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Necesitas a Jesús
Porque El Hombre No Puede Por Si Solo Hacer El Bien
Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Dic 09, 2022
Dic 05, 2022
Duración:
00:14:31 Minutes
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Escritura

Romanos 3:10-12; Gálatas 5:17.

Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; 11 No hay quien entienda, No hay quien busque a Dios. 12 Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. Romanos 3:10-12 Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y estos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis. Gálatas 5:17

Hoy llegamos al final de otra serie de estudios. Hemos estado estudiando acerca del por qué el hombre necesita de Jesús. Hemos visto que el hombre necesita de Jesús porque el hombre no es justo, no entiende, no busca a Dios y porque se ha desviado. Hoy quiero que le demos el último golpe en la cabeza a esto, con la última razón que nuestro texto nos da. Hoy vamos a observar que el hombre necesita de Jesús, sencillamente porque el hombre no puede por sí solo hacer el bien. Nuestro texto nos dice, en Romanos, capítulo 3, versículos 10 al 12: “Como está escrito: No hay justo, ni aún uno; no hay quien entienda, no hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno”. Es normal que hagamos lo que es común a nuestra naturaleza; es normal que el mentiroso mienta; es normal que el ladrón hurte; es normal que el asesino mate. No hay nada fuera de la normalidad esperar que uno haga según su naturaleza. No es extraño entonces, el hecho de que aceptemos que, debido a nuestra naturaleza, nosotros pequemos; y es por esa razón que necesitamos de Jesús. Si sólo tenemos una naturaleza carnal, entonces siempre escogeremos lo que es normal para esa naturaleza, y eso es pecar. Siempre buscaremos ir contra la voluntad de Dios por naturaleza. Escucha lo que dice Gálatas 5:17: “Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y estos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisieres”. Como podemos ver, la naturaleza carnal es contra lo espiritual, por lo consiguiente, si uno sólo tiene una naturaleza carnal, siempre irá en contra de Dios; eso es normal. Y por mucho que uno quisiera aparentar ser bueno, sólo se engaña a sí mismo, porque es su naturaleza ir en contra de todo lo que es bueno. Es por eso que la Biblia enfatiza el hecho de que “no hay quien haga lo bueno”. El apóstol Pablo, aunque ya era creyente cuando escribe lo que vamos a leer, nos explica un poco acerca de nuestra naturaleza carnal. Vamos en nuestras Biblias, a Romanos, capítulo 7, para leer los versículos 14 al 21, y ver si podemos explicar este asunto un poco mejor, y así ver si estamos en lo correcto o no. Romanos 7:14-21, “Porque sabemos que la ley es espiritual; mas yo soy carnal, vendido al pecado. Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago. Y si lo que no quiero, esto hago, apruebo que la ley es buena. De manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí. Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mi, pero no el hacerlo. Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí. Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí”. Quiero hacer énfasis, en el hecho de que cuando leemos estos versículos, está hablándonos un hombre que ya conoce a Jesús como su Salvador, y que todavía así, está teniendo problemas debido a que, aunque ha recibido una naturaleza espiritual, todavía tiene la naturaleza física con la cual nació. Tiene una naturaleza que le ayuda a vivir de acuerdo a la voluntad de Dios, pero existe una lucha interna, como la que vimos en el libro de Gálatas, cuando nos señala que “la carne es contra el Espíritu”. Yo deseo que observemos estos versículos únicamente, desde la perspectiva de una persona que no conoce a Jesús, para así comprobar el por qué, cada persona necesita de Él. Lo que más quiero que analicemos, es el hecho de que la ley es espiritual, pero que nosotros somos carnales, vendidos al pecado. La ley es espiritual. Dios hizo la ley para el verdadero nosotros, y el verdadero nosotros, es la parte de nosotros que Dios hizo a su imagen; es nuestra alma. Es la parte de nosotros que tiene mente, voluntad y emociones. Debemos recordar que nuestro cuerpo no es más que la casa en que vivimos; esa casa es hecha de polvo, y algún día regresará al polvo. Pero nuestra alma es eterna, vivirá para siempre, y nuestra alma, está espiritualmente viva o espiritualmente muerta, dependiendo si hemos recibido a Jesús o no. La ley fue hecha para esa parte de nosotros; la ley es espiritual. Pecado es infracción de la ley, pecado es quebrar la ley. Cuando una persona conscientemente quiebra la ley o infringe la ley, comete pecado. Cuando uno peca, no es su cuerpo el que peca. Uno usa su cuerpo para pecar, pero el cuerpo no actúa independientemente del individuo. Por lo consiguiente, cuando uno quiebra la ley, es su alma la persona verdadera la que peca. Dios nos dice en el libro de Ezequiel, que el alma que pecare ciertamente morirá. Así que cuando el alma peca, su cuerpo no muere, pero espiritualmente uno muere para con Dios. El asunto es que, aunque la ley es espiritual, uno tiene una naturaleza carnal, la cual es influenciada fuertemente por su cuerpo físico. Esta naturaleza la recibimos de nuestros padres cuando nacemos; recuerda que la Biblia nos enseña que somos concebidos en pecado. Nuestros padres son pecadores y por lo consiguiente, nosotros obtenemos la naturaleza de ellos, y la naturaleza que recibimos de ellos, es una naturaleza carnal, la cual es pecaminosa. En el momento en que llegamos a la edad de poder distinguir entre el bien y el mal, nuestra naturaleza carnal comienza a trabajar tiempo doble, influenciado por Satanás, quien quiere hacer con nosotros, lo mismo que hizo con Eva en el Jardín del Edén. Él quiere que desobedezcamos a Dios. Y ¿sabes qué?, eso es precisamente lo que hacemos: pecamos y morimos espiritualmente. Como dijimos anteriormente, la ley es espiritual. Si he quebrado la ley, tengo que pagar la consecuencia de haberla quebrado, espiritualmente. La Biblia nos enseña, en Romanos 6:23, que “la paga del pecado es muerte”. Si la ley es espiritual, y el pecado es quebrar la ley, entonces la muerte de qué habla aquí, también tiene que ser muerte espiritual. Y creo que esto está claro en nuestra mente. También creo que está claro la realidad de que, si estoy muerto espiritualmente, sólo hay una manera en la que puedo vivir, y esa manera es carnalmente. Y he aquí, la razón por la cual necesitamos a Jesús. Regresemos a Romanos 6:23, dice: “Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”. Dios no quiere que ninguno perezca, sino que todos vengan al arrepentimiento. Él no quiere que nadie tenga que ir al infierno. Por eso es que Él da al hombre una escapatoria, una salida. Cuando el hombre peca, muere espiritualmente; pero Dios hizo algo para que el hombre pudiera vivir espiritualmente, una vez más. Él hizo un regalo al hombre, y el regalo es vida eterna. Y esa vida eterna, viene en la persona de Cristo Jesús, lo único que el hombre tiene que hacer es aceptarla, por medio de admitir que es pecador y recibir el regalo con fe. Cuando hace esto, nace espiritualmente de simiente de Dios, según 1 Juan, 3:9. Lo bueno de todo esto, es que recibe una nueva naturaleza, una naturaleza espiritual, y ahora tiene una fuerza en sí, que le ayudará a vivir de una manera que agrada a Dios. Ahora puede hacer bien, cuando vive dirigido por el espíritu y no por la carne. Claro está, que siempre habrá una lucha, porque al nacer espiritualmente, no pierde su naturaleza carnal; pero por lo menos, tiene una ayuda que anteriormente no tenía, porque ahora el Espíritu de Cristo, vive en uno. Claro está, que Satanás no quiere que tú tengas esta ayuda. Él quiere que vivamos en desobediencia a Dios, así como él, y de esta manera, vivimos para él. La única manera que puedes vivir para Dios es por medio de vivir espiritualmente. Uno no puede vivir espiritualmente, si está muerto. ¿Qué debes hacer? Necesitas nacer espiritualmente. La manera en que haces esto es admitir, que no hay nada bueno en ti. Si no admites eso, entonces tampoco recibirás el regalo que Dios da. Después debes pedir perdón a Dios, y aceptar a Jesús, por medio de pedir entrar en tu corazón. Recíbele con fe, creyendo en el hecho que Él entrará a tu vida, en el mismo momento en que tú se lo pidas. Y Él no miente, Él entrará, y también te dará vida eterna. Vamos a orar. Padre, Gracias te damos por Jesús. No hay nada bueno en nosotros. Nuestra naturaleza carnal hace que hagamos el mal y nos rinda incapaces de hacer el bien, pero con Cristo en nuestra vida, podemos hacer Tu voluntad; podemos vivir vidas que te agradan. Ayúdanos a todos a comprender la realidad de este estudio. Porque te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.

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