Mas sabemos que el juicio de Dios contra los que practican tales cosas es según verdad. (Romanos 2:2) No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio. (Juan 7:24) Todos los caminos del hombre son limpios en su propia opinión; Pero Jehová pesa los espíritus. (Proverbios 16:2) Porque juicio sin misericordia se hará con aquel que no hiciere misericordia; y la misericordia triunfa sobre el juicio. (Santiago 2:13)

¿Has aparecido alguna vez en un juicio de leyes, siendo tú el acusado en algún asunto legal? No es una experiencia placentera, escuchas la evidencia presentada y esperas el veredicto de la corte. Aún si sabes que eres inocente, es una experiencia de mucha tensión, y si eres culpable, es aún peor. La Biblia nos informa, que algún día, todos tendremos que presentarnos delante de Dios para dar cuenta de nuestros hechos. Aquellos quienes han recibido a Jesucristo como su salvador, serán juzgados para determinar las recompensas que recibirán por fiel servicio a Dios, ellos aparecerán delante del tribunal de Cristo. Pero aquellos que han rechazado el perdón de Dios, a través de la fe en Cristo Jesús, aparecerán en el juicio del gran trono blanco, para recibir la sentencia de su castigo a causa del pecado. Cualquiera de los dos juicios será solemne, pero para él no salvo, el juicio es un prospecto de terror. El juicio de Dios sobre el pecado será severo, a algunas personas no les gusta oír esa enseñanza, ellos dicen; “Dios es amor, Él nunca castigará a nadie”. Es cierto que Dios es amor, pero también cierto que Dios es justo. Si Él no castiga al pecado, el no sería justo. Cuando su oferta de gracia es rechazada, el ciertamente castigará en justo juicio, al pecador que rehúsa su gracia. El apóstol Pablo, quien entendió las verdades de Dios mejor que cualquier otro hombre que haya vivido, escribió en Romanos 2:2, “más sabemos que el juicio de Dios contra los que practican tales cosas, es según verdad”. Sí, el juicio de Dios es según verdad, no habrá errores o parcialidades, demostradas en ese día. Jesús nos aconsejó lo siguiente en Juan 7:24, “no juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio”. Dios juzga con justo juicio, Él no depende de lo que parece ser la verdad, porque Él sabe lo que es la verdad de cada uno de nosotros. Su juicio es correcto y justo, porque es según la verdad. Enseñanzas del antiguo testamento concuerdan con las del nuevo testamento en cuanto a esto, Proverbios 16:2, explica que Dios puede juzgar en verdad absoluta, mientras que el hombre no puede. Todos los caminos del hombre son limpios en su propia opinión, pero Jehová ve a los espíritus. El hombre está limitado a lo que ve con sus ojos, oye con sus oídos e interpreta con su mente; Dios conoce el corazón del hombre, así que el hombre puede equivocarse al juzgar; pero Dios no. Dios juzgará al pecador conforme a la verdad, Él les dirá, “pesado has sido en balanza y fuiste hallado falto”. Pobre de la persona que se encuentre en ese día delante de Dios, no habrá apelación a una corte más alta, no habrá una segunda oportunidad, las oportunidades habrán pasado y sólo el juicio permanecerá. Santiago 2:13 nos dice de la siguiente manera, “porque juicio sin misericordia, se hará con aquel que no hiciere misericordia”. Eso no suena extraño hoy día, nosotros predicamos del amor, la misericordia y la gracia que Dios extiende al hombre, y es cierto lo que predicamos, Dios llama al pecador diciéndole, “si oyereis hoy mi voz, no endurezcáis vuestros corazones” (Hebreos 4:7). Segunda de Pedro 6:2 nos dice, “en tiempo aceptable te he oído, y en día de salvación te he socorrido. He aquí ahora el tiempo aceptable, he aquí ahora el día de salvación”. Dios ofrece su gracia hoy, porque es tiempo de salvación por medio de la fe en Cristo Jesús, pero vendrá un tiempo, cuando pasará el día de salvación, el día del juicio vendrá y ya no habrá gracia, Dios trabajará con justicia y no con misericordia en ese día. Proverbios 1:26-33 nos lo describe, “Dios cuenta de cómo Él extendió su mano, pero el pecador lo rechazó, así que Él les avisó del juicio venidero con estas palabras: también yo me reiré en vuestra calamidad y me burlaré cuando os viniere lo que teméis. Entonces me llamarán y no responderé, me buscarán de mañana y no me hallarán, por cuanto aborrecieron la sabiduría y no escogieron el temor de Jehová, comerán del fruto de su camino y serán hastiados de sus propios consejos, porque el desvío de los ignorantes, los matará. Más el que me oyere, habitará confiadamente y vivirá tranquilo sin temor del mal”. Dios dará el veredicto, declarará sentencia y ejecutará el castigo de los pecadores. La gente ha sabido del juicio venidero durante todas las generaciones de la raza humana. Enoc, quien vivió en la séptima generación de Adán, profetizó con estas palabras, “he aquí vino el señor con sus santas decenas de millares, para hacer juicio contra todos, y dejar convictos a los impíos de todas sus obras impías, que han hecho impíamente y de todas las cosas duras que los pecadores impíos, han hablado contra Él” (Judas 14 y15). Ezequiel vivió cuatros siglos y medio antes del nacimiento de Jesús, y testificó estas palabras en Ezequiel 18:20, “el alma que pecare, esa morirá”. Jesús habló en Mateo 25:30 de, “echar al ciervo inútil en las tinieblas de afuera, ahí será el lloro y el crujir de dientes”. ¿Cómo describe la Biblia el castigo que vendrá sobre los pecadores? 1. Será un tiempo de rechazo, Dios dirá al pecador, “nunca os conocí” (Mateo 7:23). 2. Será un tiempo de separación, Él dirá, “apartaos de mí, hacedores de maldad” (Mateo 7:23). 3.       Será un tiempo de sufrimiento, la Biblia habla de castigo eterno, Segunda Pedro 2:9 dice, “sabe el Señor librar de tentación a los piadosos y reservar a los injustos, para ser castigados en el día del juicio”. ¿Cómo describe la Biblia el castigo que recibirán los pecadores? Mateo 18:9 dice, “infierno de fuego”. Mateo 18:8 dice, “el fuego eterno”. Apocalipsis 20:14 y 15 dice, “el lago de fuego”. Lucas 3:17 dice, “fuego que nunca se apagará”. Marcos 9:48 dice, “donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga”. Marcos 3:29 dice, “juicio eterno”. Romanos 2:5, “el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios”. Dios no nos da tan terrible descripción de castigo porque nos odia, sino porque nos ama. El infierno es un lugar real, es el destino de cada pecador, Dios nos amonesta detalladamente para que pensemos dos veces y hagamos bien nuestra decisión, Él nos llama al arrepentimiento y a la fe personal en Cristo Jesús, Él nos amonesta porque Él quiere que nos salvemos. Entra a la seguridad de Cristo Jesús, confía en Él, acéptale en este día. Padre, ayuda a mis amigos a hacer su decisión, ayúdales a arrepentirse y en aceptar a tu hijo, como el salvador de sus vidas. En el nombre de Cristo te lo pido, amén.