Copyright 2016-2019 Lifeword
El Guerreros Y Su Biblia
El guerrero Nunca Deber Apartarse De Su Arma
Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Ene 05, 2023
Ene 02, 2023
Duración:
00:14:32 Minutes
Vistas:
9

Escritura

2 Timoteo 2:15.

Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.

Una de las cosas más horribles que le podría suceder a un guerrero, es que le ganen con su propia arma. Imagínate que hay completa tranquilidad en el campamento, tú has dejado tu espada en la mesa y estás descansando. Al despertarte sales a caminar y recibir un poco de aire fresco. En ese momento ves al enemigo que está sobre ti. Por puro hábito, tu mano se dirige a tu cintura donde se supone que debe estar tu espada. Es entonces que te acuerdas de que has dejado tu arma en la mesa. El enemigo te ataca y entonces te despiertas. Menos mal que era un sueño ¿verdad? Imagínate lo vergonzoso que debe haber sido para los Filisteos, ver a un niño enfrentarse a su campeón. Goliat estaba completamente vestido en armadura, el niño David, sólo tenía una onda. Después de unas palabras fuertes acerca de dar de comer su carne a las aves del cielo, David lanzó una piedra con su onda, le pegó en la frente al gigante Goliat y este cayó al suelo. El niño David corrió al lugar donde estaba el guerrero caído, le quitó su espada y le cortó la cabeza con su propia arma. Era suficientemente vergonzoso que un niño le hiciera caer en batalla, pero que le quitara la vida con su propia arma, ¡Eso era el colmo de la vergüenza! Cuando era niño me dieron mi primera navaja. Me acuerdo de que no podía dejarla en mi bolsillo. Andaba cortando esto y lo otro, y no me cansaba de usarla en una u otra cosa. Me acuerdo de que estaba tratando de hacer un hoyo en una lata, cuando la hoja de la navaja se cerró, haciendo heridas profundas en mis dedos. Desde ese día en adelante nunca usé la navaja para otra cosa más que para cortar. Una de las cosas más importantes en cuanto al uso de un machete o cuchillo, es siempre mantenerlo con filo, esto le ahorra gran trabajo a uno. En más de una ocasión, me han salido callos en la mano por tener un machete sin filo. Sobre los años he aprendido mucho acerca de dar buen mantenimiento a mis instrumentos de trabajo. Todo esto lo he dicho porque, hay muchos cristianos que no estamos aptos para servir al Señor debido a que no sabemos usar nuestra arma. No estamos preparados para usar nuestra arma, o porque sabemos que el enemigo nos puede quitar nuestra propia arma para darnos con ellas. ¡Esto es sumamente vergonzoso! Pero ¿sabes qué? La única manera de vencer eso, es por medio de siempre tener nuestra arma con nosotros, conocerla bien y saberla manejar. Así que vamos a ir a nuestro versículo hoy, para ver si podemos encontrar algo, que nos ayude hacer precisamente eso. Vamos a 2 Timoteo, capítulo 2, versículo 15, dice así: “Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad”. Una de las marcas que señalan al buen guerrero, es que siempre está preparado. No importa dónde esté; aunque esté de vacaciones, lo encontramos listo para entrar en acción, puede que no notemos que tiene su arma consigo, pero sí la tiene a la mano, y a la más leve indicación de peligro, la sacará para pelear en contra del mal. Ha logrado dominar el arte del uso de su arma, porque toma en serio su responsabilidad. Él siente un deseo de hacer algo con su vida y lucha por estar al día. Sabe que su enemigo es muy astuto y no quieren que lo tomen por sorpresa. Así como un hijo busca la aprobación de sus padres en las cosas que hace, así los hijos de Dios debemos buscar la aprobación positiva de nuestro Padre Celestial. Diariamente, debemos volvernos más expertos en el manejo de nuestra Biblia, viviendo de una manera en que nuestro Padre Celestial se sienta orgulloso de nosotros. Esto es una tarea a la cual debemos lanzarnos con empeño e interés, pues el gozo de nuestro Señor es nuestra fortaleza. Y si el Señor está gozoso, debido a nuestros esfuerzos de cumplir la voluntad de nuestro Padre, entonces tendremos más fuerzas para luchar en contra del mal. Todos los hijos de Dios debemos buscar con diligencia, obtener el buen visto de nuestro Padre. Y ¿cómo llegaremos a saber lo que agrada a Dios? Pues, por medio de estudiar su Palabra diariamente con el fin de poder practicar y enseñar lo que dice, y así será aprobado por Él. Al estudiar diariamente la Palabra, motivados por el deseo de recibir la aprobación de nuestro Padre, el Espíritu Santo nos mostrará cambios que necesitamos hacer, o actividades que necesitamos realizar, y en cuanto Él nos muestra estos asuntos, nuestro deber será anotarlos y asegurarnos de cumplirlos. Debemos reconocer que no es importante la cantidad de Biblia que leemos, no es importante la cantidad que conocemos, sino que lo importante es, la cantidad que ponemos en práctica en nuestro diario vivir. Para ser aprobados por nuestro Padre, no es necesario leer diez capítulos al día. No es importante ver cuántas veces podemos leer la Biblia en un año. No hay nada malo en hacer esas cosas. Pero si sólo leemos y no practicamos lo que la Biblia nos dice, entonces no hemos realizado absolutamente nada, con la excepción de haber leído. Es mucho mejor, tomar una pequeña porción de la Palabra, inclusive a veces sólo un versículo y digerirlo. Con esto quiero decir, meditar en él, ponernos a pensar cómo podríamos compartirlo con otro, qué cambios debemos hacer y cosas así. De esa manera podemos aplicar la enseñanza a nuestra vida. Pero si el único cambio que se logra es haber leído diez capítulos más que el día de ayer, ¿qué es lo que hemos ganado? Te acuerdas del sueño del soldado que se enfrentó al enemigo, y luego se acordó que había dejado su espada en la mesa. Pues así es como nos agarra el enemigo si sólo leemos la Biblia y no meditamos en lo que dice. Ponte a pensar: aquí tenemos uno que lee diez capítulos en carrera y sale al trabajo, otro lee un solo versículo, medita en lo que dice, y piensa en formas en que puede utilizar lo que ha estudiado. ¿Cuál de estos dos crees que va a estar más listo a la hora de un enfrentamiento con Satanás? Probablemente el que leyó los diez capítulos, tuvo que poner más marcas en su Biblia para acordarse del lugar dónde había dejado de leer; por abarcar mucho, no logró captar nada. Pero el que meditó y pensó en maneras de cómo utilizar lo que había aprendido, podrá usarlo para atacar y defenderse. Nuevamente no estoy diciendo que es malo leer grandes porciones de las Escrituras, yo lo hago, pero si eso es todo lo que hace uno, entonces sería preferible estudiar un solo versículo y ponerlo en práctica, que toda la Biblia y no practicarla. Debemos practicar lo que las Escrituras dicen, para que el enemigo no pueda usar nuestra arma en contra de nosotros. Imagínate si estamos atacando el pecado que una persona tiene y de repente otro, nos está tirando a nosotros con la misma Palabra de Dios, debido al pecado que nosotros estamos cometiendo. Por eso es que debemos sacarnos la viga de nuestro ojo, antes de sacar la paja que está en el ojo del otro. Hay muchas personas que usan la Biblia para aconsejar a otros, pero no la utilizan para gobernar sus propias vidas. Debemos acordarnos de que seremos medidos con la misma vara con que medimos. Si practicamos lo que nos dice la Biblia pronto llegaremos a ser los obreros que Dios quiere que seamos; obreros que no tienen de qué avergonzarse. ¡Qué triste! Ya se nos ha acabado nuestro tiempo. Pero ¿sabes qué? Siento que el tiempo que hemos pasado juntos hoy, ha sido de mucho provecho. No nos olvidemos de mantener nuestra Biblia cerca de nosotros, tan cerca como nuestra mente y nuestro corazón. No nos alejemos de su enseñanza, y acordémonos también de poner en práctica lo que nos enseña, haciendo los cambios necesarios que tenemos que hacer, para llegar a ser soldados poderosos en el ejército de nuestro Señor Jesús. Eso va a requerir mucho esfuerzo y solos, no lo vamos a lograr; así que. Vamos a orar. Padre, tú eres el único quien puede ayudarnos en hacer los cambios que tenemos que hacer en nuestras vidas. Nuestro enemigo es poderoso, pero tu Palabra es aún más poderosa que Él. Tócanos en lo más profundo de nuestro ser, concernientes a nuestra relación con tu Palabra, danos una sed que no se apague por estudiarla y practicarla. Padre, esto es necesario para el engrandecimiento de tu reino aquí en la tierra. Pedimos que nos hagas oidores y hacedores de tú Palabra, por la causa de Jesús y en su nombre, te lo rogamos. Amén.

Otros archivos en esta serie