Copyright 2016-2019 Lifeword
Regresando Al Primer Amor
El Llamado Al Arrepentimiento
Pastor - Carlos Panameño
(Centro De Vida)
Aired on May 19, 2025
May 12, 2025
Duración:
00:04:01 Minutes
Vistas:
3

Escritura

Apocalipsis 2:5

Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido.

A veces, nuestra relación con Dios puede parecer estancada o incluso fría. Aun así, Dios nunca deja de extender Su mano y llamarnos a regresar a Él.   Apocalipsis 2:5 dice: “Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido.”   En este versículo, Jesús nos recuerda el peligro de descuidar nuestra relación con Él, pero también nos muestra la gracia de un nuevo comienzo a través del arrepentimiento.   El Señor se dirige a la iglesia de Éfeso. Aunque habían trabajado arduamente y mantenido la sana doctrina como lo expresa Apocalipsis 2:2-3, habían perdido el fervor y el amor inicial hacia Cristo. Como resultado, Él los exhorta a recordar de dónde han caído, a arrepentirse y a volver a las primeras obras que realizaban cuando Su amor llenaba sus corazones. El llamado es urgente y claro: si no se arrepienten, Él vendrá y quitará su candelero—una severa advertencia sobre las consecuencias de un corazón que no responde al llamado de Dios.   Jesús nos llama a recordar nuestro primer amor. Esto no significa simplemente pensar en el pasado, sino meditar profundamente sobre el estado de nuestro corazón cuando nos entregamos por primera vez a Él. Volver a las primeras obras implica recuperar la pasión y la devoción que caracterizaban nuestra vida cristiana al inicio.   El arrepentimiento aquí no es solo un sentimiento de remordimiento; es un cambio de dirección, una vuelta completa hacia Dios con la intención de restaurar lo que se ha perdido. Las palabras de Jesús revelan que el amor por Él debe ser la motivación central de todo lo que hacemos como creyentes. Si nuestra fe se convierte en una rutina sin corazón, corremos el riesgo de perder nuestra influencia espiritual—representada aquí por el candelero.   ¿Qué necesitamos hacer? Primero, debemos examinar sinceramente nuestro estado espiritual. ¿Hemos permitido que la rutina, el trabajo o las preocupaciones nos hagan perder de vista el amor apasionado por Cristo? Si es así, es momento de recordar el momento en que encontramos nuestra salvación y ese fervor inicial.   Segundo, necesitamos arrepentirnos, reconociendo cualquier frialdad, apatía o pecado que nos ha alejado del Señor.   Por último, debemos regresar a las primeras obras—buscar a Dios con una devoción renovada, servir con amor sincero, orar con intensidad y sumergirnos en Su Palabra con hambre y sed de justicia. No olvidemos que cada día es una oportunidad para arrepentirnos y acercarnos más a Dios. Debemos buscar Su presencia. Que Dios te bendiga.

Otros archivos en esta serie