Pero tienes esto, que aborreces las obras de los nicolaítas, las cuales yo también aborrezco.

En un mundo lleno de distracciones y falsos caminos, la perseverancia en la verdad es un valor que Dios honra y recompensa. La iglesia de Éfeso, aunque fue reprendida por dejar su primer amor, también fue elogiada por su discernimiento y rechazo hacia las malas obras. Apocalipsis 2:6 dice: "Pero tienes esto, que aborreces las obras de los nicolaítas, las cuales yo también aborrezco."   Aquí podemos ver como Jesús reconoce y elogia a la iglesia por su rechazo hacia las malas obras y su alineación con la voluntad de Dios. Aunque habían caído en otras áreas, su perseverancia en rechazar lo que era contrario a la verdad de Dios era digna de destacar. ¿Quiénes eran los nicolaítas? Era un grupo que promovía un estilo de vida permisivo y comprometido con prácticas idólatras y morales corruptas. Su enseñanza era contraria al llamado de Dios a la santidad.   Hay tres principios sobresalientes en este versículo, y permítanme compartírselos.   Primero; La perseverancia en la verdad. Dios no solo desea que lo amemos, sino que también nos mantengamos firmes en Su verdad. Perseverar no significa únicamente soportar, sino vivir en obediencia a Su palabra aun cuando el mundo nos rodea con influencias negativas. Como nos dice el apóstol pablo en Filipenses 1:27…“Solamente que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo, para que o sea que vaya a veros, o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, combatiendo unánimes por la fe del evangelio”. Esta es una exhortación del apóstol a que nuestro comportamiento sea digno del evangelio de Cristo.   Segundo; El discernimiento espiritual. La iglesia de Éfeso supo discernir entre lo que era de Dios y lo que no. Esto es clave para una vida cristiana que agrada a Dios. Hebreos 5:14 nos recuerda diciendo: “pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal”. El escritos de hebreos nos dice que el alimento sólido es para quienes tienen su sentido espiritual entrenado para discernir el bien y el mal.   Tercero; Agradar a Dios en nuestras decisiones. Jesús no solo nota nuestras fallas, sino que también reconoce nuestras victorias en la fe. Su elogio hacia Éfeso nos anima a ser constantes en nuestra lucha contra el pecado y a caminar en la luz. Romanos 12:9 nos llama a aborrecer lo malo y seguir lo bueno diciendo: “El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno.”   ¿Cómo aplicar estos principios en nuestra vida? Aquí te presento tres maneras en como aplicarlo en nuestra vida.   Primero; Examina tus convicciones ¿Estás perseverando en la verdad de Dios? Dedica tiempo a estudiar la Palabra para fortalecer tu discernimiento espiritual. Salmo 119:105 dice: "Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino."   Segundo; Rechaza lo que Dios aborrece. Sé intencional en identificar y rechazar las influencias y prácticas que no agradan a Dios en tu vida diaria. 1 Tesalonicenses 5:21-22 dice: “Examinadlo todo; retened lo bueno. 22 Absteneos de toda especie de mal.”   Tercero; Persiste en agradar a Dios. La perseverancia requiere esfuerzo diario, pero Dios nos da la fuerza para permanecer firmes. Recuerda Gálatas 6:9: "No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos."   En Conclusión: La perseverancia en la verdad es clave para regresar al primer amor. Aunque la iglesia de Éfeso fue llamada a arrepentirse, su discernimiento y rechazo de las obras malas fueron una muestra de su devoción a Dios. Que cada uno de nosotros podamos perseverar como ellos, rechazando lo que es contrario a Dios y alineándonos con Su voluntad.