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Parábolas de Mateo 13
El trigo Y La Cizaña
Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Mar 30, 2022
Mar 28, 2022
Duración:
00:14:30 Minutes
Vistas:
13

Escritura

Mateo 13:24-30; Mateo 13:36-43

Les refirió otra parábola, diciendo: El reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo; 25 pero mientras dormían los hombres, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y se fue. 26 Y cuando salió la hierba y dio fruto, entonces apareció también la cizaña. 27 Vinieron entonces los siervos del padre de familia y le dijeron: Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, tiene cizaña? 28 Él les dijo: Un enemigo ha hecho esto. Y los siervos le dijeron: ¿Quieres, pues, que vayamos y la arranquemos? 29 Él les dijo: No, no sea que al arrancar la cizaña, arranquéis también con ella el trigo. 30 Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega; y al tiempo de la siega yo diré a los segadores: Recoged primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; pero recoged el trigo en mi granero. Mateo 13:24-30 Entonces, despedida la gente, entró Jesús en la casa; y acercándose a él sus discípulos, le dijeron: Explícanos la parábola de la cizaña del campo. 37 Respondiendo él, les dijo: El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre. 38 El campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del reino, y la cizaña son los hijos del malo. 39 El enemigo que la sembró es el diablo; la siega es el fin del siglo; y los segadores son los ángeles. 40 De manera que como se arranca la cizaña, y se quema en el fuego, así será en el fin de este siglo. 41 Enviará el Hijo del Hombre a sus ángeles, y recogerán de su reino a todos los que sirven de tropiezo, y a los que hacen iniquidad, 42 y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes. 43 Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre. El que tiene oídos para oír, oiga. Mateo 13:36-43

Habiendo estudiado la primera parábola de Mateo, capítulo 13; pasamos a la siguiente parábola del trigo y la cizaña. Tengamos siempre en mente que una parábola es una historia basada sobre algo físico o material, usada por Jesús para tipificar o ser simbólico de algo espiritual, alguien ha dicho que la parábola hace dos cosas; revela la verdad al que quiere recibir el mensaje y esconde la verdad del que no tiene interés en el mensaje, así que revela y al mismo tiempo esconde. Jesús dijo, el que tiene oídos para oír oiga, si Dios le ha dado un oír espiritual y un entendimiento de las lecciones enseñadas en estas parábolas, entonces debes escuchar atentamente y así recibirás una bendición. En los versículos 24-30 del capítulo 13 de Mateo, leemos las palabras de Jesús concernientes a la parábola del trigo y la cizaña, leamos: “Les refirió otra parábola, diciendo: El reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero mientras dormían sus hombres, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y se fue. Y cuando salió la hierba y dio fruto, entonces apareció también la cizaña. Vinieron entonces los siervos del padre de familia y le dijeron: Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, tienes cizaña? Él les dijo: Un enemigo ha hecho esto. Y los siervos le dijeron: ¿Quieres, pues, que vayamos y la arranquemos? Él les dijo: No, no sea que, al arrancar la cizaña, arranquéis también con ella el trigo. Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega; y al tiempo de la siega yo diré a los segadores: Recoged primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; pero recoged el trigo en mi granero”. Después de que Jesús contara dos parábolas más dejo a la multitud y entró a una casa; fue entonces que sus discípulos le pidieron la interpretación de la parábola del trigo y la cizaña. Esa parábola había creado un interés muy especial en sus mentes y corazones, pero les faltaba entendimiento. Jesús les dio el significado en los versículos 37-43, leamos: “Respondiendo él, les dijo: El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre. El campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del reino, y las cizañas son los hijos del malo. El enemigo que la sembró es el diablo; la siega es el fin del siglo; y los segadores son los ángeles. De manera que como se arranca la cizaña, y se quema en el fuego, así será en el fin de este siglo. Enviará al Hijo del Hombre a sus ángeles, y recogerán de su reino a todos los que sirven de tropiezo, y a los que hacen iniquidad, y los echarán en el horno del fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes. Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre. El que tiene oídos para oír, oiga”.   Acordémonos por unos momentos de la primera parábola, la del sembrador. En esa parábola, Jesús enseñó a sus discípulos el reto que existe en distribuir al Evangelio sea la semilla la Palabra de Dios, pero les amonestó de no esperar un triunfo universal en el corazón de todos los hombres. Él dijo que algunos ni echarían raíz antes de ser llevados por la fuerza de maldad. También dijo que algunos echarían raíces pero que no darían fruto. Dijo que algunos llegarían a buena madurez y darían fruto, pero en diferentes medidas, pues algunos darían más que otros. Jesús retó a sus discípulos y después les dio a entender que habría éxitos, pero también fracasos. En esta parábola del trigo y la cizaña, Jesús da más instrucciones preparando a sus seguidores para las dificultades que verían y enseñándoles que la obra era de Dios y no de ellos. Él se compara con un sembrador en su primera parábola, los discípulos eran incluidos como sembradores también; pero en este caso, solo el Hijo del Hombre, Jesús, es el que siembra la semilla. Jesús dijo que el campo era el mundo; en realidad solo Él tiene derecho de sembrar como quiere, ¿por qué? Porque el Salmos 24:1, nos dice: “De Jehová es la tierra y su plenitud”. Él es el dueño del terreno, aunque las fuerzas diabólicas de Satanás traten de ir en contra de su autoridad como propietario; la tierra no es mencionada como en la primera parábola porque Jesús está tratando con un aspecto diferente en cuanto a su reino.   En la primera parábola, el énfasis estaba en el sembrador y su trabajo; en esta parábola el énfasis está sobre el enemigo y su deseo de engañar y destruir. La semilla en la primera parábola era la Palabra del reino. La semilla en esta parábola es: los hijos del reino. La semilla espiritual del reino producirá hijos espirituales en el reino; el maligno es mencionado en la primera parábola, en esta parábola el maligno es conocido como el enemigo. La obra del enemigo es una de engaño, decepción y maldad. Vino a ser su maldad de noche bajo la oscuridad, no se atrevería a hacer su maldad de día en la luz. Al sembrar la cizaña en el campo de trigo, abandonó la escena del crimen para dejar que las semillas hicieran su daño. Las semillas del enemigo produjeron cizaña entre el trigo, esta cizaña no era diferente al trigo; inclusive, solo un experto te podría distinguir entre el trigo y la cizaña, hasta llegado el momento de la cosecha; lo malo estaba mezclado con lo bueno y difícilmente se podía decir cuál era cuál. De igual manera, muchas personas van a la iglesia, oran y hacen muchas cosas más, pero no tienen una relación personal con Cristo Jesús, son llamados cristianos y dicen ser cristianos, pero están sin Cristo, así como la semilla buena es los hijos de Dios, así también la mala semilla es los hijos del maligno de Satanás mismo. El diablo sabe que no le es permitido tocar a uno de los hijos del Reino, pero él desea hacer sus propias imitaciones, el hace esto con el fin de arruinar el avance del Reino de los cielos y Satanás es maestro de los imitadores. Satanás tiene un evangelio imitado, la de buenas obras; tiene imitaciones cristianas. O sea, los que dicen ser pero que no han nacido otra vez de Dios. Tiene imitaciones de predicadores, aquellos quienes predican el poder de las aguas bautismales y de auto justicia, tiene imitación de la iglesia; muchas con obras de formación, pero no regeneración y algún día Satanás producirá su obra maestra; el anticristo.   Pablo hace referencia a la cizaña en 2 Corintios 11:13-15, dice: “Porque estos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo. Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de la justicia; cuyo fin será conforme a sus obras”. Cuando los siervos se dieron cuenta de la cizaña entre el trigo, su primer pensamiento era el de arrancarla, pero el dueño del campo dijo: “Dejad crecer en el campo lo uno y lo otro hasta la siega y al tiempo de la siega, yo diré a segadores recoged primero la cizaña y atadla en manojos para quemarla, pero recoged el trigo en mi granero”.   A veces nos preguntamos ¿Por qué Dios permitirá que sigan viviendo los hipócritas que muestran algo en lo exterior, pero cuyo interior no tiene nada? Debemos reconocer que Dios tiene un tiempo y propósito para ellos; recibirán su merecido. Jesús relata en los versículos 40 al 42 el trágico fin de la cizaña; será echada en un horno de fuego y que trágico es el fin de aquellos quienes quieren aparentar ser cristianos, sin tener a Cristo en sus corazones, serán lanzados siempre al lago que arde con fuego y azufre para ser castigados por una eternidad. Jesús estaba dando a entender a sus discípulos que Él traería juicio sobre la injusticia y que en el tiempo oportuno Él castigará a los que no son creyentes. Mateo 7:21-23, nos dice: “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad”.   Mi amigo ¿Serás echado tú con la cizaña en el horno de fuego, o eres tú parte del trigo? Dijo Jesús, entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su padre, el que tiene oídos para oír, oiga.   Vamos a orar. Padre, llegamos otra vez al final de otro estudio. En estos momentos me pregunto: ¿Cuántos de mis amigos son cizaña en vez de trigo? Señor, algún día Tú vendrás y recogerás la cosecha. Te pido que ayudes a mis amigos a reconocer su necesidad de Cristo, y que puedan en estos momentos pedir perdón de sus pecados y aceptarle como único y suficiente Salvador; te lo ruego en el nombre de Jesús. Amén.

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