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Como Ser un Cristiano Espiritual
Camina En El Espiritu
Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Mar 24, 2022
Mar 23, 2022
Duración:
00:14:32 Minutes
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1

Escritura

Gálatas 5:16-25; Romanos 8:4

Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. 17 Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y estos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis. 18 Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley. 19 Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, 20 idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, 21 envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. 22 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. 24 Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. 25 Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu. Gálatas 5:16-25 para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Romanos 8:4

Gracias por estar conmigo nuevamente para seguir nuestro estudio sobre: Cómo ser un cristiano espiritual. Hoy entraremos a nuestro cuarto estudio sobre este interesante tema; yo creo que tú quieres ser una persona llena del espíritu de Dios, ¿no? Entonces estudiemos hoy para recibir una instrucción de cómo podemos lograr esa meta. Abre tu Biblia conmigo en el libro de Gálatas, vamos a leer los versículos 16 al 25 del capítulo 5. Gálatas 5:16-25 leamos: “Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y estos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisieres. Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley. Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu”.   ¿Qué te parece? Este texto claramente enseña la diferencia entre andar en la carne y andar en el Espíritu, y como podemos ver de acuerdo al texto, la mayoría de los cristianos hoy día, siguen viviendo de acuerdo a la carne y no de acuerdo al Espíritu de Dios; este texto nos va a ayudar mucho en nuestra búsqueda de ser Cristianos Espirituales, el pasaje que acabamos de leer comenzó con el mandato: “Andad en el Espíritu”, el pasaje terminó con las palabras: “Andemos también por el Espíritu”; eso nos sugiere el pensamiento que la esencia de la vida del cristiano espiritual es el andar por el Espíritu. Quiero que te fijes en el hecho de que la palabra espíritu en este caso, comienza con una “E” mayúscula, esto nos indica que la Escritura se está refiriendo al Espíritu Santo de Dios y no al espíritu humano, el mandato es que debemos andar en el Espíritu de Dios; me imagino que quieres saber el significado de andar en el Espíritu, ¿verdad? Bueno, te diré, este término es común en el Nuevo Testamento, hay versículos que nos hablan del poder del Espíritu, el orar en el Espíritu, hablar en Espíritu, vivir en Espíritu, etc. El hacer cosas en el Espíritu es algo común en el Nuevo Testamento. El hacer cualquier cosa en el Espíritu es simplemente hacerlo bajo la autoridad dirección y poder del Espíritu Santo, andar en el Espíritu simplemente significa que debemos ser controlados por el Espíritu Santo de Dios. Romanos 8:4, nos enseña “que no debemos andar conforme a la carne, sino conforme al Espíritu”. Esto es necesario porque el cuerpo en sí, debido al pecado que contiene, no puede rendir culto espiritual a Dios, sin embargo, el cuerpo es exigido a servir a Dios; esto solo puede ser logrado cuando el Espíritu Santo está en control. Vamos al libro de Romanos, quiero que leas conmigo en el capítulo 8, versículos 12, 13 y 15, dice: “Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne; porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis. Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!”. La propia esencia de la vida cristiana es que Dios mora en nosotros por medio de su Espíritu Santo, nosotros vivimos por el Espíritu y por lo consiguiente debemos andar por el Espíritu, o sea, bajo su control divino. ¿Qué tan importante es que andemos en el Espíritu? La realidad es que es sumamente importante, es importante, porque la única manera en que el cristiano puede vencer a su carne con sus deseos y sus pasiones es por medio de andar en el Espíritu, de hecho, esa es la única manera en que puede ser victorioso.   Si regresamos a nuestro texto en Gálatas, capítulo 5, encontraremos en los versículos que hay una batalla Espiritual que se está llevando a término en nuestra naturaleza, el versículo 17 dice: “Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y estos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisieres”. Como puedes ver, nuestra naturaleza carnal quiere controlar nuestra vida y el Espíritu Santo quiere controlar nuestra vida, seremos sujetos a uno de los dos no nos queda otra alternativa y si no estamos andando en el Espíritu, entonces somos sujetos a la carne; debido a ello es que se ven pocos cristianos espirituales, pues viven conforme a la carne y el pecado anda libre en sus vidas; te repito, solo existen dos alternativas para el creyente en Cristo, o andará en el Espíritu  o andará en la carne. Ahora, aquel que anda en la carne, hará las obras de la carne; las obras de la carne son las que nos mencionó nuestro texto. Cuando somos controlados por la carne, encontraremos lo que será producido en nuestras vidas. En primer lugar, encontraremos la producción de pecados espirituales: idolatría y hechicería; en segundo lugar, veremos la producción de pecados sociales: enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, etc. Esta producción será normal, pues eso es lo que produce la carne, en una persona reinará un pecado y en otra persona reinará otro pecado. Uno será borracho, el otro será homicida, pero todos serán controlados por la misma cosa, la carne, por el otro lado tenemos al que anda conforme al Espíritu, este producirá el fruto del Espíritu, este tendrá en su vida: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad bondad, fe, mansedumbre y templanza; ¡Qué diferencia! Y te repito, estas son las únicas alternativas, no hay otras, te pregunto yo: ¿Cuál de estas dos fuerzas quieres que controle tu vida?, ¿La carne o el Espíritu de Dios?, ¿Sabes por qué? Porque la decisión es tuya. Dios pone las dos alternativas delante de ti y te permite elegir la que tú quieras, tu decisión debe ser tomada en serio ¡Piensa bien! Gálatas 5:24 y 25 nos da dos razones por las cuales debemos elegir el liderazgo del Espíritu Santo. En primer lugar, vemos que el cristiano ya ha recibido y vive por medio del Espíritu, entonces por qué no andar bajo la autoridad y el poder del Espíritu Santo; en segundo lugar, la esencia de pertenecerle a Cristo es que los deseos de la carne ya han sido crucificados, entonces por qué vamos a permitir que le enemigo quien ya ha sido vencido tome control de nuestra vida para gobernarla.  En vista de estas dos razones es que Pablo nos escribe en Romanos 12:1 y 2, para decirnos: “Hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cual sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”. Si ya hemos recibido a Jesús y su Espíritu mora en nosotros dándonos vida es lógico que andemos por ese mismo Espíritu.   Vamos a orar. Padre celestial, gracias te damos por tu Santo Espíritu quien mora en la vida de cada persona que ha aceptado a tu Hijo como único y suficiente Salvador. Te damos las gracias porque es tu Espíritu quien nos enseña a través de la Biblia convenciéndonos cada día de la manera en que debemos comportarnos. Padre, nosotros deseamos con todo nuestro corazón ser cristianos espirituales, danos las fuerzas que necesitamos para poderlo lograr, ayúdanos a andar conforme al Espíritu y no conforme a nuestra carne, cada día queremos estar un poco más cerca de ti y de la perfección. Ayúdanos porque te lo imploramos en el nombre de Jesús. Amén

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