciones o ser vencidos, a nosotros nos toca escoger, así que la primera cosa que tenemos que hacer para vencer la pereza es tener fe  y la segunda cosa es actuar, ¿De veras creemos lo que Dios dice en cuanto a pereza? Yo he visto cómo este gigante ha dominado a naciones enteras. Hoy día existe mucha gente con la la capacidad de hacer algo en cuanto a la situación en que se encuentra, pero prefiere sacar la mano y pedir debido a que tiene pereza, jóvenes que no quieren esforzarse a estudiar debido a que les da pereza tener que usar el cerebro, hijos vagos sin educación y malcriados, sencillamente porque a los padres les da pereza estarles llamando la atención, personas físicamente enfermas porque tienen pereza de practicar higiene, les da pereza bañarse, lavar su ropa y asear la casa exterminando gérmenes que son dañinos a su salud, les da pereza practicar ejercicio corporal para llevar vida  a sus órganos y músculos; cristianos que nunca pasan a otro nivel de madurez espiritual debido a que les da pereza estudiar la Palabra, orar, tener compañerismo con otros hermanos y testificar de Jesús, iglesias estancadas, espiritualmente enfermas , debido a que tienen pereza de discipular, practicar disciplina y obedecer a Dios, y podríamos continuar con esta lista. Jesús dice que uno va a conocer a sus seguidores, no por el servicio del labio que dan sino por el fruto que dan, personas que desconocen lo más sencillo de la Palabra de Dios. Le roban dinero, son infieles a su causa, y, sin embargo, cuando llegan a un servicio, hablan linduras, ¿sabes por qué? Porque han sido vencidos por el gigante, pereza. Es más fácil fingir espiritualidad que hacer todas las cosas necesarias para alcanzar madurez espiritual, Dios dice que debemos aprovechar nuestro tiempo, Él dice que nuestra vida es corta y que debemos invertir nuestras energías en hacer su voluntad sin desperdiciar las horas del día. Por el otro lado, tenemos a Satanás que nos asegura que tenemos todo el tiempo del mundo, no hay que apurarnos porque siempre existe el día de mañana. Tú y yo tenemos que escoger a quién vamos a creer. Lo triste, es que aun teniendo como ejemplo vivo la vida de otros que han sido vencidos por el gigante, pereza, nosotros tendemos a creer que nuestro fin será diferente al de ellos y vivimos desperdiciando el tiempo que Dios dice que debemos valorar. Esto nos trae a nuestro siguiente punto: tenemos que actuar. De nada nos sirve saber que el tiempo se nos escapa, así como el agua entre los dedos, de nada nos sirve saber lo que debemos estar haciendo, sino vamos a hacer algo en cuanto a ello; por eso es que nuestro texto nos dice: “La fe sin obras es muerta”, y es así, porque el no hacer nada en cuanto a nuestra situación, no nos librará de ella. Acabo de mencionar que si vamos a alcanzar otro nivel de madurez espiritual, tendremos que ser estudiantes de la Palabra y profundizarnos en sus enseñanzas, vamos a tener que orar y pedir dirección del autor de la vida, para así no desperdiciar el tiempo valioso que Él ha puesto a nuestra disposición; vamos a tener que trabajar unidos con otros hermanos  que creen lo mismo que nosotros practicando un compañerismo sano y saludable; vamos a tener que testificar de Jesús a aquellos quienes no le conocen, para que puedan unirse a nuestra causa y ser libres de una muerte eterna en el infierno, y tú me dices: Hermano Ricardo, yo ya sé todas estas cosas, y esto es precisamente lo que quiero hablar, porque el hecho de que sepamos estas cosas no es suficiente, el hecho de que creamos que estas cosas son verdad y que funcionan, de nada nos sirve, si este conocimiento va a llegar a servirnos de algo, tendremos que actuar, tendremos que vencer al gigante pereza levantándonos de donde estamos  para poner en movimiento nuestras creencias. David no venció al gigante Goliat, por medio de lanzar amenazas huecas vociferadas con sus labios. Él corrió hacia el gigante lanzando con su honda una piedra que le dio en la frente y luego tomó su propia espada con la cual le quitó la cabeza, y tú y yo podemos hablar de aquí hasta que venga Jesús de lo que vamos a hacer en su nombre, pero a menos de que tomemos acción de nada servirá y el gigante, pereza, habrá vencido. En este momento te reto a que te levantes conmigo para vencer a estos gigantes que han oprimido al pueblo de Dios, deteniéndonos en Cristo Jesús, no estoy hablando de lo material sino de lo espiritual, estoy hablando de aquella relación con Dios que nos permite estar en paz, no importa cuál sea la situación en que nos encontremos, el gigante pereza es uno de los que lucha por privarnos  de entrar a nuestra tierra prometida aquí en este mundo, sabiendo que Jesús nos ha prometido vida y vida en abundancia, aún aquí en este mundo, levantémonos y marchemos en victoria contra este enemigo del alma, actuemos en obediencia a la Palabra de Dios y ya veremos cómo Él bendecirá nuestra vida personal, nuestros hogares matrimonios e iglesias sembrando en nosotros nuevas energías para llevar a cabo su ministerio en nuestras vidas, y el gigante pereza caerá sin poder alguno ante nuestros pies. Vamos a orar. Padre, yo sé que el gigante, pereza ha llegado para atormentar a muchos de mis hermanos, se ríe de nosotros jactándose de su poder, marchando de un lado para otro, exhibiéndose mientras que nosotros nos quedamos parados, Padre, ayúdanos a tomar tu Palabra para enfrentarnos cara a cara con él. Ayúdanos a actuar enfurecidos por lo que ha hecho, blasfemando tu nombre y creyendo poder tener control sobre nuestras vidas cuando sabemos bien que solo tú eres Dios, y que solo a ti debemos doblar nuestras rodillas. Padre, que tu nombre sea exaltado en nuestras vidas hoy y que todo el mundo se dé cuenta de que tú eres Dios, te lo pedimos en el precioso nombre de Cristo Jesús. Amén.

Otros archivos en esta serie