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Trabajando Unánimes
Lo Que Sucede Cuando Somos Uno En El Señor
Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Dic 29, 2022
Dic 26, 2022
Duración:
00:14:32 Minutes
Vistas:
1

Escritura

Juan 17:20 y 21; Marcos 9:39 y 40.

Mas no ruego solamente por estos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, 21 para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. Juan 17:20 y 21 Pero Jesús dijo: No se lo prohibáis; porque ninguno hay que haga milagro en mi nombre, que luego pueda decir mal de mí. 40 Porque el que no es contra nosotros, por nosotros es. Marcos 9:39 y 40

Siempre he sido amante de las películas del viejo Oeste. Me he imaginado en varias ocasiones montado en un caballo con mi Biblia dentro de mis alforjas, llevando el evangelio de pueblo en pueblo, anunciando las verdades de Dios, en los pueblos más perversos que podían existir. En mi imaginación, siempre tengo dos pistolas plateadas con cachas de perla, amarrada a mi cintura. Nunca las uso, pero allí está. Mucha película, ¿verdad? Las películas de vaqueros que más me gustan son aquellas donde unos bandidos tienen subyugados a la población. Los bandidos hacen las cosas a su antojo, sin que nadie los detenga, hasta que, por fin, entra un extranjero al escenario. Éste decide pararse contra la injusticia, y finalmente nos encontramos en los últimos momentos de aventura, con el bueno caminando en medio de la calle, listo para enfrentarse a todos los bandidos juntos. En esos momentos, nosotros nos preguntamos: “¿Y no hay algún valiente en el todo el pueblo que le ayude? Seguramente lo van a matar, pues no puede a solas en contra de tantos”. Cuando pensamos que todo está perdido, de repente vemos que uno de los poblanos se anima, y sale a juntarse con el valiente de la película. De repente sale otro, seguramente avergonzado de ser tan cobarde; y en cosas de segundos, salen los demás. Y en vista del cambio de eventos, los malos huyen de la presencia del bien. En ese momento suspiramos alivio y sentimos un calorcito bonito por dentro. Nuevamente vimos fuerza en la unión.   Hemos estado estudiando acerca de trabajar unidos. Y hoy deseo que nos imaginemos lo que acontecería, si es que todos nos uniéramos en nuestra lucha contra el mal, para avanzar el reino de Dios. Pero antes de hacer esto, vamos a nuestro texto, en el libro de Juan, capítulo 17, para leer los versículos 20 y 21. Dice así: “Mas no ruego solamente por estos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste”. Siempre quiero hacer énfasis en el hecho de que Jesús desea que trabajemos unidos. Nunca ha sido su intención de que trabajemos a solas. Por eso es que Él, constituyó a su iglesia. La intención es que, entre todos, llevemos a cabo la obra que Él nos ha encomendado. Si una sola persona pudiera llevar a término la gran comisión, el Señor mismo lo hubiera dicho, durante su ministerio personal aquí en la tierra. Sin embargo, una sola persona en cuerpo físico no puede cumplir la tarea, por esa razón es que debemos trabajar unidos. No habría ningún problema en conquistar al mundo para Cristo, si cada cristiano se uniera a los demás para llevar a término nuestra misión. Si fuéramos unidos en nuestros esfuerzos, tendríamos una fuerte y sana representación de lo que es el verdadero cristianismo. Tendríamos la ayuda económica que se requiere para propagar el evangelio al mundo y además de todo esto, la ayuda espiritual que se tiene que tener para hacerle frente al enemigo, de la humanidad. Cuando nos unimos, damos una clara representación de lo que es la persona de Cristo Jesús. Como discípulos de Él, nuestra meta es morir a nuestros deseos, y adaptar el deseo suyo, el cual es: hacer la voluntad del Padre. Cuando nuestro deseo es hacer la voluntad del Padre, sobre todas las cosas, entonces daremos una buena representación de lo que es Jesús. El mundo podrá ver este ejemplo y glorificará a Dios por ello. Pero lo malo está en que tengamos confundidos al mundo por mal representar a Jesús. Cuando tenemos a un discípulo haciendo la voluntad del Padre, y otro discípulo haciendo su propia voluntad, y ambos están diciendo que son discípulos de Jesús, esto confunde a los del mundo, y no saben a cuál de los dos creerle. Cuando habemos cristianos peleando entre nosotros por asunto de denominación, diciendo que somos los únicos que estamos en la verdad, lo que el mundo ve es un montón de personas llenas de odio, diciendo ser cristianos, pero mostrando todo lo contrario. Aún dentro de denominaciones, existe la diferencia de opinión sobre ciertas cosas, debido a la falta de experiencias y educación del individuo en asuntos espirituales. Pero hermanos, por favor, estas cosas deben ser discutidas entre nosotros mismos, de una manera educada y cristiana. No frente a un mundo que no conoce a nuestros Salvador, y que cada día se confunde más debido a nuestra falta de amor. Porque mientras nosotros peleamos por ver quién tiene la razón, hay un mundo que se muere y va al infierno, escuchando las carcajadas horrendas de Satanás. Recordemos las palabras de nuestro Señor, cuando los discípulos le dijeron que habían hecho callar a uno que andaba predicando de Jesús, pero quien no deseaba seguirles. Jesús dijo en Marcos 9:39 y 40, “No se lo prohibáis; porque ninguno hay que haga milagro en mi nombre, que luego pueda decir mal de mí. Porque el que no es contra nosotros, por nosotros es”. Si los que predicamos que la salvación se encuentra únicamente en Cristo, nos uniéramos como un solo ejército, siguiendo en obediencia a nuestro Señor, imagínate la representación que nuestro Señor tendría en nuestros días. ¡Sería increíble! Otra cosa que sucedería si trabajáramos unidos, sería una tremenda reserva económica para propagar el evangelio. He oído a gran cantidad de Pastores decir que, si el cien por ciento de los miembros de nuestras congregaciones diezmaran, podríamos acabar con el hambre en el mundo. ¡Imagínate! Lo triste es que, si en nuestras iglesias individuales no podemos lograr esto, ¿cómo vamos a poder lograrlo a escala mayor? ¿Qué es lo que se necesita? Se necesita cooperación, el trabajar unidos. Por eso es que Jesús pidió nuestra unión en su oración al Padre. Imagínate los institutos bíblicos, los programas por televisión y radios, las Biblias y los Tratados y la gran cantidad de misioneros que podríamos enviar por todas partes del mundo, si tan sólo tuviéramos los recursos. Ustedes no pueden imaginarse los gastos que este programa tiene, sencillamente para llevar el evangelio a tu zona. Yo no tengo la cantidad de dinero que se necesita para costear estos gastos. Yo no tengo lo que se necesita para costear los gastos de una sola estación. Pero ¿sabes qué? Hay hermanos que te aman a ti, aún sin conocerte. Aman la obra del Señor y quieren ver el avance de su reino. Esos hermanos son quienes apoyan, con sus recursos económicos, para que tú puedas tener este privilegio. También quiero tomar tiempo aquí, para felicitar a aquellas estaciones quienes se preocupan por la obra del Señor y el sano adoctrinamiento del pueblo cristiano, además de la salvación de almas. Digo esto, porque existen estaciones quienes me han llamado, para poner El Contacto Cristiano sobre su estación. Al explicarles que me gustaría, pero que no había dinero con que patrocinar el programa, ellos me han indicado que a veces hay que hacer sacrificios, y ellos mismos han costeado el programa, para que tú puedas tener la dicha de escuchar el evangelio. ¡Qué Dios les bendiga! A ellos yo les digo, según Marcos 9:41, que por ser yo de Cristo, y por ellos haberme dado un vaso de agua, en el nombre de Jesús, o sea, tiempo en su estación, tendrán su recompensa y les aseguro que será mucho mejor, que una recompensa que yo les pudiera dar. Para terminar, permítame hacerles ver que, además de representar correctamente a Cristo, además de tener los recursos económicos que se requieren para propagar el evangelio, también tendríamos la ayuda espiritual que necesitamos para hacerle guerra a Satanás. Piensa en miles de cristianos orando unidos por la salvación de almas; piensa en miles de cristianos testificando de Cristo Jesús en los trabajos, las escuelas y sus hogares; piensa en miles de cristianos preparándonos para servir al Señor. Y ahora piensa en la cara de Satanás, si todo esto llegara a sucederse. Hermanos, por eso es que debemos trabajar unidos, cada quien, en su zona de combate, pero unidos. Este es el deseo de nuestro Señor, esto es lo que Él pidió al Padre, y nosotros debemos en obediencia, escuchar seriamente su petición. Vamos a orar. Padre, en este momento hay algo que pesa sobre nuestro corazón. Es este asunto de trabajar unidos. Necesitamos tu ayuda. Satanás ha logrado sembrar orgullo y odio entre nosotros, de tal manera que el mundo está completamente confundido. Aún nosotros, en vez de estar luchando en contra del enemigo, nos estamos comiendo los unos a los otros. Perdónanos, y muéstranos el camino de la cooperación. Ayúdanos a ser uno contigo, para honra y gloria tuya, Padre. Te lo suplicamos en el nombre de Jesús. Amén.

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