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La Voluntad de Dios
La Voluntad De Dios Es De Que Hagamos Lo Correcto
Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Dic 19, 2022
Dic 18, 2022
Duración:
00:14:32 Minutes
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4

Escritura

1 Pedro 2:15-16; Romanos 3:10.

Porque esta es la voluntad de Dios: que haciendo bien, hagáis callar la ignorancia de los hombres insensatos; 16 como libres, pero no como los que tienen la libertad como pretexto para hacer lo malo, sino como siervos de Dios. 1 Pedro 2:15-16 Como está escrito: No hay justo, ni aun uno. Romanos 3:10

Qué lindo sería si el Señor nos indicara de una manera directa lo que Él deseara que hiciéramos. Este ha sido el pensar de muchos de los hijos de Dios a través de la historia. Siempre ha sido nuestro pensar, que, si Dios tomara tan sólo unos diez minutos, para explicarnos en voz audible su voluntad para nuestra vida, la haríamos con todo gusto. No tendría que hacerlo frente a otros. Nos bastaría que lo hiciera en un lugar desierto, a solas con nosotros, de esa manera estaríamos completamente seguros de sus deseos, y con toda diligencia nos prestaríamos para cumplir su voluntad.   Pero la voluntad de Dios es que nosotros vivamos por fe, y la fe nos indica que Dios quiere que le creamos y confiemos en su Palabra sin verle; eso es lo que a Él le agrada. Ya sabemos que la Biblia es la Palabra de Dios, por lo consiguiente, si deseamos saber cuál sea la voluntad de Dios para nuestras vidas, tendremos que ir a ella. Es cierto que algunas personas piensan que la Biblia es únicamente un adorno religioso que los cristianos andamos bajo el brazo, para espantar a los demonios. Otras personas piensan que no es necesario escudriñar la Palabra, y sienten que el Espíritu Santo les dará todo lo que necesitan para servir a Dios, sin ellos tener que dedicarle tiempo a las Escrituras. Pero los que sabemos lo que verdaderamente es servir a Dios, sabemos que la Biblia es nuestro manual de vida, que el Espíritu Santo usa como libro textual para hacer los cambios necesarios en nuestras vidas. Con la Biblia, el Espíritu nos indica la voluntad de nuestro Padre Celestial, y ella ocupa un lugar de alta estima en la vida de cada verdadero discípulo. Reconocemos que, en las Escrituras, encontraremos con detalle y precisión, lo que nuestro creador desea que hagamos. Hoy deseo que vayamos en nuestras Biblias, en 1 Pedro, capítulo 2, para leer los versículos 15 y 16. 1 Pedro 2:15-16, dice así: “Porque esta es la voluntad de Dios: que haciendo bien, hagáis callar la ignorancia de los hombre insensatos; como libres, pero no como los que tienen la libertad como pretexto para hacer lo malo, sino como siervos de Dios”. En estos dos versículos observamos varias cosas que Dios desea que hagamos, y dice claramente antes de enumerarlas: “Porque esta es la voluntad de Dios”. Más claro no canta un gallo. Imagínate, todo este tiempo nosotros esperando saber la voluntad de Dios para nuestras vidas, y aquí, en dos versículos, encontramos la respuesta. Claro está que, estas cosas mencionadas aquí, requieren más tiempo que nos es permitido en este programa. Sin embargo, podemos dedicar los próximos cinco estudios, a estos dos versículos, para intentar abrir nuestro conocimiento, y formar una base sobre la cual podemos comenzar a edificar. La voluntad de Dios es que hagamos el bien; que callemos con nuestros buenos hechos, la insensatez de aquellos quienes no desean reconocer a Dios; que seamos libres, que no abusemos de nuestra libertad; y que seamos siervos fieles. Esta es la voluntad de Dios. La primera cosa que vemos en esta lista que compone la voluntad de Dios es que hagamos bien. Así que tomemos unos cuantos minutos, para reflexionar sobre lo que es hacer bien. Si pudiéramos evitar hacer el mal, entonces estaríamos haciendo bien. Digo esto porque el bien es todo lo contrario al mal. Por medio de las Escrituras, entendemos que existen dos poderes que operan en nuestro mundo. Estas dos potencias son las fuerzas del bien y las fuerzas del mal. Las fuerzas del bien son dirigidas por Dios, mientras las fuerzas del mal son dirigidas por su enemigo, Satanás. Dios desea que hagamos bien, porque esto muestra que estamos de su parte. Es la voluntad de Dios que hagamos bien, porque el bien edifica y da vida. Dios creó todas las cosas con la capacidad de crecer y tener vida, y Él desea que nosotros hagamos el bien, para edificar y dar vida. Cuando vemos a una persona deprimida y sin esperanzas, y nos acercamos a esa persona para edificarles, con palabras positivas, haciendo el bien, entonces nuestro Creador se agrada, porque su voluntad se está llevando a término en nuestras vidas. No así, con las personas que ocupan la depresión y desesperación de otros para abusar de ellos, aprovechándose de la situación para destruir y hundirlos más. En esto se ve claramente la mano del mal. El mal que ha venido destruyendo nuestro mundo por siglos. El mal que ha causado el deterioro de la humanidad, del mundo y todos los seres vivientes que en él habitan. Siendo hijos de Dios, el Creador del universo, es razonable que la voluntad de nuestro Padre Celestial sea que hagamos el bien, luchando por el bienestar de todo lo que Él ha creado. ¿Cómo puede el hombre hacer bien? La Palabra de Dios nos enseña en Romanos 3:10, “No hay justo, ni aún uno”. En el libro de Génesis 6:5-6, encontramos las siguientes palabras: “Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. Y se arrepintió Jehová de haber hecho al hombre en la tierra, y le dolió en su corazón”. Lo triste de estos versículos, es que esa es la condición de todos los hombres, por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios. ¿Cómo entonces, puede el hombre hacer el bien, si es que el hombre es tan malo? Para la respuesta a esta pregunta, tenemos que ir nuevamente a la Biblia. Y ella nos enseña que, solo aquella persona que se ha arrepentido de sus pecados, y recibido a Jesús como Salvador, puede hacer el bien. Es así porque ya no es uno quien hace el bien, sino Jesús en uno quien hace el bien. El apóstol Pablo explica esta verdad en Gálatas 2:20, cuando die: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí”. Si el hombre no tiene a Jesús en su vida, es imposible que haga el bien. En vista de esto, llegamos a la conclusión de que únicamente aquellos quienes tienen a Cristo en su corazón, pueden hacer la voluntad de Dios. ¿Has recibido tú a Jesús como tu Salvador? Si no lo has hecho, este es el primer paso que debes tomar, para que la voluntad de Dios se lleve a término en tu vida. ¿Cuál sería el propósito de Dios en desear que hagamos bien? Nuevamente regresamos al hecho de que, sólo los hijos de Dios pueden hacer el bien, sencillamente porque Cristo vive en ellos. Conste que, cuando uno recibe a Jesús, nace a la familia de Dios. Esto es explicado en Juan 1:12-14. Pero regresando al tema, la razón por la que Dios quiere que sus hijos hagan el bien, es sencillamente porque quiere que ellos sigan su ejemplo. Él es luz, y quiere que sus hijos caminen en luz. Él es vida, y quiere que sus hijos den vida, y no que busquen la destrucción. ¿Y qué es lo que destruye al mundo? ¿Qué es lo que mata al hombre? Pues no es otra cosa más que el pecado, y el pecado no es otra cosa que hacer el mal. Romanos 5:12 nos aclara esto diciendo: “Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron”. Lo que destruye al mundo, lo que mata a la humanidad, es el pecado. Ojalá estuviéramos hablando de muerte física solamente. Lo malo es que el pecado destruye al hombre completo, pues la Biblia dice: “El alma que pecare, ciertamente morirá”. El asunto es que Dios quiere que sus hijos caminen en victoria. Sólo hay una cosa que vence el mal, y ella es, el bien. El bien siempre ha vencido al mal. A veces parece que el mal está venciendo, pero no es así. El pecado sexual fuera del matrimonio entre hombre y mujer está destruyendo a la humanidad con el Sida. Pregúntale al que practica el homosexualismo y lesbianismo, si se sienten vencedores. Si dicen que sí, están mintiendo, para tapar su vergüenza. Pregúntale al mal alumno, quien parece estar pasando un rato tan alegre, si se siente vencedor en el mundo de los adultos. Te aseguro que nos dirá: “Ojalá hubiera utilizado bien mi tiempo”. Pregúntale a quien ha abusado de su cuerpo con licor y cigarros, haciendo mal en vez de bien, si se siente vencedor. El asunto es que todas estas cosas son malas, y destruyen y traen gran tristeza a la vida del hombre. Dios no desea esto para nosotros. Su voluntad, es que hagamos bien Vamos a orar. Padre, te damos gracias por la lección de hoy. Hemos entendido que tu voluntad es que hagamos el bien. También hemos comprendido que esto involucra muchas cosas, así que vamos a necesitar mucho de tu ayuda; sino, no vamos a poder cumplir. Tenemos tanto que aprender, Señor. Síganos enseñando y ayudando a hacer los cambios necesarios en nuestras vidas, para así, poder hacer tu voluntad. Te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.

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