Copyright 2016-2019 Lifeword
Mi Ministerio
Dios Tiene Un Ministerio Para Mi
Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Sep 05, 2022
Ago 31, 2022
Duración:
00:14:30 Minutes
Vistas:
1

Escritura

Mateo 7:21-23; Santiago 1:22.

No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. 22 Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? 23 Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad. Mateo 7:21-23 Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. Santiago 1:22

Qué bueno es ser salvo, que bueno es saber que ya no hay condenación para uno, que bueno es ser libre. No me canso de darle gracias a Dios por la salvación que tengo en Cristo Jesús y diario le sirvo en agradecimiento a lo que Él ha hecho por mí. Algunos me critican por mi andar con el Señor y me cuentan de lo que me estoy perdiendo, pero déjame decirte algo: Yo ya estuve en tu manera de vivir, yo sé lo que es. Se lo que es fingir la felicidad, se lo que es tapar el dolor que uno siente en el vacío de su ser con una sonrisa falsa. Pero ahora conozco a Cristo y se lo que es ser verdaderamente libre ¿Sabes qué? Tú puedes quedarte con tu forma y estilo de vida, yo ya no quiero tener nada que ver con ella. Dios tiene algo mucho mejor que hacer con mi vida y quiero llevar a cabo su voluntad al igual que lo hizo mi Señor, yo quiero ser un verdadero discípulo de Jesucristo, Él es mi Salvador. Pero yo quiero que Él también sea mi Señor, dirigiendo mi vida y controlando todo lo que yo hago. Cuando Dios envió a su Espíritu Santo para entrar en mi espíritu humano y me dio vida eterna haciéndome nacer a su familia, Él tenía algo preparado para mí. Todo lo que Dios hace tiene un propósito. Dios no hace las cosas descabelladamente como las hacemos nosotros, todo lo que Él hace tiene orden. Esto es demostrado claramente en toda su creación, una vida sin Dios es una vida sin propósito porque es Dios quien da significado a la existencia de uno, y cuando uno reconoce esta verdad, se arrepiente de sus pecados e invita a Jesús en su corazón, nace espiritualmente, es hecho una nueva criatura y recibí algo por lo cual vale la pena vivir. Antes de recibir a Cristo la vida de uno es una vida de egoísmo, día tras día uno vive para sí, buscando un poco de felicidad momentánea por aquí y otro poco por allá. Uno se levanta, estudia o trabaja y se vuelve a acostar para hacer lo mismo día tras día, semana tras semana y año tras año. Pero al recibir a Cristo eso cambia, siempre y cuando uno vive una vida entregada a Él, uno ya no vive para sí mismo, sino que vive para su Salvador para su Señor y esto trae gran satisfacción. Tú me dices: Pero espera hermano Ricardo, yo he visto a muchos cristianos tristes que viven peor que otras personas que yo conozco. Y yo tengo que afirmar lo que dices, pero lo que sucede es que estas personas son tristes por una de dos razones: En primer lugar, puede ser que estén fingiendo ser cristianos. O, En segundo lugar, puede ser que no están cumpliendo con el ministerio que Dios les ha dado. Debes comprender que no todos los que dicen ser cristianos lo son, yo he conocido a muchos jóvenes que por ganarse el corazón de una jovencita cristiana han pasado adelante en un servicio eclesiástico fingiendo recibir a Cristo y hasta bautizándose, pero una vez que las jóvenes se unieron en matrimonio con ellos, se retiraron por completo de la obra del Señor. Jesús enseña la realidad de los que fingen ser cristianos en Mateo 7:21-23 diciendo “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad”. Como puedes ver, muchos andan por ahí diciendo que tienen la verdad, diciendo que Jesús es bueno, pero ni siquiera los conoce el Señor ¿Por qué? Porque nunca se han arrepentido de sus pecados y nunca le han pedido que entre en sus corazones aceptándole como único y suficiente Salvador de sus vidas. Otros le han recibido, pero ellos son oidores y no hacedores. Santiago 1:22 dice que estas personas se engañan a sí mismos, pues no tienen ninguna seguridad, son como personas que se ven en un espejo y luego se olvidad de como son, eso no debe ser así. Dios te ha dado vida eterna con un propósito, Él tiene planes para tu vida, Él quiere que tu vida tenga significado, pero esto se logra únicamente cuando el individuo se entrega por completo a Él y le obedece. Uno no debe ser oidor de la Palabra, sino hacedor de ella. Cuando uno recibe a Jesús como Salvador deposita toda su confianza en Él creyendo de corazón, siendo obediente a lo que Dios dice en su Palabra, pero no debe terminar ahí la fe. El creyente en Cristo debe seguir confiando en Dios el resto de su vida, depositando toda su confianza en Él para todo y ser obediente en todo lo que Dios pide de uno. Acuérdate de las palabras “El justo por la fe vivirá”. Toda nuestra vida debe ser una vida de fe, tú me dices: Hermano Ricardo, yo sé que Dios tiene un trabajo para mí en su viña, pero tengo temor de fracasar y quedar mal con él no me siento capaz de hacer su trabajo. Bueno ponte en fila, ¿Crees que yo no decía lo mismo cuando Dios me entrego el ministerio de El Contacto Cristiano? ¿Crees tú que yo me sentía capaz de hacer lo que hago? No, pero si tuve confianza en Dios y le dije: Padre, si tú quieres que yo haga esto entonces vas a tener que ayudarme, porque yo sé que solo no lo voy a poder hacer. Y ¿sabes qué? No me ha dejado solo, pero ni por un momento. Pero no solo nosotros hemos tenido este sentir, muchos en la Biblia pusieron excusas para no aceptar el puesto que Dios les daba. Moisés dijo que él no podía porque era tartamudo, Jeremías dijo que él era muy joven, y ¿Cuál es tu excusa? No importa cuál sea, porque en realidad no tiene validez. Dios tiene una oficina para ti en su obra, en la puerta de esa oficina está tu nombre, yo no puedo entrar a esa oficina porque no es mía, yo tengo mi propia oficina. Solo hay una persona quien tiene derecho de entrar en esa oficina y eres tú ¿Vas a entrar? ¿Vas a ser hacedor de la Palabra o solo oidor? A cada uno de sus hijos Dios les ha dado un ministerio, no hay nadie quien puede desarrollar el ministerio que Dios te ha dado a ti mejor que tú mismo. Dios ha preparado ese ministerio a tu medida, es algo especial que solo tú puedes desarrollar y esto es cierto con cada hijo de Dios. Efesios 2:10 dice “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas”. Este versículo solo añade a la verdad que Dios tiene un ministerio preparado para cada uno de sus hijos. Nos ha creado en Cristo Jesús para hacer buenas obras, las cuales preparo de antemano para que anduviésemos en ellas. Todo lo que Dios hace tiene un propósito, Dios no te ha hecho su hijo para que estés sentado con los brazos cruzados, engordándote y desperdiciando tu vida valiosa. Dios quiere que hagas algo con tu vida, porque Él sabe que nosotros tenemos la necesidad de saber que somos útiles para algo, al terminar su vida uno mira para atrás, si ha logrado algo se siente satisfecho, si no, se siente triste y amargo. Qué bueno si todos pudiéramos decir como Pablo en 2 Timoteo 4:7 “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe”. Mi hermano en Cristo, Dios tiene algo preparado para ti, no te quedes sentado, ponte a trabajar y se obediente a la Palabra. De repente por tu fidelidad, Dios te mostrara lo que Él quiere que hagas, cuando te muestre tu ministerio, cumple, te prometo que no te arrepentirás. Vamos a orar. Padre gracias te damos por el amor que tienes para con nosotros, ayúdanos a comprender cuál es nuestro ministerio y a llevarlo a término con todas nuestras energías. Te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.

Otros archivos en esta serie