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¿Que Debo Hcer? Parte I
Estoy Siendo Tentado
Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Oct 18, 2022
Oct 16, 2022
Duración:
00:14:32 Minutes
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Escritura

2 Corintios 11:14; Santiago 1:13.

Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. 2 Corintios 11:14 Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie. Santiago 1:13

Desde el principio de la creación del hombre, Satanás ha buscado como hacer que el hombre vaya en contra de su Creador. 2 Corintios 11:14 dice que Satanás se disfraza como ángel de luz, y que engaña al hombre haciéndole creer que estás haciendo algo bueno, cuando en realidad no es así. Satanás ha tenido gran éxito, pues apela a los deseos carnales del hombre, disminuyendo así su fuerza de resistencia. Él sabe muy bien cuáles son nuestros puntos débiles, él sabe cuáles son nuestros puntos fuertes, y nos atacará por nuestro punto débil cada vez para hacernos caer y hacernos pecar en contra de nuestro Dios. Esta táctica es conocida por nosotros como “tentación”. No existe la persona que no ha sido tentado, aun nuestro Señor Jesucristo pasó por la tentación, es uno de los problemas más grandes que pasa por nuestra vida. Cuando somos tentados “¿Qué debemos hacer?” Este es el tema de nuestro estudio hoy. Quiero que observemos tres pasos muy importantes, que debemos dar, para poder vencer a las tentaciones que Satanás, con gran astucia, enviará a nuestras vidas. En primer lugar, debemos reconocer a la tentación por lo que es: es un esfuerzo de Satanás para hacernos revelar en contra de Dios. En segundo lugar, debemos entender que Dios nos ha dado el poder que necesitamos para resistir la tentación. Y, en tercer lugar, debemos aprender a usar la Biblia, como nuestra defensa, cada vez que Satanás sugiere que nos revelemos en contra de Dios. Es importante comprender que las tentaciones que vienen a nuestras vidas no aparentan ser desagradables, es todo lo contrario. El fruto que Dios había prohibido para Adán y Eva era deseable, y cuando Satanás disfrazado de serpiente, le dijo que si comía del fruto sería como Dios, sabiendo entre el bien y el mal, Eva no pudo resistir. Ella comió, y así fue como el pecado se pasó a la humanidad, pero en el momento de la tentación todo era agradable, Eva iba a comer del fruto y no iba a morir como Dios había dicho, sino que ella iba a ser como Él, sabiendo todo entre el bien y el mal. Siempre la tentación vendrá en un paquete bonito y llamativo, debemos tener cuidado, porque al abrirlo, nos puede explotar en la cara. Otra cosa importante que necesitamos comprender es que las tentaciones no vienen una vez al mes, vienen diariamente en paquetes de todo tamaño, y estas tentaciones nos golpearan desde el punto de vista físico, psicológico y religioso. Quiero que tomemos en cuenta las tres maneras en que Satanás tentó a nuestro Señor. La primera tentación fue física, Jesús no había comido y Satanás sugirió que Jesús usara sus poderes para convertir piedras en pan para satisfacer así su necesidad física. Satanás busca hacernos a nosotros caer en la misma trampa, como nos gustan las comodidades, estamos dispuestos a dar nuestro último billete para comprar algo que nos haga un poquito más confortables. El tentador nos dice “¡Sí, cómpralo! Eso te hará más confortable”. “Dios no está interesado en tus necesidades materiales, debes cuidarte a ti mismo”, así nos dice Satanás. Al joven, Satanás dice “Está bien que goces del sexo antes del matrimonio, con tal que se aman”. Físicamente la tentación es esta, ¿Por qué negarte algo que quieres? Usa todo lo que tienes a la mano para obtener tus deseos, no importa quién es dañado en el proceso, tú eres el importante. Pero esto, no está bien. Quiero que sepas que todo eso va en contra de Dios. La segunda tentación fue psicológica, Satanás quería que Jesús se lanzara desde el pináculo del templo. ¡Qué espectáculo hubiera sido eso! Todos hubieran quedado maravillados al ver caer Jesús al suelo sin golpearse. Satanás nos hace lo mismo también a nosotros hoy, nos dice: “No esperes que Dios te haga famoso, si quieres fama tienes que lanzarte a ello. Dios quiere que seas un don nadie”. Si este pensamiento ha pasado por tu mente, entonces sabes lo que es la tentación psicológica. La tercera tentación fue religiosa, Satanás intentó hacer que Jesús se inclinara delante de él para adorarle a cambio de los reinos del mundo, pero Jesús no aceptó su oferta, la rechazó. Hoy el diablo trata de hacer menguar el significado y valor de la justicia en nuestras vidas, nos dice: “Puedes mentir, de todos modos, solo es una mentirita blanca, nadie se molestará”, y luego nos promete algo a cambio de nuestra obediencia a él. Muchos caen diariamente en esa trampa. Como ya mencionamos, hay tres cosas que nos pueden ayudar en el asunto de la tentación. En primer lugar, necesitamos reconocer a la tentación por lo que es: Es simplemente un intento de Satanás para hacernos rebelar en contra de Dios. Las tentaciones que vienen a nuestras vidas no vienen por casualidad, hay alguien empujándolas hacia nosotros, no es Dios el que nos está tentando. Santiago 1:13 nos enseña claramente que “Cuando alguno es tentando, no debe decir que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni Él tienta a nadie”. Si no es Dios el autor de la tentación, entonces solo puede ser una persona más, y ese es Satanás. He oído decir a algunos que las tentaciones son enviadas a nuestras vidas para fortalecer nuestros caracteres, pero no estoy de acuerdo, yo sé que en vista de que Satanás está tras el asunto, no es para edificación de nadie. Satanás no va a ayudarme en ser más fuerte para servir al Señor, solo un tonto ayudaría al enemigo cuando sabe que el enemigo va a regresar a vencerle. ¡No! Satanás no trae tentaciones para fortalecernos, él las trae para derrotarnos, para destruirnos, haciéndonos inútiles para servir a nuestro Dios. La tentación es rebeldía a Dios, el ceder a la tentación es desobedecer a Dios, y eso es precisamente lo que Satanás desea, quiere que desobedezcamos a Dios y ese es el propósito de la tentación, hacernos ir en contra de Dios. En segundo lugar, necesitamos reconocer que Dios nos ha dado poder para resistir las tentaciones que vendrán a nuestras vidas. Dios nos promete lo siguiente en 1 Corintios 10:13: “No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar”. ¿Sabes? cuando nosotros decimos que la tentación fue demasiado grande para nosotros y que no pudimos resistirla, estamos mintiendo y al mismo tiempo llamando mentiroso a Dios. Dios promete que Él no permitirá que seamos tentados más de lo que podemos resistir, cualquiera tentación que Satanás pone en nuestro camino tiene que ir de acuerdo a nuestro nivel de resistencia, sino, Dios no le permite ponerlo. Eso quita cualquier excusa que pudiéramos tener cuando cedemos a la tentación, Dios no nos permite de ser tentados más de lo que podemos resistir, y además de eso, siempre nos abre una puerta de escape para ayudarnos a vencer al tentador. En tercer, y último lugar, necesitamos aprender Biblia para usarla en contra del tentador. En los tres casos cuando Satanás tentó al Señor Jesús, ¿sabes qué usó para repelar las tentaciones? Así es, la Palabra de Dios. En cada instante Jesús dijo “Escrito está, escrito está, escrito está”. El Salmos 119:11 dice “En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti”. Y eso es precisamente lo que nosotros necesitamos, saber Biblia. Imagínate, después del estudio de hoy cuando viene Satanás a tu vida con una tentación, y tú ya estas por ceder, pues crees que es demasiado fuerte para ti, tú puedes decirle “Satanás, la Palabra de Dios dice que Él no me dejará ser tentado más de lo que puedo resistir, así que vete de aquí porque yo no quiero ir en contra de mi Dios”. ¿Te fijas? Por saber Biblia tenías una defensa, algo que te diera la fuerza mental para decir “no”, y por eso es tan importante que estudiemos la Palabra de Dios. Ella es un arma potente que puede ser usada para derrotar a Satanás en nuestras vidas. Bueno, hemos llegado al final de otro estudio, espero que Dios te haya dado algo en el estudio de hoy que te servirá para acercarte más a Él. Vamos a orar. Padre, hemos aprendido hoy lo importante y necesario que es reconocer a la tentación por lo que realmente es: un intento de hacernos rebelar en contra de ti. Sabemos que tú nos has prometido que ninguna tentación llegará a nuestras vidas, a menos de que sea una tentación que nosotros podemos vencer. Por ello te damos gracias, y ahora te pedimos que nos des un deseo ardiente de estudiar y conocer tu Palabra. Hemos comprendido que ella es muy útil para ayudarnos en defendernos contra las tentaciones, y también fortalecernos para no pecar contra ti. Te pedimos que el estudio de hoy se quede en nuestra mente y en nuestro corazón. En el nombre de Jesús de lo imploramos. Amén.

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