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Animo A Las Tropas Cristianas
Debemos Entrenar
Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Nov 21, 2022
Nov 20, 2022
Duración:
00:14:32 Minutes
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Escritura

2 Timoteo 2:1-7; Mateo 28:19 y 20

Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús. 2 Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros. 3 Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo. 4 Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado. 5 Y también el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha legítimamente. 6 El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero. 7 Considera lo que digo, y el Señor te dé entendimiento en todo. 2 Timoteo 2:1-7 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén. Mateo 28:19 y 20

Cuando recibimos a Cristo Jesús en nuestro corazón nos inscribimos en el ejército más potente que existe en el universo, es el ejército del Señor mismo, es un ejército espiritual que lucha en contra de huestes de maldad en regiones de gran potencia bajo el mando de Satanás mismo. Lo triste es que la mayoría de los que reciben a Jesús no se dan cuenta de esta realidad debido a una falta de discipulado que debiera estarse llevando a término en los rangos del ejército del Señor. Por muchos años el diablo ha venido sembrando el pensamiento dentro del cristianismo que lo único importante es que las personas reciban a Cristo como Salvador, ha tenido éxito en conseguir que el movimiento eclesiástico adopte tal pensamiento pero lo que el movimiento cristiano no ha entendido es que se ha hecho daño a sí mismo pues, no ha cumplido el mandato de Jesús en discipular, la iglesia no ha entrenado a sus nuevos creyentes correctamente y al pasar del tiempo no han habido cristianos maduros para llevar a cabo la lucha en contra del ejército de Satanás, los incrédulos al no ver una diferencia en la vida de los nuevos creyentes por falta de entrenamiento no han querido nada que ver con Cristo Jesús pues, muchos de ellos viven moralmente mejor que la mayoría que dicen haber sido salvos, siendo soldados en el ejército de Jesús imaginémonos lo que nos diría el Señor si reuniera a todas sus tropas y nos diera unas de esas charlas de avivamiento, ¿qué nos diría? ¿Cuáles serían sus consejos al dirigirnos a la victoria en contra del ejército enemigo? Esto es lo que quiero que estudiemos en los siguientes cinco estudios, vamos a ponerle como título a estos estudios: “Palabras a las tropas cristianas”. Observemos algunas verdades bíblicas y apliquémoslas a nuestras vidas para mejorar nuestra estrategia de lucha y así avanzar con más éxito y rapidez. Vamos en nuestra Biblia el libro de 2 Timoteo capítulo 2 y leamos los versículos 1-7 para ver lo que Dios quiere que estemos realizando en su ejército, dice así: “Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús. Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros. Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo. Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado. Y también el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha legítimamente. El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero. Considera lo que digo, y el Señor te dé entendimiento en todo”. De este texto vamos a ver cinco cosas que Jesús está diciendo a sus tropas hoy día, Él dice que debemos entrenar, que vamos a sufrir penalidades, que no debemos enredarnos en los negocios de la vida, que debemos luchar legítimamente y que si trabajamos seremos recompensados grandemente. Hoy vamos a ir a la primera declaración: “Debemos entrenar”, el versículo 2 de nuestro texto dice: “Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros”, en Mateo capítulo 28 versículos 19 y 20 Jesús dice: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado”, el general Jesús no nos pide que hagamos algo que Él mismo no hiciera, cuando nuestro Señor estuvo aquí en la tierra Él entrenó a otros para seguir en la batalla, Él sabía que no iba a estar en su cuerpo físico para siempre y sabía que tendría que regresar al cielo para ocupar su puesto al lado del Padre. Por tres años, día y noche entrenó a un pequeño grupo de hombres quienes después de su retorno al cielo encendieron al mundo con el mensaje del evangelio, ellos en cambio entrenaron a otros y así sucesivamente ha continuado el movimiento hasta llegar a nuestros días, sin embargo el trabajo que ellos hacían no era simplemente obtener una profesión de fe de sus seguidores sino de entrenarles para la guerra en contra de Satanás, es aquí donde nosotros hemos fallado en los últimos años, aquí y allá se ha levantado un rango espiritual para pronunciar las verdades de Dios y el diablo no podrá apagar el fuego del cristianismo por completo pues le es imposible debido a que Cristo es el autor del cristianismo pero sí se ha visto menos dedicación en la vida por la mayor parte de los soldados del Señor simplemente debido a la falta de entrenamiento, los que servimos a Jesús debemos reconocer que no vamos a poder continuar en este campo de batalla terrenal para siempre, nuestros cuerpos físicos se envejecerán, nos debilitaremos y no podremos pelear con la misma intensidad para siempre, por muy fuertes que seamos espiritualmente no podremos conquistar a solas el mundo, nos será necesario invertir tiempo en entrenar a otros para continuar en la lucha aun cuando nosotros nos jubilemos y vayamos a estar con nuestro Señor al cuartel general allá en el cielo. Todo soldado del Señor debe unirse a la lucha de librar a los demás seres humanos de las garras del diablo, están en su poder sin poder hacer nada en cuanto a ello y nuestro deber es librarles por medio del poderoso mensaje de la cruz, pero ¿cuántos lo hacemos? La mayoría de soldados del Señor se presentan una vez por semana al templo para escuchar unas cuantas palabras pronunciadas por un mensajero y luego consideran que han peleado fervientemente y que han cumplido con sus deberes para la semana, quiero decirte cuando te uniste al ejército del Señor te uniste tiempo completo, 24 horas al día, 7 días por semana, el soldado de Jesús nunca deja de serlo, nunca está fuera de servicio y nunca se toma de vacaciones aunque esté de vacaciones porque aún en las vacaciones está dispuesto a librar a las personas de las prisiones diabólicas, ¿por qué nos está llevando a cabo esto? Pues, porque los nuevos no han sido enseñados por los viejos, nadie les ha dado el ejemplo, nadie les ha entrenado, la mayoría creen que esto es trabajo únicamente de los pastores y evangelistas, pero no es cierto, cada creyente tiene esta responsabilidad y es hora de aceptarla y llevarla a término. Después de librar a una persona del ejército satánico uno debe reclutarla a su batallón, hay muchos batallones representados en todo el mundo, por medio del bautismo uno entra en un batallón local haciéndose miembro de una iglesia para así poder luchar legítimamente recibiendo ayuda y apoyando a sus compañeros combatientes, ¿por qué? Porque así lo ha ordenado el Señor. Después de reclutar al soldado en un batallón local, uno tiene el deber de entrenarle lo mejor que pueda, enseñando al nuevo recluta sus deberes: cómo pelear, cómo defenderse, cómo atacar, de esa manera aunque uno caiga en batalla o muere hay otros soldados bien entrenados que están dispuestos y quienes tienen la capacidad de continuar la lucha, la única manera de ganar la victoria es reconocer a nuestro enemigo y ser obedientes a nuestro general, debemos resistir al enemigo y atacarle siempre y cuando podamos, no será fácil pero la victoria es nuestra en Cristo Jesús, si has estado sentado levántate y comienza a pelear. Vamos a orar. Padre, sabemos que la victoria es nuestra en Cristo, sin embargo tenemos que pedirte disculpas por ser negligentes en llevar a cabo el mandato de nuestro Señor en entrenar a los soldados para la batalla, te pedimos que nos ayudes a ser ejemplos de nuestros hermanitos en la fe para que cada día podamos ser más efectivos en nuestra lucha contra Satanás, Señor aunque nosotros no hayamos tenido ejemplo ayúdanos a escudriñar tu Palabra para saber lo que debemos hacer y así no ser estorbos para las tropas, te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.

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