Copyright 2016-2019 Lifeword
Declaración De Juicio
Declaración De Juicio - Parte 5
Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Duración: 00:14:30 Minutes
Listens:
0
Aired on Jun 19, 2020

Escritura

Ezequiel 18:4; Ezequiel 18:20; Romanos 2:2; Romanos 6:23; Santiago 1:14-15; Apocalipsis 21:8; Apocalipsis 20:14-15; Proverbios 21:16; Levítico 17:11; Romanos 5:8-11; Romanos 3:25-26; Gálatas 5:13-14; Colosenses 1:14; Hechos 16:31; Juan 3:18; Romanos 10:13; Mateo 11:28-29

He aquí que todas las almas son mías; como el alma del padre, así el alma del hijo es mía; el alma que pecare, esa morirá. (Ezequiel 18:4) El alma que pecare, esa morirá; el hijo no llevará el pecado del padre, ni el padre llevará el pecado del hijo; la justicia del justo será sobre él, y la impiedad del impío será sobre él. (Ezequiel 18:20) Mas sabemos que el juicio de Dios contra los que practican tales cosas es según verdad. (Romanos 2:2) Porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro. (Romanos 6:23)

Hemos llegado al quinto y último mensaje sobre nuestro trabajo del espíritu santo, en cuanto a convencer al pecador del hecho y de la existencia de un juicio venidero. Jesús dijo, que el espíritu santo está en el mundo, para presentar pruebas convincentes de juicio sobre el pecado y el pecador. Nuestros estudios previos, fueron los siguientes: (1) .     El juicio de Dios viene, Dios ha señalado un día para el juicio y nosotros, estamos esperando la fecha. (2) EL juicio sobre el pecado será justo, porque Dios es un justo Juez y juzgará según la verdad. (3) EL juicio es universal, cada persona de todas las generaciones de la raza humana, tendrán que dar cuentas a Dios. (4) El juicio del pecado es severo, involucrará el rechazo de Dios, así al pecador, separación del pecador con Dios y castigo eterno en el infierno. Este quinto estudio, es para amonestarte del hecho, de que hay escapatoria de ese día terrible. Esa verdad es tan importante que tengo que decirla nuevamente: “tú puedes escapar de ese día de juicio eternal”. No escaparás del juicio de Dios, por motivos de que Él se vuelva olvidadizo en cuanto al pecado concierne, eso nunca pasará, la sentencia ya ha sido declarada. Dios dijo en Ezequiel 18:4, “He aquí que todas las almas son mías, como el alma del Padre, así el alma del Hijo es mía. El alma que pecare, esa morirá”. En Ezequiel 18:20 Dios dice, “el alma que pecare, esa morirá. La justicia del justo, será sobre él y la impiedad del impío, será sobre él”. Ese es el veredicto del antiguo testamento, concerniente al pecado. El nuevo testamento, es tan serio como el antiguo testamento en cuanto a esto, Romanos 2:2 dice, “más sabemos que el juicio de Dios, sobre los que practican tales cosas, es según verdad”. Romanos 6:23 nos dice, “porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, Señor Nuestro”. El apóstol Santiago describió el progreso y el final del pecado con estas palabras, en Santiago 1:14 y 15, “sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia, es atraído y seducido. Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz al pecado, y el pecado siendo consumado, da a luz la muerte”. Notemos la repetición de la palabra muerte en todos estos versículos, “el alama que pecare, morirá”, “el pecado da a luz la muerte”. Esa muerte se describe en Apocalipsis 21:8, “pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos, tendrán su arte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda”. Otra vez se describe en Apocalipsis 20:14 y 15, “y la muerte y el hadas fueron lanzados al lago de fuego, esta es la muerte segunda. Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida, fue lanzado al lago de fuego”. Dios nos amonesta en Proverbios 21:16, “el hombre que se aparta del camino de la sabiduría, vendrá a parar en la compañía de los muertos”. El pecado es una rebelión seria en contra de Dios. Es tan seria, que las consecuencias del pecado son terribles y eternas. Dios nunca ignorará el pecado, si tú escapas del juicio, no será porque a Dios se le olvidó o se le pasó por alto. Tú puedes escaparte del juico de Dios por medio del trabajo de Cristo Jesús. En siglos pasados, Dios proveyó la manera en que el pecador puede escaparse de su juicio, fue por un acto de expiación; puedes leer de ello en Levítico, capítulo 4: la persona, o el grupo de personas quienes habían pecado, seleccionarían un animal sin defectos. El animal sería sacrificado y su sangre sería rociada delante de Dios en el tabernáculo, y parte puesto sobre el altar de Dios. El animal sería quemado y ofrecido totalmente a Dios, Dios aceptaría la muerte de esta víctima inocente, en lugar de poner juicio sobre el culpable y de esta manera, el culpable no sufriría el castigo que vendría de Él. El principio de este hecho, se encuentra en Levítico 17:11, “porque la vida de la carne, en la sangre está, y yo os lo he dado ara hacer expiación sobre el altar por vuestras almas, y la misma sangre hará expiación de la persona”. Hoy día, no ofrecemos la vida de un animal inocente, en expiación de nuestros pecados, hay otro, el cordero de Dios, quien ha sido ofrecido en nuestro lugar. El tema de todo el nuevo testamento es “Cristo murió por nosotros, porque si siendo enemigos fuimos reconciliados con Dios, por la muerte de su hijo, mucho más estando reconciliados seremos salvos por su vida. Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por el señor nuestro Jesucristo, por quien hemos recibido ahora la reconciliación” (Romanos 5:8-11). “Dios ha puesto a Jesús, su hijo unigénito, como propinación por medio de la fe en su sangre, a fin de que Él sea el justo y el que justifique al que es de la fe de Jesús” (Romanos 3:25 y 26). Jesucristo fue a la cruz, llevando en sí la culpabilidad de nosotros, en su muerte, Él pagó por nuestros pecados. La Biblia dice en Gálatas 3:13 y 14, “Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición, porque escrito está, maldito todo es, el que es colgado en un madero, para que en Cristo Jesús, la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe, recibiésemos la promesa del espíritu”. Colosenses 1:14 dice, “en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados”. Lo que Jesús hizo en el calvario, nos redimió de toda iniquidad, y nos purificó para hacer de nosotros una gente especial. Nuestra salvación del pecado y la protección del juicio, está basada en el sacrificio de Jesús, en Él, somos libres de cualquier peligro de juicio. Tú puedes escapar del justo juicio de Dios por medio de recibir lo que el proveyó en Cristo Jesús. Hechos 16:31 dice, “Cree en el señor Jesucristo y serás salvo”. Juan 3:18 dice, “el que cree, no es condenado”. Juan 3:36 dice, “el que cree en el hijo, tiene vida eterna”. Romanos 10:13 dice, “porque de todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo”. La Biblia te invita a venir a Jesús, en Mateo 11:28 y 29 leemos, “venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas”. La Biblia te invita a recibir a Jesús como tu salvador, te da la bienvenida de regresar a Él con todo tu corazón, te llama a que abras la puerta de tu corazón por un acto de voluntad, para que Él pueda entrar en tu vida. Ten cuidado, el juicio de Dios seguramente vendrá y caerá sobre todos aquellos que no tienen a Cristo en su corazón ese día. La única manera de escapar del juicio de Dios y de la condenación eterna, es por medio de arreglar cuentas con Él, hoy. El juicio viene, es justo, es severo, pero gracias a Dios hay escapatoria. Ven a Cristo hoy. Padre, permite que mis amigos vean la luz en estos momentos. Señor, te pido que se arrepientan y acepten el sacrificio que Jesús hizo por ellos, en el nombre de Jesús te lo ruego, amén.  

Otros archivos en esta serie