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Animo A Las Tropas Cristianas
No Nos Enredemos En Los Negocios Del Mundo
Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Nov 23, 2022
Nov 20, 2022
Duración:
00:14:32 Minutes
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Escritura

2 Timoteo 2:1-7; Marcos 8:36.

Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús. 2 Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros. 3 Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo. 4 Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado. 5 Y también el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha legítimamente. 6 El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero. 7 Considera lo que digo, y el Señor te dé entendimiento en todo. 2 Timoteo 2:1-7 Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? Marcos 8:36

Si Jesús llamara a todas sus tropas delante de Él para dirigirles un discurso supremo en un movimiento de animarlos para luchar con más fuerzas en la última etapa de la guerra que se está llevando a cabo con el ejército de Satanás aquí en nuestro planeta, ¿qué les diría? Este ha sido el tema que hemos estado tratando en esta serie de estudios bíblicos titulado “Palabras a las tropas cristianas”, hemos usado como textos: 2 Timoteo capítulo 2 versículos 1 al 7 en donde hemos encontrado cinco declaraciones que pienso que el Señor nos pronunciaría en dado caso que se llevara a término dicha reunión de tropas. Pienso que el Señor nos haría ver la necesidad de entrenar, el hecho de que vamos a sufrir persecución, que no debemos de enredarnos en asuntos de la vida hasta el grado que perjudique nuestro servicio a Él, que debemos luchar legítimamente y que si no participamos en la batalla no podremos celebrar con entusiasmo la victoria. Ya hemos discutido las primeras dos declaraciones de entrenar y de que vamos a sufrir si entramos a la batalla y eso nos trae al estudio de hoy, hoy quiero que tratemos el asunto de que no debemos enredarnos en los negocios de la vida, pero antes de continuar con el estudio vamos a nuestro texto para refrescar nuestra memoria: 2 Timoteo 2:1-7, leamos, dice: “Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús. Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros. Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo. Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado. Y también el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha legítimamente. El labrador, para participar de los frutos debe trabajar primero. Considera lo que digo y el Señor te dé entendimiento en todo”. Regresemos ahora al versículo 4, dice: “Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado”, es a este versículo que queremos prestar nuestra atención en el estudio de hoy. Yo pienso que si Jesús reuniera a sus tropas para darles una última palabra de consejos la tercera cosa que les haría ver sería que nunca deberían enredarse en las cosas del mundo de tal manera que les afecta su efectividad en la lucha contra Satanás, ahora, ¿cuál sería la razón por no enredarnos o por no enredarse un soldado del Señor en los asuntos de la vida? ¿Acaso no tiene que vivir aquí en la tierra? ¿Qué va a comer? ¿Dónde va a dormir? ¿Cómo se va a vestir si no tiene nada que ver en los negocios de la vida? El asunto no es abstenerse de todo asunto de la vida sino no dejarse enredar de tal manera en los negocios de la vida que ya no pueda servir al Señor, uno no puede dedicarse por completo a dos cosas: si un soldado tiene la mente enredada en los negocios de la vida su tiempo y energía serán envueltas también en lo mismo, eso significa que los asuntos del Señor tendrán que hacerse a un lado pues no tendrán primer lugar en la vida de uno. Muchos cristianos hoy han hecho falsas promesas al Señor prometiéndole servicio una vez que han salido de deudas, sin embargo todavía los encontramos sirviendo al mundo y dedicando muy poco tiempo al engrandecimiento del reino de Dios, otros nunca saldrán de la deuda porque Satanás sabe que eso los detendrá de servir al Señor así que una vez que han salido de una deuda los mete a otra y así han pasado toda su vida, cada soldado del Señor debe reconocer que su objetivo primordial es el engrandecimiento del reino, claro está que todos tenemos que trabajar para poder sobrevivir, no somos mercenarios quienes toman las cosas de sus víctimas como pago, nosotros somos soldados profesionales, luchamos legítimamente. Ya se sobreentiende que tenemos que respetar y ganar honestamente en nuestro sostén diario, sin embargo, aún nuestros trabajos deben ser un instrumento que nos ayudan a adelantar la obra. El misionero más famoso del mundo, el gran Apóstol Pablo, tuvo necesidad de acudir a su profesión de hacer tiendas para poder sostener la obra y así poder continuar con su trabajo como soldado del Señor pero nunca su profesión llegó a ser obstáculo a su misión primordial, lo más importante no era ganar dinero en su profesión sino apoyar al engrandecimiento del reino de Jesús aquí en la tierra, no tiene nada de malo que trabajemos en lo secular, que participemos en deportes, que pasemos tiempo con nuestra familia, nada malo hay en hacer ninguna de estas cosas pero cuando estos asuntos de la vida llegan a tomar primer lugar en nuestras vidas entonces vamos mal porque nos hemos enredado en algo en lo cual no debimos, hemos caído en la trampa y no nos va a ser fácil salir una vez que estamos enredados, en más de una ocasión he visto cómo jóvenes que estaban sirviendo al Señor se han enredado en asuntos de noviazgo y perdiendo la cabeza han salido de la lucha por engrandecer el reino, es fácil ser enredado en los negocios de la vida, Satanás es astuto y conoce todos los trucos. Todo soldado debe comprender que las cosas del mundo son secundarias, en Marcos 8:36 encontramos las siguientes palabras: “Porque ¿qué aprovechará el hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?”, si una persona llegara a obtener todas las riquezas del mundo pero nunca llegó a conocer a Cristo como único y suficiente Salvador habrá perdido, no estamos en el mundo compañeros combatientes para ver cuántas casas podemos poseer, no será el vencedor aquel soldado que ha acumulado gran cantidad de dinero, cuando venga nuestro Señor para llamarnos a casa ninguna de estas cosas tendrán valor, lo que traerá recompensa y reconocimiento será la energía que metimos en engrandecer el reino, lo importa no es ganar terreno material sino terreno espiritual, eso es lo importante. Seguro está que Satanás hará todo lo posible por enredarnos en los negocios de la vida, trató de enredar a nuestro Señor, ¿te acuerdas que le mostró todos los reinos de la tierra en cosa de minutos y le dijo: “A ti te daré toda esta potestad y la gloria de ellos porque a mí me ha sido entregadas y a quien quiero la doy?”, Jesús fácilmente pudiera haber aceptado su propuesta pero si lo hubiera hecho, ¿dónde nos hubiera dejado a nosotros? Menos mal que nuestro Señor no se enredó en los negocios de la vida, amén. Quizás unas de las razones por las cuales somos tan dados a enredarnos es por el asunto que es más fácil y seguro de que uno puede tocar y ver, las cosas materiales proveen esta ventaja pero nosotros debemos acordarnos que somos soldados de Jesús, somos hijos de Dios y como lo dice Hebreos 11:6 nosotros sabemos bien que es imposible agradar a nuestro Padre sin fe y Hebreos 11:1 nos dice que “la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”, en varias citas en nuestras Biblias encontraremos las palabras “El justo por la fe vivirá”, por esta razón nunca debemos permitir que ninguna cosa del mundo nos detenga de cumplir con nuestra misión primordial, nada debe obstaculizar nuestro servicio a aquel que nos tomó por soldado. Para terminar, pienso que sería de beneficio leer Santiago 4:4 y acordarnos que la amistad del mundo es enemistad contra Dios y que cualquiera que quiera ser amigo del mundo se constituye enemigo de Dios. Triste es que los soldados del Señor pierdan tanto tiempo en cosas que realmente no tienen ninguna importancia mientras que miles de personas van en camino al infierno, acordémonos de nuestra misión. Vamos a orar. Padre, en más de una ocasión me he visto enredado en negocios de la vida, por esos tiempos te pido que me perdones, y que me ayudes a no caer tan fácilmente en esa trampa otra vez. Padre, pedimos que nos ilumines para que entendamos que aun cuando estamos trabajando, estudiando o jugando, que todavía estamos en batalla y que podemos aprovechar cada momento para dar un buen ejemplo y así impresionar a otros con la verdad del evangelio, no permitas que ninguna cosa obstaculice nuestro primer amor: el hablar de Cristo, que la enseñanza de hoy quede penetrada en nuestros corazones porque te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.

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