Escritura
No menosprecies, hijo mío, el castigo de Jehová, Ni te fatigues de su corrección; 12 Porque Jehová al que ama castiga, Como el padre al hijo a quien quiere. Proverbios 3:11 y 12 He aquí, bienaventurado es el hombre a quien Dios castiga; Por tanto, no menosprecies la corrección del Todopoderoso. Job 5:17 Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra; 2 Corintios 9:8
Proverbios 3:11 y 12 dice: “No menosprecies, hijo mío, el castigo de Jehová, ni te fatigues de su corrección; porque Jehová al que ama castiga, como el padre al hijo a quien quiere”. Ésta es la sexta regla para vivir bien encontrada en Proverbios 3:1-12. Esta regla relata nuestras respuestas a la disciplina de Dios sobre nosotros como hijos suyos. El cuadro es claro: Dios es nuestro padre celestial, nosotros somos sus amados hijos. Así como el padre terrenal corrige y dirige las enseñanzas de sus hijos, así Nuestro Padre Celestial nos corrige y nos guía a la madurez espiritual. Esa enseñanza que ejerce el Padre sobre nosotros es llamada disciplina en la Biblia. La sexta regla para vivir bien será observada desde 3 puntos de vista. Número 1, examinaremos el principio: “No menosprecies, hijo mío, el castigo de Jehová, ni te fatigues de su corrección”. Número 2, examinaremos la bendición; la disciplina de Dios es prueba de que Él tiene un interés amoroso en nosotros por ser sus hijos. Y número 3, veremos la aplicación práctica de esta verdad en nuestras vidas. Estos 3 puntos de vista nos ayudarán en corresponder correctamente a la disciplina de Dios sobre nosotros cada día. No debemos correr de Dios, debemos acercarnos a Él en tiempo de prueba. El texto nos dice que no debemos menospreciar la disciplina del Señor ni cansarnos de que Él nos corrija. Pensemos acerca de esas dos palabras. Despreciar significa tener sentimientos de disgusto y fatiga, significa estar bajo disciplina con impaciencia, temiendo y luchando en contra del trabajo de Dios. Significa estar en rebelión a Dios, en vez de someternos a su enseñanza. Dicho espíritu está en contra de Dios. Es mucho mejor tener un espíritu que no se da por vencido. Permitamos que nuestros corazones se muevan hacia Dios para conocerle mejor, para servirle con más perfección y para ser más como Jesús. Eso causará que nosotros nos gocemos del ministerio de Él en nuestras vidas que nos mueve así a la madurez espiritual. El cansarnos de la corrección de Dios es perder la esperanza, es resignarnos en no ser más de lo que ya somos; significa que ya ni intentaremos mejorarnos mientras que Dios trabaja en nuestras vidas. Escuchemos lo que nos dice Job 5:17: “He aquí, bienaventurado es el hombre a quien Dios castiga; por tanto, no menosprecies la corrección del Todopoderoso”. Dejemos que la disciplina de Dios en nuestras vidas nos asegure de que Él nos ama y está involucrado con nosotros en nuestros asuntos diarios. En vez de que su ministerio y nosotros sea causa de perder esperanza, debería darnos ánimo. Dios puede asegurar y puede hacer que nosotros seamos personas diferentes. La Biblia nos enseña lo siguiente en 2 Corintios 9:8: “Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra”. Regocijémonos en el hecho de que Dios no se ha dado por vencido en nuestras vidas. Cuando viene el sufrimiento, aceptémoslo estando bajo la mano de Dios. Deuteronomio 8:5 dice: “Reconoce asimismo en tu corazón, que como castiga el hombre a su hijo, así Jehová tu Dios te castiga”. Dios no demandará de nosotros más de lo que podamos dar. Él no nos enviará sufrimiento sin razón. 1 Corintios 10:13 dice: “No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar”. Podemos depender de Dios para limitar sus pruebas de acuerdo a nuestra necesidad. La disciplina es prueba del amor que Dios tiene para sus hijos; demuestra su interés en nosotros, nos asegura de su amor y del hecho que somos sus hijos. Pensemos en estas dos verdades; Dios nos ama. La Biblia dice en Proverbios 13:24: “El que detiene el castigo, a su hijo aborrece; más el que lo ama, desde temprano lo corrige”. En Apocalipsis 3:19 leemos: “Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete”. Casi cada referencia en cuanto a la disciplina divina está asociada al cuadro del padre entrenando a su hijo. Dios dice una y otra vez que no estamos tratando con un malvado divino sino con un Padre amante. Escuchemos lo que nos dice Hebreos 12:5-13, en palabras del señor Kenneth Taylor: “Mi hijo, no te enojes cuando el Señor te reprende, no te desanimes cuando Él tiene que demostrarte los lugares en que andas equivocado. Cuando Él te castiga es prueba de que te ama; cuando él te castiga es prueba de que eres su hijo de verdad. Deja que Dios te entrene porque Él sólo está haciendo lo que un padre amante haría por sus hijos”. ¿Quién jamás ha escuchado de un hijo a quien nunca se le ha corregido? Si Dios no te castiga cuando lo necesitas, así como otros padres castigan a sus hijos, entonces es seña de que en realidad no eres hijo de Dios; tú no perteneces a su familia. En vista de que respetamos a nuestros padres terrenales, aunque nos castigan de vez en cuando, ¿no deberíamos someternos con alegría al entrenamiento de Dios para poder vivir de verdad? Nuestros padres terrenales nos entrenaron por pocos años haciendo lo mejor que podían para nosotros, pero la dirección de Dios es siempre lo mejor para nuestro bien, para que podamos compartir de su santidad. El castigo no es recibido con gozo porque es doloroso, pero después podemos ver el resultado: un crecimiento en gracia y carácter. Agárrate fuertemente y párate firme, marca bien un paso recto para tus pies, para que los que te sigan, aunque sean débiles, no caigan y se lastimen, sino que lleguen a fortalecerse. Es tremenda esa explicación, ¿verdad? Nos demuestra que las pruebas no indican que Dios nos ha abandonado; por lo contrario, sombras de pruebas son las sombras de las alas de Dios mientras que Él se acerca a nosotros para bendecirnos. Regocijémonos en las pruebas sabiendo que obran para beneficiarnos bajo la mano de Nuestro Padre Celestial. Nosotros debemos reaccionar positivamente a esto. La disciplina de Dios siempre nos será beneficiosa cuando la recibimos y correspondemos en la forma correcta. Eso nos trae a una pregunta: ¿cómo debemos corresponder a los problemas en nuestra vida? Hay que reconocer que Dios sabe lo que está sucediendo; nunca estamos a solas con nuestros problemas. Jesús dijo que ni los pajarillos eran olvidados por Dios; también dijo que nosotros éramos más valiosos que los pajarillos. ¿Cómo podría Él, que tiene contados los pelos de tu cabeza, olvidarse de ti en tiempo de prueba? Mi amigo, Dios entiende y sabe lo que está sucediendo. Debemos reconocer que todo problema es temporal. En cada problema deberíamos escribir: Esto también pasará. Nuestra aflicción es momentánea. Debemos reconocer que las pruebas vienen con un toquecito de misericordia. Dios conoce nuestros límites y no nos pide llevar más de lo que podemos cargar. Algún beneficio vendrá de cada prueba, aunque nosotros no lo veamos. Job habló con confianza lo siguiente en Job 23:10: “Mas Él conoce mi camino; me probará, y saldré como oro”. El apóstol Pedro testificó lo siguiente en 1 Pedro 1:7: “Para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual, aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo”. Nosotros podemos crecer personalmente y honrar a Dios por medio de la forma en que pasamos a través de las pruebas. Vamos a orar. Padre, te damos gracias por estos 6 estudios que hemos tenido. Ayúdanos a ponerlos en práctica en nuestras vidas. No dejes que seamos oidores solamente, sino también hacedores. Te lo pedimos en el nombre de Cristo Jesús. Amén.
Otros archivos en esta serie
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Lifeword)
(Lifeword)
(Lifeword)
(Lifeword)
(Lifeword)
(Lifeword)
