Copyright 2016-2019 Lifeword
Discipulando A Otros
La Clase De Persona Que Dios Usa
Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Sep 19, 2022
Sep 21, 2022
Duración:
00:14:30 Minutes
Vistas:
4

Escritura

2 Timoteo 2:2; 2Timoteo 2:3 y 4.

Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros. 2 Timoteo 2:2 Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo. 4 Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado. 2Timoteo 2:3 y 4

No podemos ser verdaderos discípulos de Jesús, a menos de que nosotros practiquemos sus enseñanzas y hagamos discípulos a otros. El discípulo de Jesús va a discipular a otros, el mandato del Señor es “Id y haced discípulos a todas las naciones”. El apóstol Pablo era buen discípulo de Jesús, él discípulo a muchas personas, uno de sus aprendices era un joven llamado Timoteo. En cierta ocasión Pablo, inspirado por el Espíritu Santo, escribió una carta a Timoteo haciéndole ver la importancia de discipular a otros, encontramos su consejo al joven en 2 Timoteo, capítulo 2, versículo 2, dice: “Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros”.   Pablo deseaba que Timoteo comprendiera la necesidad de pasar la historia de Jesús, y el mensaje de la salvación, de persona a persona y de generación a generación. Pero debemos fijarnos en un detalle muy importante entre las palabras que habló Pablo a Timoteo, quiero que leamos el versículo otra vez, pero esta vez al leerlo quiero que te hagas la pregunta ¿Qué clase de persona es la que usará Dios para hacer discípulos? Escucha: “Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros”. ¿Te fijaste? ¿Qué clase de persona usará Dios para discipular? Eso es, hombres fieles ¿Por qué? Pues, porque personas fieles son, son idóneas para el trabajo. Hoy vamos a ver algo acerca de estas personas fieles a quien Dios usará para discipular a otros. Una persona fiel está dispuesta a pagar el precio porque cree en lo que hace. El discípulo de Jesús tiene gran confianza en su maestro, sabe que Jesús desea lo mejor para todos y que nunca haría nada para perjudicarle. El discípulo de Jesús tiene el mismo objetivo que su Señor, y su objetivo es engrandecer el reino de Dios, para honra y gloria del Padre. El discípulo de Jesús sabe que será difícil su tarea, pero también sabe que si no cumple con su misión que miles de personas pagarán la consecuencia del pecado e irán al infierno por toda la eternidad. Es por eso que el discípulo de Jesús paga el precio, aún a costo de su propia vida para que otros se den cuenta de la realidad y acepten a Jesús antes de que sea demasiado tarde. Todo siervo de Dios sabe que está en una batalla, diariamente las personas se burlan de mí, y me dicen que, que estoy perdiendo el tiempo y que debiera estar ganando dinero en vez de gastándolo para predicar al mundo el mensaje desalvación. Pero yo no tengo tiempo para enredarme en las cosas de este mundo; el tiempo es demasiado corto y es necesario hacer lo que hago hoy, y no mañana, pues puede ser que ya no tenga otro mañana. Jesús me habla por medio de su palabra en 2 Timoteo 2:3 y 4, diciéndome: “Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo. Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado”. Te cuento mi amigo que a la edad de siete años cuando invité a Jesús a entrar en mi corazón, Él me tomó como un soldado suyo; el diablo me ha tratado de enredar en las trampas de este mundo más de una vez, pero mi Señor siempre me ha librado, y sigo peleando al lado suyo, así como el apóstol Pablo yo te digo que no me avergüenzo porque yo sé a quién he creído; y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día. Claro está que tenemos que trabajar para sobrevivir, tenemos que comer. El apóstol Pablo muchas veces tuvo que arreglar tiendas de campaña para tener con qué pagar alquiler de algún lugar donde operar y tener con qué alimentarse. Pero el trabajo secular nunca llegó a tener primer lugar en su vida. Qué triste es ver a hermanos en la fe, que han perdido su primer amor; se olvidan de lo espiritual y regresan a lo carnal; se olvidan de su misión y comienzan a engrandecer sus propios reinos en vez del reino del Señor. Gálatas 3:3 hace esta pregunta a tales hermanos: “¿Tan necios sois? ¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a acabar por la carne?”. Alguno me dice: “Pero hermano Ricardo, yo tengo que proveer por los míos, ¿Quién se va a encargar de ellos?”. Mi respuesta sería Mateo 6:33, Jesús dice: “Más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”. Dios no paga mal; Él se preocupa por nosotros y nos cuida; el que pierde su vida por la causa de Cristo la hallará; Dios usará a la persona que tiene esta mentalidad; Dios usará a personas fieles, que se entreguen a su servicio sin reservas; Dios también usará a personas que tienen espíritu de cooperación. Es bueno que cada creyente se preocupe por sí mismo, pero no es bueno que sea independiente; Dios requiere cooperación con su plan y no que hagamos nuestras propias cosas aparte de ese plan. La persona que va a ser usada por Dios para discipular deberá reconocer el trabajo de la iglesia, o sea el cuerpo de Cristo, y trabajar como miembro de ese cuerpo; para cooperar de esta manera se necesita de mucha paciencia, de dedicación y un corazón servicial. Jesús dice en Mateo capítulo 20, versículos 25 al 28: “Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad. Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos”. Cuántas cosas no tuvo Jesús que aguantarles a sus discípulos, bien se pudo haber independizado de ellos; más bien ellos le atrasaban en su ministerio debido a su poca fe y la falta de madurez espiritual. Pero si hubiera hecho eso a dónde estaríamos nosotros hoy, el cristianismo no se trata de un sin número de individuos, cada quien haciendo lo que le da su regalada gana para engrandecer el reino; la Biblia exhorta unión, unión y más unión; somos un cuerpo y tenemos un mensaje y un Salvador, y todos debemos trabajar unidos para engrandecer el reino de Dios. La persona que tiene espíritu de independencia perjudicará grandemente el avance del ejército del Señor; el discípulo de Jesús trabajará unido al plan del Padre Celestial, dependiendo totalmente de la sabiduría de Dios; hacer lo contrario es rebelión espiritual. La persona que Dios usará tendrá que dar muerte a su manera de pensar y actuar, dependiendo totalmente de Dios para todo. 2 Corintios 1:9, dice: “Pero tuvimos en nosotros mismos sentencia de muerte, para que no confiásemos en nosotros mismos, sino en Dios que resucita a los muertos”. El buen soldado de Jesús deberá proclamar con sinceridad las palabras de Gálatas 2:20: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, más vive Cristo en mí”. Viendo todo esto llegamos a esta conclusión: la vida de la persona a quien Dios usará en su servicio es una vida disciplinada, y de ahí viene la palabra discípulo alguien que se disciplina a llevar su vida de acuerdo a reglamentos, y en este caso obediencia a la Palabra de Dios. Si tú eres una persona muy independiente, falto de paciencia y amor para con otros, debes pedirle a Dios que te ayude a cambiar; debes tomar pasos afirmativos para cooperar con la iglesia y los demás miembros que la componen; debes hacer un esfuerzo enorme de compartir lo que Dios te ha enseñado con otros. Eso es lo que Dios quiere. Vamos a orar. Padre en este momento te alabamos por tu poder, nosotros reconocemos que nos sería imposible poner en práctica la enseñanza de hoy, sino fuera por tu Espíritu quien nos ayuda. Padre perdona nuestra falta de cooperación, perdónanos por desobedecerte. Te pedimos que toques nuestra vida de una manera muy especial, permitiéndonos aplicar la enseñanza de hoy a nuestro ministerio, no podemos solos, dependemos de ti. Gracias por oír y contestar nuestra petición, sabemos que nos concederás lo que pedimos porque lo hacemos en el nombre de Jesús. Amén.

Otros archivos en esta serie