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Mi Ministerio
Lo Que Sucederá Si No Cumplo Mi Ministerio
Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Sep 09, 2022
Ago 31, 2022
Duración:
00:14:30 Minutes
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1

Escritura

Filipenses 2:6-8; Filipenses 2:5.

el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, 7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; 8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Filipenses 2:6-8 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús. Filipenses 2:5

¿Qué piensas de una persona que siendo medico rehúsa en una emergencia a ayudar a un accidentado? Lo mismo siento yo. Yo digo que si tiene la capacidad y los instrumentos necesarios debiera prestar sus servicios como es digno de su profesión. Siempre me admiro de aquellos quienes en momentos de una crisis brindan sus servicios a la humanidad en acto heroico sin tomar en cuenta muchas veces sus propias vidas. Gracias doy Dios por aquellos hombres y mujeres quienes en un momento de desastre nacional se olvidan de ganancias materiales y exponen sus conocimientos en bienestar de los que necesitan de sus servicios. Ya hemos oído historias de heroísmo de personas quienes han dado sus propias vidas para salvar a otros en momentos de terremotos, diluvios, huracanes, guerras epidemias. Algunas de estas personas reciben medallas y trofeos en reconocimiento de sus actos heroicos, otros pasan desapercibidos. Pero existen también aquellas personas quienes se aprovechan de la desgracia de otros, piensan únicamente en sí mismos y siempre quieren salir adelante, son deshonrosos en sus tratos con la humanidad y en hacer esto son una vergüenza a su profesión. Si hay alguien digno de alabanza por sus actos heroicos es Cristo Jesús. Filipenses 2:6-8 nos dice que “Jesús siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz”. Y todo esto lo hizo para salvar al hombre pecador de las llamas del infierno por toda la eternidad, Jesús es digno de ser alabado. Hoy quiero dirigir mis palabras a aquellas personas quienes ya han recibido a Jesús como su Salvador, pero quienes no están haciendo nada para las demás personas. Hermanos, hemos estado estudiando en nuestras ultimas lecciones acerca del ministerio que cada uno tenemos como hijos de Dios. Quiero decirte que estamos en momentos de crisis espiritualmente, miles de personas mueren cada mes sin conocer a Cristo como Salvador, cada día las almas se pierden y van al infierno y muchos de ustedes no levantan un dedo para auxiliar a estas personas, algunos de ustedes tienen familiares que nunca han recibido a Cristo y sin embargo tú sigues tu camino en la vida sin avisarles del peligro que corren, tu pudiéndoles ayudar te quedas parado viéndoles morir lentamente sin hacer nada. Y si no te molesta lo que te estoy diciendo, si no te sientes mal, entonces hay algo que anda muy mal dentro de ti y tú lo sabes. Pero además de esta culpabilidad que lleva la persona que conoce a Jesús como Salvador, pero no hace nada por ayudar a otros, hay otras desventajas para los creyentes que no cumplen con el ministerio que Dios les ha encargado. El cristiano que no quiere ser activo en vivir por Jesús pierde aquel compañerismo intimo que el hijo obediente tiene con el Padre ¿No crees espiritualmente? Y de repente Dios entrega su ministerio a otro que si quiere servirle por medio de servir a la humanidad. Espero que tomando en cuenta estas cosas, si no estás sirviendo activamente en el ministerio que Dios te ha dado, que te despertaras y te darás cuenta de que haces mal y que arreglaras este error. Cada hijo de Dios necesita tener buen compañerismo con el Padre, pero no puede haber buen compañerismo si el hijo es desobediente. Si Dios el Padre nos ha dado un ministerio, no es para que nos sentemos, sino para que lo cumplamos. Ya leímos de como Jesús no se aferró al hecho de que era Dios, sino que se despojó de sí mismo y fue obediente. Filipenses 2:5 dice “Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús”. Si deseo tener buen compañerismo con el Padre, voy a tener que ser obediente. Escucha estas palabras de Jesús en Juan 14:23 “El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él”. Jesús dice que cuando somos obedientes a nuestro ministerio guardando su palabra, tenemos buen compañerismo con el padre. Otra cosa que sucede cuando uno no cumple con su ministerio es que queda estancado, ya no crece espiritualmente. Si vamos a Efesios 4 y estudiamos los versículos 11 al 16 encontraremos varias verdades que respaldan este principio, encontraremos que Dios ha constituido pastores y maestros para perfeccionar a los santos para el ministerio con el fin de que crezcan unidos y ya no sean niños que puedan ser engañados por cualquier persona. Enseña claramente el hecho de que todos los hermanos trabajando en el ministerio con los dones que han recibido de Dios se ayudan mutuamente según la actividad propia de cada miembro y reciben crecimiento para ser edificados en amor. Cuando el creyente niega aceptar sus responsabilidades en el ministerio, no hay crecimiento. Qué triste es ver a hermanos que tienen años de ser creyente en Jesús, pero todavía andan gateando espiritualmente. Como lo dice Hebreos 5:12 “Debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, todavía tienen necesidad de que se os enseñen los primeros rudimentos de la palabra de Dios”. Qué vergüenza, en cuerpo han crecido, pero espiritualmente están retardados. Déjame decirte que, si uno no quiere cumplir con el ministerio que Dios le ha dado, Dios permitirá que otro que si desea obedecer cumpla y reciba la bendición en lugar del que no quiere. El que no desea usar los dones que Dios le ha proporcionado rápidamente vera que Dios puede quitarle su don y entregárselo a otro quien tiene deseos de cumplir con su voluntad. Como hemos visto en otros estudios, estamos aquí en la tierra para dar fruto, y si no damos fruto, pues ¿Qué estamos haciendo? En la parábola de los talentos, Jesús enseño que el que cumple con sus responsabilidades es bendecido, pero el que no cumple, pierde las responsabilidades que tienen y pasan al que es responsable ante su señor. Con esto llegamos al final de nuestra serie de estudios sobre nuestro ministerio. Hemos visto que nuestro ministerio es el ministerio de Jesús y que edifica el cuerpo y que no es algo con que uno debe jugar. Espero que haber aprendido conmigo y ahora es tiempo de poner en práctica lo que la Biblia y el Espíritu Santo nos han enseñado. Si vamos a tener buen compañerismo, si vamos a crecer espiritualmente y si vamos a ser activos en la lucha contra el mal, tenemos que cumplir con el ministerio de nuestro Señor aquí en la tierra. Vamos a orar. Padre sabemos que tenemos mucho trabajo que hacer, sabemos que muchos perecen cada día y ante la tremenda responsabilidad que se nos presenta nosotros temblamos. Pero Padre sabemos que tus estas con nosotros y que no dependemos de nuestro poder sino de tu poder, operando a través de nuestras vidas. Confiando en tu Palabra y dependiendo totalmente tu poder nos lanzamos al ministerio que nos has encomendado sabiendo que la victoria es nuestra, lo hacemos para tu honra y para tu gloria. Lo hacemos en el nombre de Jesús. Amén.

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