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Seguridad En Cristo
Seguridad En Cristo Paste - 3
Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Duración: 00:14:31 Minutes
Listens:
18
Aired on Abr 22, 2020

Escritura

Juan 3:3-5; Mateo 6:9; Juan 16:27; 2 Corintios 6:17-18; Juan 4:13-15; Juan 7:37-38; Juan 7:39; 2 Pedro 1:4; Efesios 1:13-14; Efesios 4:30; 2 Corintios 1:21-22; Romanos 8:9; Malaquías 3:16-17; Efesios 1:14; 2 Timoteo 2:13; Romanos 8:15-16

Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.

Hay una promesa en las Sagradas Escrituras que casi suena demasiado buena para ser cierta, la promesa está expresa en II Pedro 1:4 de esta manera, “por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas para que por ellas llegases a ser participantes de la naturaleza divina habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia.” Notemos las palabras participantes de la naturaleza divina, es casi increíble, seguro es que no podríamos creer esto si no estuviera en la Biblia. ¿Qué quiere decir participantes de la naturaleza divina? Significa que recibimos la naturaleza de Dios. ¿Cómo recibimos la naturaleza de Dios? Recibimos su naturaleza cuando somos nacidos de Él, recibiste una naturaleza humana cuando naciste físicamente de tus padres, recibes una naturaleza divina cuando naces espiritualmente de Dios. El ser cristiano es haber nacido de Dios, no puedes ser cristiano sin nacer de nuevo, nacer del espíritu de Dios, según Juan 3:3-5. Cuando naces de Dios recibes la naturaleza de Dios. El cristiano puede levantar sus ojos al cielo y llamar a Dios padre, Jesús nos enseñó a orar de esta manera, “Padre nuestro que estáis en los cielos, santo sea tu nombre” (Mateo 6:9), “Él nos aseguró, pues el Padre mismo os ama” (Juan 16:27). La Biblia nos demuestra los sentimientos de Dios en Cristo Jesús cuando nos declara estas palabras en II Corintios, 6:17-18 “y yo os recibiré y seré para vosotros por padre y vosotros me seréis hijos e hijas”, dice el Señor Todopoderoso. El cristiano reconoce a Dios como su padre celestial y Dios reconoce al cristiano como un hijo nacido del padre. ¿Cuál es la naturaleza que el cristiano recibe cuando confía en Jesucristo como señor y salvador? La naturaleza de Dios es el Espíritu Santo, quien viene a morar en aquellos que han confiado en Jesús. El cristiano tiene la naturaleza de Dios porque llega a ser morada del Espíritu Santo, Jesús aclaró eso en su conversación con la mujer samaritana, Él pidió que ella le diera agua para tomar y de esa manera comenzó la conversación, Él le dijo, “cualquiera que bebiera de esta agua volverá a tener sed, más el que bebiera del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna”. La mujer replicó sabiamente, “Señor, dame esa agua para que no tenga yo sed” (Juan 4:13-15). En otra ocasión, Jesús atendía a una fiesta religiosa en Jerusalén. Dentro de los ritos que hacían los sacerdotes había un punto en el cual ellos regaban agua delante de Dios en señal de humildad, inhabilidad y arrepentimiento del pecado. Cuando ellos terminaban la ceremonia, Jesús se puso en pie y alzó la voz diciendo, “si alguno tiene sed, venga a mí y beba, el que cree en mí como dice la escritura, de su interior correrán ríos de agua viva (Juan 7:37-38). ¿Qué quería decir Jesús? Él dijo que habría ríos de agua dentro de los que creemos en Él, este río de agua correrá en nosotros y saldrá desde el interior de nuestros cuerpos, ¿qué significan estas palabras? La Biblia nos enseña que Jesús ilustra con una fuente de agua, agua y ríos de agua para demostrarnos una realidad espiritual. Esto dijo del espíritu que habían de recibir los que creyesen en Él (Juan 7:39). Pon las palabras Espíritu Santo en vez de la palabra agua en estas declaraciones de Jesús y tendrás el verdadero significado de lo que Jesús decía. Jesús dijo que aquellos que creerían en Él, tendrían al Espíritu Santo viviendo por dentro de ellos, Él sería energético y daría vida, así como una fuente derrama sus aguas sobre todo lo que la rodea. De cada creyente, la influencia del Espíritu Santo de Dios iría día por día bendiciendo a las personas que le rodearan o tuviesen contacto con Él, esa es la naturaleza divina, que Dios dijo que daría a los que creerían en Jesús. La naturaleza de Dios es el Espíritu de Dios. En el momento de convertirse, el Espíritu de Dios entra en el Espíritu del hombre y toma residencia permanente; el creyente está lleno de Dios mismo, la naturaleza de Dios por medio de la estancia del Espíritu Santo. En verdad somos participantes de la naturaleza divina habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo de la concupiscencia (II Pedro 1:4). La naturaleza de Dios dentro del cristiano lo sella para la eternidad, la biblia nos informa que, “habiendo creído en Él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa que es las arras de nuestra herencia hasta la rendición de la posesión adquirida para la alabanza de su gloria” (Efesios 1:13-14). En otro lugar nos aconseja, “y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención” (Efesios 4:30). Otra vez la Biblia dice, “y el que nos confirma con vosotros en Cristo, y el que nos ungió, es Dios, el cual también nos ha sellado y nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros corazones (II Corintios 1:21-22). Notemos la repetida referencia de que el cristiano es sellado con el Espíritu Santo de Dios. La palabra sellado quiere decir marca, es una señal por la cual una persona o una cosa es identificada. En los ranchos grandes de ganado, los dueños ponían una marca particular en la piel de cada animal para identificar a dicho animal, en señal de que dicho animal le pertenecía; cada rancho tenía su propia marca, ese era el sello del dueño de ese rancho, el Espíritu Santo es el sello con el cual Dios identifica a los que le pertenecen en Cristo Jesús. La persona que tiene el espíritu de Dios viviendo en su espíritu humano, pertenece a Dios; la persona que no tiene al espíritu de Dios viviendo en su espíritu humano, no es hijo de Dios. La Biblia dice, “y si alguno no tiene el espíritu de Cristo, no es de Él” (Romanos 8:9). Esa es la base de nuestra seguridad en Cristo, Dios mira desde arriba y ve a su propio Espíritu Santo viviendo en nosotros, eso nos marca en señal de que le pertenecemos y fue escrito libro de memoria delante de Él para los que temen a Jehová y para los que piensan en su nombre y serán para mí especial tesoro, ha dicho Jehová de los ejércitos “en el día en que yo actuare y los perdonare como el hombre que perdonó a su hijo que le sirve” (Malaquías 3:16-17). Dios nunca condenaría su propia naturaleza, su naturaleza está dentro de nosotros por medio del Espíritu Santo, eso nos hace estar seguros. “El Espíritu Santo es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria” (Efesios 1:14). La palabra arras quiere decir garantía, el hecho de que el espíritu de Dios vive en ti, garantiza tu salvación eterna. Escucha estas palabras, “si fuéremos infieles, Él permanece fiel, Él no puede negarse a sí mismo” (II Timoteo 2:13). Dios no rechazará su propia naturaleza divina, recibimos esa naturaleza al recibir a Cristo, Dios no nos rechazará porque somos sus hijos a quienes Él ama mucho, créelo y regocíjate en ello, pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción por el cual clamamos, ¡aba Padre! El espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios (Romanos 8:15-16). ¿Has recibido la naturaleza divina por medio de la fe en Cristo Jesús?

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