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INICIANDO NUESTRO ATAQUE
Dinero - Parte 3
Paul Tinoco Huaraca
(Centro De Vida)
Duración: 00:06:20 Minutes
Listens:
7
Aired on May 22, 2019

Escritura

Mateo 6:24

Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.

Todos somos de una u otra medida siervos de alguien, o bien servimos a Dios, o bien al pecado, pero no a ambos. Juan Calvino decía “cuando las riquezas tienen el dominio del corazón, Dios ha perdido su autoridad” Nadie puede servir a dos amos y menos aun cuando estos son rivales y opuestos entre sí, no podemos servir a Dios y a las riquezas al mismo tiempo, tarde o temprano se dará a conocer el verdadero dios a quien servimos. Ejemplo de ello tenemos el joven rico quien era una persona respetable, decente y moral, él decía que desde pequeño había guardado la ley de Dios y pregunto a Jesús que le faltaba para heredar la vida eterna. A lo que Jesús le contesto. “Una cosa te falta, anda y vende todo lo que tienes y dalo a los pobres y tendrás tesoro en el cielo; y ven sígueme, tomando tu cruz” ¿Qué cosa le faltaba a este joven? ¿acaso si este joven vendía todas sus posesiones y se las daba a los pobres tenía entrada al reino de los cielos? Creo que no, el punto era que el primero tenía que quitar o remover el ídolo que había en su corazón para hacer de Jesús el único objeto de adoración, deleite y satisfacción, y la evidencia de que su amor por el dinero quedaba en segundo plano era el venderlo todo y entregarlo a los pobres. En otras palabras, los que Jesús realmente le estaba diciendo era esto “Joven imagínate una vida sin dinero, imagínate una vida sin bienes materiales, sin casa, sin carro, sin ropa lujosa, sin cuenta bancaria, imagínate una vida en la que únicamente me tuvieras a mí, ¿estarías satisfecho? El joven dijo no. prefirió sus riquezas antes que, a Jesús, el verdadero dios a quien adoraba se puso de manifiesto. ¿Y qué de nosotros? Tal vez decimos que somos cristianos o que adoramos a Dios, cuando en realidad no es así. Creo que esto se evidencia en las prioridades que tenemos, si pasamos horas, días y años dedicados únicamente a acumular bienes materiales y nunca tenemos tiempo para servir, evangelizar y discipular. ¿Quién es realmente nuestro dios? Ninguno puede servir a dos señores, ya que ambos piensan diferente y ambos se oponen entre si. Un teólogo hizo una comparación entre ambos señores y las exigencias que tenían cada uno “Mientras Dios te manda a andar por fe, el dinero te manda a andar por vista, mientras Dios te manda a ser humilde, el dinero te manda a ser orgulloso. Mientras Dios te manda a poner la mira en las cosas del reino, el dinero te manda a poner la mira en las cosas de esta tierra. Mientras Dios te guía a ver las cosas invisibles y eternas y el dinero te guía a ver las cosas visibles y temporales. Mientras Dios te manda a no afanarte por nada y el dinero te manda a afanarte por todo. Mientras Dios te manda a estar contento con lo que tienes, el dinero te insta a nunca estar satisfecho. Mientras Dios te guía a dar, el dinero te guía a retener. Mientras Dios te guía a proveer para las necesidades de los demás, el dinero te guía a pensar solo en ti mismo. Mientras Dios te guía a buscar felicidad en él, el dinero te guía a buscar felicidad únicamente en la criatura. ¿a quién va a ser leal? No seamos como los fariseos quienes hacían una serie de cosas, como orar, congregarse o dar limosnas solo con el fin de que Dios les provea de cosas materiales, hacían de Dios un siervo, por medio del cual llegaban al dios que verdaderamente adoraban que era la riqueza. Mejor imitemos al Apóstol Pablo, quien dijo lo siguiente “Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo. Cuando Dios te salva tu máximo deleite en la vida es Cristo y el hacer su voluntad es aquello que ocupa tu tiempo. Si en un momento de tu vida Dios te pide que dejes a un lado tus sueños y metas personales para dedicar más tiempo a la obra, aunque sea una decisión difícil, no dudaras en llevarla a cabo ya que él es tu señor y tu solo eres un siervo suyo. Dios los bendiga. Corpus Unum.

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