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¿Cómo Es Que Debemos Vivir? Parte I
Vive Una Vida Llena Del Espíritu
Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Abr 22, 2022
Abr 22, 2022
Duración:
00:14:32 Minutes
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Escritura

Efesios 5:15-21; Romanos 16:19.

Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, 16 aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. 17 Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor. 18 No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu, 19 hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones; 20 dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. 21 Someteos unos a otros en el temor de Dios. Efesios 5:15-21 Porque vuestra obediencia ha venido a ser notoria a todos, así que me gozo de vosotros; pero quiero que seáis sabios para el bien, e ingenuos para el mal. Romanos 16:19

Hay muchas guías prácticas en Efesios 5:15-21, para ayudarnos en saber cómo debemos vivir ahora que hemos recibido a Jesús como nuestro salvador. En estos 7 versículos podemos encontrar 7 principios. La clave de todo el texto es el versículo 18 que nos dice: “No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu”. Todos los 7 principios son dependientes del hecho de que uno debe estar lleno del Espíritu Santo de Dios. Por lo consiguiente, quiero darles algunas direcciones bíblicas para ayudarnos a ver cómo vivir una vida llena del Espíritu.   La primera cosa que debemos hacer es andar sabiamente. El versículo 15 de nuestro texto 5 dice: “Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios”. Esto no nos es está insinuando que debemos ser súper inteligentes o tremendamente brillantes; ser sabio en este versículo nos está hablando de tener la habilidad de hacer lo que es correcto. De hecho, ser sabio es tener la habilidad de escoger correctamente. La sabiduría verdadera es una cualidad moral porque tiene que ver con decisiones morales. Lo importante es que tenemos que tener cuidado con la manera en que vivimos. Siempre debemos actuar de acuerdo a la sabiduría y no hacer las cosas sin pensar. Romanos 16:19 dice que debemos ser “sabios para el bien, e ingenuos para el mal”. ¿Y qué pasa si no sabemos qué debemos hacer? Pues, en este caso, tenemos que acudir a Dios. Tenemos una promesa en Santiago 1:5 que nos dice: “Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada”. Es Dios quien nos puede ayudar a andar con diligencia, no como necios sino como sabios. La segunda cosa que debemos hacer para andar llenos del Espíritu es aprovechar cada oportunidad que tenemos. El versículo 16 nos dice que debemos aprovechar bien el tiempo, que debemos estar siempre listos y preparados para actuar en el momento oportuno. Podemos tomar el ejemplo de un hombre que tiene interés en el mercado de valores. Este individuo quiere comprar cuando las ventas están bajas y vender cuando están altas. Por esa razón, Él está atento a las fluctuaciones del mercado para comprar y vender en el momento propicio. El símbolo antiguo de oportunidad para los griegos era un hombre joven con alas en sus pies y espalda. Este joven tenía largas trenzas de pelo en la parte delantera de su cabeza, pero atrás era calvo; esto significaba que uno debía aprovecharse de la oportunidad cuando se le acercaba. Quiero decirte que tú y yo debemos ser así también; como creyentes en Cristo Jesús tendremos muchas oportunidades de representar a nuestro Salvador. De hecho, es el Espíritu Santo quien nos traerá esas oportunidades y nosotros tenemos que estar listos para aprovechar las oportunidades. Los días son malos y las oportunidades no van a durar para siempre. Por esa razón es que debemos prepararnos, siempre debemos estar listos y dispuestos a servir a otros en el nombre de Dios. Tenemos que hacer esto cada vez que el Espíritu Santo nos da la oportunidad. La tercera cosa que debemos hacer es conocer y hacer la voluntad de Dios. El versículo 17 nos dice: “Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor”. Tomemos en cuenta que Dios tiene una voluntad que Él está llevando a efecto en nuestro mundo. También sería bueno comprender que tú y yo podemos saber cuál es su voluntad. Además de todo esto, somos responsables de entender cuál sea la voluntad de Dios y ponerla a trabajar en nuestras vidas. Esto es un reto bastante impresionante. Quiero decirte que el creyente no debe preocuparse tanto de lo que a él o a ella le parezca importante o no; todos debemos estar interesados únicamente con cual sea la voluntad de Dios para nosotros. ¿Por qué? Porque aquella persona que ignora la voluntad de Dios es una persona insensata. El deleite y las bendiciones de servir a Dios vienen cuando uno siente la satisfacción de haber cumplido su voluntad. Debemos buscar la voluntad de Dios para nosotros y cumplir esa voluntad, y si hacemos esto, no tendremos de qué arrepentirnos. La cuarta cosa que debemos hacer es vivir bajo el control del Espíritu Santo; eso es lo que significa ser “lleno del Espíritu”. El apóstol Pablo está usando en el versículo 18 el contraste entre ser embriagado con vino y ser lleno del Espíritu Santo. Pablo nos dice que no debemos recibir nuestra energía, estimulación y cumplimiento de la vida, del vino. Ya sabemos que cuando el alcohólico ha tomado lo suficiente, es controlado por el líquido que ha tomado; es motivado y controlado por el alcohol que está en él. El alcohol ha poseído a su persona, ya no piensa bien y actúa de una manera que no le luce. Así como el alcohol motiva al borracho, así el Espíritu Santo debe ser la motivación del creyente. Debemos estar saturado del Espíritu, permitiéndole el absoluto control de todo nuestro ser. No como el alcohol que degrada a la persona, el Espíritu Santo le llevará a un engrandecimiento y a un crecimiento espiritual que el individuo nunca jamás ha visto. La quinta cosa que debemos hacer es llevar una vida de alabanza. El versículo 19 de nuestro texto nos dice: “Hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones”. En estos momentos quisiera que pensaras en la música que tú escuchas durante todo el día; yo tengo la dicha de escuchar música dedicada al Señor todo el día y quiero que sepas que la música que escuchamos tiene una gran influencia sobre nuestras vidas. La música entra a nuestro corazón, emoción y voluntad. Si es una música que puedes presentar al Señor, te santificará; si la música que tú escuchas no es una música que invita al Señor a estar contigo, sugiero que no la escuches. La Biblia nos enseña que Dios habita en la alabanza de su pueblo. ¿Ayuda la música que tú escuchas a otros? Esta es un área donde muchos creyentes fallan y no sería malo que pensáramos en lo que hacemos. La sexta cosa que debemos hacer es estar siempre agradecidos. El versículo 20 nos dice: “Dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo”. Colosenses 3:15 dice: “La paz de Dios gobierne en vuestros corazones (…) y sed agradecidos”. Cuando nuestro mundo está lleno de frustraciones, nosotros debemos estar agradecidos; esto sí causará impacto en la vida de otros. La Biblia nos dice que debemos dar gracias a Dios en todo, todo el tiempo y bajo toda circunstancia. ¿Cómo podemos hacer tal cosa? Podemos hacerlo porque confiamos en Dios y Él nos ha dicho en Romanos 8:28 que “a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados”. Yo puedo confiar en Dios porque sé que Él se preocupa por mi bienestar y que sólo desea lo mejor para mí. Él te ama a ti también y lo que espera para mí lo espera para ti. Podemos dar gracias a Dios en el nombre de nuestro Señor Jesucristo debido a esto. En séptimo y último lugar debemos práctica la sumisión mutua a las autoridades respectivas. El versículo 21 nos dice: “Someteos unos a otros en el temor de Dios”. El término someter es un término militar, nos pinta el cuadro de un soldado en su respectivo rango. El espíritu que debemos tener es el de obedecer las órdenes que nos son dictadas por el jefe y capitán, Jesucristo. 1 Pedro 5:5 nos dice: “Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, Y da gracia a los humildes”. El espíritu del cristiano es: Tú primero, después yo. Hemos visto que para estar llenos del Espíritu Santo debemos andar sabiamente, buscando cómo aprovechar las oportunidades, discernir y hacer la voluntad de Dios, vivir bajo el control del Espíritu Santo, ser llenos de agradecimiento y alabanza, y someternos a las autoridades puestas por Dios en su cadena de orden. Esto no solo es una descripción del verdadero creyente, sino que es una descripción del Señor Jesucristo. Vivir de la manera en que hemos estudiado hoy es vivir como el Señor Jesús. Yo voy a tomar estos principios para mi vida personal y espero que tú harás lo mismo. Vamos a orar. Padre, que esta sea la meta de todos mis hermanos en la fe. Ayúdanos a alcanzarla para que tú seas honrado y glorificado. Te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.

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