Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. 9 De pecado, por cuanto no creen en mí; 10 de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más; 11 y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado. (Juan 16:8-11) Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria, 32 y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartarálos unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. (Mateo 25:31-32) E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna. (Mateo 25:46)

Jesús dijo en Juan 16:8-11, “Cuando el Espíritu Santo venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio” El espíritu santo está en el mundo hoy, comenzó su ministerio de la dispensación cristiana, en el Pentecostés cristiano relatado en el capítulo 2 de Hechos. Estamos siguiendo una serie de estudios concernientes a su ministerio de convencer al hombre del juicio venidero. En primer lugar, hemos visto que la Biblia enseña que el juicio, ciertamente vendrá. En segundo lugar, hemos visto que el veredicto de ese día, será de acuerdo a la verdad divina y a la justicia estricta. Veamos el tercer punto de esta serie: este juicio venidero es universal, por esta razón, cada persona debe prepararse para ese día. Leamos las palabras de Jesús en Mateo 25, versículos 31 y 32, “cuando el hijo del hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con Él, entonces se sentará en su trono de gloria y serán reunidas delante de Él todas las naciones, y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabrito”. Consideremos esa declaración, “y serán reunidas delante de Él, todas las naciones”. Esa doctrina era sorprende en tiempos antiguos, las personas de esa era pensaban que cada nación, tenía su propio Dios que la cuidaba; las escrituras enseñan lo contrario, sólo existe un Dios. Él es rey soberano sobre todas las cosas y personas que existen en el cielo y en la tierra, todas las personas y todas las cosas fueron creadas por Él, la Tierra y todo lo que en ella habita, le pertenece. Él tiene la autoridad y el poder para llamar a toda persona a presentarse delante de Él, para ser juzgado en el día del juicio final. La autoridad absoluta y total de Dios, es indicada en las palabras de Jesús, vamos a repasarlas: (1) Todas las naciones se presentarán delante de Dios, indicando que Él es el que reina y que ellas tienen que estar sujetas a Él. (2) Él os dividirá de acuerdo a sus reglas, indicando que sus leyes, tienen autoridad sobre cualquier otra que pueda existir. (3) Él dará un veredicto al cual no habrá apelación, indicando que Él es juez soberano sobre toda la Tierra. (4) Él aceptará a algunos y rechazará a otros, porque Él es un Dios de justicia que aprueba lo bueno y rechaza lo malo. (5) Él recibirá a algunos en su gloria y a otros los enviará al castigo eterno, demostrando que Él tiene autoridad sobre el tiempo y la eternidad. Jesús dijo en Mateo 25:46, “e irán estos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna”. Ese es el juez de justicia con el que tendrás que encontrarte en el día del juicio final. El espíritu santo te amonesta con que debes prepararte para el encuentro con tu Dios. No serán juzgadas las personas como una nación solamente, serán juzgados también como individuales. Cada persona que ha vivido en cualquier generación de la historia, está destinada a presentarse delante de Dios. Eso te incluye también a ti. Hechos 17:31 dice, “por cuanto ha establecido un día, en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquél varón a quién designó”. Eso quiere decir que Dios juzgará al mundo por medio de Cristo Jesús. El texto dice que “Dios juzgará al mundo”, ¿Cuál es ese mundo al cual juzgará? Nosotros usamos el término mundo, para referirnos a la materia completa del universo, nosotros hablamos de nuestro mundo y nos referimos a las montañas, los ríos, los valles, el mar y aún a veces, tomamos en cuenta a los animales y aves. Pero la Biblia, usa el término “mundo”, para referirse a personas. El mundo, significa la humanidad; el término “mundo”, comúnmente se refiere a esas personas que viven alejadas de Dios, el “mundo” se refiere al hombre que vive en pecado. Eso es lo que Jesús quiso decir cuando explicó en Juan 3:16, “porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. Porque no envió Dios a su hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por Él, eso es lo que quiso decir Pablo cuando dijo que Dios juzgaría al mundo, y ese tiempo se está acercando rápidamente. Dios se interesa en la gente, Él se interesa por nosotros, Él ama a las personas, Él aún ama a los que son rebeldes a su voluntad, Él nos amó tanto que envió a su único hijo a morir por nosotros. Tú nunca encontrarás una persona a quien Dios no ame, nunca encontrarás a una persona por quien Dios no muera. Dios nos ama a todos. Cuando la Biblia dice que Dios juzgará al mundo, quiere decir que cada uno de nosotros dará cuenta de sí mismo a Dios, según Romanos 14:12. Apocalipsis 20:12 y 13 dice así, “y vi a los muertos, grandes y pequeños de pie ante Dios, y el mar entregó los muertos que había en él, y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos, y fueron juzgados cada uno según sus obras”. ¿Quiénes son los que están de pie ante Dios para ser juzgados? Los grandes y pequeños. Los pequeños son aquellas personas que el mundo consideraba sin importancia; los grandes son aquellas personas que le mundo honraba y seguía, personas de autoridad. “El mar entregó a sus muertos”, refiriéndose a los que murieron por accidente o en tragedia. “La muerte y el Hades entregaron a sus muertos”, esto indica a aquellas personas que fueron rebeldes a Dios, esto incluye a toda la raza humana, ¿no es así? Sólo puede pensar en una clase de persona que no tendrá que aparecer delante del gran trono blanco, y estas personas son los santos de Dios. No hay referencia en la Biblia que indique, que aquellos que han recibido a Cristo, tendrán que presentarse en el juicio final. Las obras de ellos ya fueron juzgadas en el tribunal de Cristo y recibieron recompensas por sus obras, los pecados de ellos ya fueron juzgados en la cruz del calvario cuando Cristo murió por ellos. No hay razón para que el creyente se presente delante de Dios en el juicio final. Los pecadores estarán ahí para ser examinados, juzgados y sentenciados a una vida eterna en el infierno. Déjame decirlo una vez más, los redimidos en Cristo, no tendrán que estar delante de Dios en el juicio final porque Jesús ya pagó por sus pecados, el juicio no tiene ningún derecho sobre ellos. ¿Te da miedo saber que algún día tendrás que aparecer delante de Dios para ser juzgado? ¿Te da miedo porque reconoces que existe el pecado en tu vida y que Él condenará? Si ese es el caso, tengo buenas noticias para ti. Jesucristo llevó en sí tus pecados en su cuerpo, cuando Él murió en la cruz. Si tú te arrepientes de tus pecados y aceptas ese sacrificio que Él hizo por ti, puedes ser perdonado, recibir una vida eterna y ser un hijo de Dios. Desde ese momento, no tendrás que temer el día del juicio final porque ni siquiera tendrás que presentarte delante de Dios así en esa forma. Ven a Jesús, ven en este momento. Padre, te pido por todos los que están escuchando este programa ahorita, si son tus hijos, dales le deseo de trabajar por la salvación de todos nuestros amigos y familiares. Si no son tus hijos, ábreles los ojos para que puedan conocerte, en el nombre de Jesús te lo pido, Amén.