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Disciplina: Cruz De Los Discípulos
Viviendo En La Palabra
Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Nov 08, 2022
Nov 05, 2022
Duración:
00:14:32 Minutes
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3

Escritura

Lucas 14:27; Juan 15:10

Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo. Lucas 14:27 Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. Juan 15:10

Jesús dice en Lucas 14:27: “Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo”, en nuestro estudio pasado hablamos de que yo pensaba que nuestra cruz, o sea la cruz la cual nos habla Jesús en este versículo es la disciplina, muchas personas tienen la opinión de que esta cruz de la cual nos habla Jesús es una carga que ellos deben arrastrar por la vida, algún pobre hombre que tiene una esposa indomable podría decir que su esposa es la cruz que él debe cargar, alguna persona con un impedimento físico podría decir que esa es la cruz que él debe llevar, otro podría decir que su cruz es la pobreza, en fin muchas cosas podrían ser esta cruz de la cual nos habla Jesús pero en mi opinión esta cruz de que nos habla nuestro Señor es una cruz de disciplina. La cruz señala cuatro direcciones, si queremos decirlo podríamos decir que la cruz tiene cuatro brazos, uno de los brazos señala hacia arriba al cielo, otro señala hacia abajo esta es la parte que es enterrada en la tierra, la cruz tiene un brazo derecho y un brazo izquierdo donde las manos del individuo iban clavados, al entrar a nuestro estudio quiero que le pongamos títulos a cada uno de los brazos, hoy vamos a estudiar el primer brazo, el que va enterrado, el brazo que señala del cielo hacia la tierra, a este brazo le vamos a poner por título “Viviendo en la Palabra”. Los otros brazos son el brazo de la Oración, este es el que se dirige hacia arriba, el brazo de Compañerismo que se extiende hacia la derecha y el brazo de Testimonio que se extiende hacia la izquierda. Cualquier persona que desea seguir a Jesús tendrá que practicar estas cuatro disciplinas, al practicarlas crucificará diarias sus deseos carnales y así será un verdadero discípulo de Cristo. Regresemos ahora a la primera disciplina, esta es la disciplina de vivir en la Palabra, en Juan 15:10 nuestro maestro divino nos dice: “Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor”. ¿Cómo puede el discípulo en pleno siglo 20 guardar mandamientos que el Maestro de los maestros enseñó hace dos mil años atrás? Por medio de estudiar las Escrituras, Jesús también dice en Juan 5:39: “Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí”. Si el discípulo tuviera una buena relación con la Biblia obedeciendo sus enseñanzas estaría guardando los mandamientos de Jesús y esto quiere decir que permanecería en su amor. La Palabra de Dios es perfecta, no comete errores, por eso los discípulos de Jesús debemos vivir en ella, el Apóstol Pedro en cierta ocasión estuvo escribiendo en como él y otros habían sido testigos oculares del maravilloso poder de Cristo Jesús, Pedro dijo que él oyó las palabras de Dios Padre cuando dijo sobre un monte santo: “Este es mi Hijo amado, en el cual tengo complacencia”, pero en los versículos 19-21 de 2 Pedro capítulo 1 el Apóstol escribe las siguientes palabras: “Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones, entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo”. Lo que el Apóstol nos está diciendo es que nosotros hoy día tenemos algo aún más seguro que nuestros propios ojos, tenemos la bendita Palabra de Dios, la biblia no miente, la Biblia no engaña, la Biblia no falsifica la verdad y si vivimos en la Palabra de Dios obedeciendo sus enseñanzas seremos discípulos con poder que permanece en el amor del Señor. Claro está que vivir en la palabra no será fácil pero ninguna disciplina es fácil, por eso es que dije que la cruz de que nos habla Jesús es la cruz de la disciplina, conste que la cruz no es un instrumento de placer, la cruz es un instrumento de muerte y cuando Jesús dice que tomemos nuestra cruz nos está diciendo que debemos estar dispuestos a morir, no solo a pasar momentos de dificultad, cuando nosotros vivimos en la Palabra habrán momentos cuando nosotros tendremos que crucificar nuestros propios deseos, digo esto porque habrán momentos cuando nuestra naturaleza humana va a querer ir en contra de los principios establecidos en las sagradas escrituras, es en esos momentos cuando tendremos que ser disciplinados y obedecer lo que la Biblia nos dice y no lo que nosotros deseamos hacer. Así habremos usado nuestra cruz para dar muerte a nuestros deseos carnales y poner en práctica lo enseñado por Jesús, de esta manera le estaremos siguiendo. ¿Qué te parece? Hay varias razones por las cuales debemos vivir en la Palabra, una de ellas es por la sencilla razón de que la Biblia es un arma sumamente potente, no hay cosa que Satanás más le teme que a la Palabra de Dios, Efesios 6:17 nos enseña que la Biblia es la espada del Espíritu Santo, entre más Biblia sabe el discípulo más armas sabe con qué pelear en contra del enemigo, aún nuestro Señor Jesucristo siendo Dios usó la Palabra para pelear en contra de la huestes de maldad, al ser llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por Satanás el Señor sacó la espalda de las Escrituras e hirió profundamente al diablo cada vez que este le atacaba, por fin vencido el príncipe de las tinieblas tuvo que retirarse y el rey de reyes marcó otra victoria a favor de Dios, no existe el buen discípulo que no sepa usar bien la Palabra de Dios, de hecho es imposible ser discípulo de Jesús y ser ignorante de lo que enseña la Biblia, Jesús exige de sus discípulos que enseñen todo lo que Él les ha enseñado, en Mateo 28:20 Él da órdenes explícitas de enseñar a otros el deber de guardar todas las cosas que Él ha mandado, por eso el Apóstol Pablo escribió a su discípulo Timoteo las siguientes palabras que encontramos en 2 Timoteo 2:15: “Procura con diligencia presentarse a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad”. ¿Cómo puede una persona presentarse delante de Dios estando seguro que quedará aprobado por su Creador? ¿Cómo puede llegar uno a ser un obrero de Jesús que no tiene de qué avergonzarse? ¿Cómo puede uno llegar a usar bien la Biblia? La respuesta es sencilla: uno tendrá que vivir en la Palabra. Tendrá que cultivar un amor por leer la Biblia, memorizar porciones de ella y meditar seriamente en lo que dice, uno tendrá que estudiar sus enseñanzas, interpretarlas con la ayuda del Espíritu Santo y aplicar esas enseñanzas a su diario vivir, uno tendrá que ser obediente a sus principios establecidos y tendrá que negarse sus propios deseos y opiniones para seguir en obediencia a lo que Dios dice. Conste que hay muchas maneras para iniciar esta práctica de absorber las enseñanzas de las Escrituras, una de ellas es por medio de estar atento a este programa radial, otra es por medio de asistir a las reuniones de la iglesia, una manera es por medio de estudio propio y hay muchas otras formas, lo importante es que comencemos a hacerlo. Si quieres vivir como buen discípulo de Jesús, tendrás que tomar tu cruz y seguirle, esa cruz es la cruz de la disciplina y parte de la disciplina del discípulo es vivir en la Palabra, si no tienes una buena relación con la Palabra de Dios no eres un discípulo de Jesús. Para terminar nuestro estudio antes de orar, quiero que leamos dos versículos, el primero es Juan 15:10, ya lo leímos hace unos momentos atrás, dice: “Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor”, y el otro versículo que quiero que leamos es una promesa, la encontramos en el mismo capítulo de Juan capítulo 15 en el versículo 7, dice: “Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho”. Muchos creyentes oran hoy, sin embargo, Dios no hace caso a sus oraciones, ¿por qué? Porque no permanecen o no viven en la Palabra, si quieres que Dios conteste tus oraciones tendrás que practicar la disciplina de vivir en la Palabra. Vamos a orar. Padre, gracias te damos por facilitarnos la manera de seguir a Jesús por medio de tomar la cruz de la disciplina y así crucificar nuestros deseos y voluntad para permitirnos hacer tu voluntad. Dios, nosotros sabemos que nuestro Salvador vivió para hacer tu voluntad y que no se preocupó ni siquiera por su propia vida, sino que la dio en obediencia a tu voluntad. Nosotros queremos seguir en las pisadas de nuestro Salvador, ayúdanos, Señor a prestar más atención en tu Palabra porque ella nos enseñará cómo vivir de una manera que te honrará, todo esto lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.

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