Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne. Génesis 2:24 Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios. Hebreos 13:4 Pues hay eunucos que nacieron así del vientre de su madre, y hay eunucos que son hechos eunucos por los hombres, y hay eunucos que a sí mismos se hicieron eunucos por causa del reino de los cielos. El que sea capaz de recibir esto, que lo reciba. Mateo 19:12

Cierto pastor, se preparaba para bautizar a un candidato para el bautismo, quien había puesto su fe en el Señor Jesucristo. Entraron al bautisterio, el pastor levantó la mano y sin pensar lo que estaba diciendo, dijo: ¨El matrimonio es una ordenanza de Dios¨. Realizando el hecho de que no había dicho las palabras correctas, rápidamente añadió: ¨Y también el bautismo¨. Su experiencia, algo humillante, nos declara una verdad Bíblica: El matrimonio es ordenado por Dios. Cuando uno de cada tres matrimonios en nuestra nación termina en el divorcio, es tiempo de que volvamos a examinar el plan de Dios en cuanto al matrimonio. El matrimonio envuelve una unión. La mujer encontró su origen cuando Dios tomó una costilla del cuerpo del hombre para diseñarla, ella encontró contentamiento en unión del hombre de quien ella había sido formada. Dios explica este concepto básico del matrimonio, cuando nos dice en Génesis 2:24: ¨Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer y serán una sola carne¨. El término se unirá, indica todo lo contrario de se separará. El dejar uno a sus padres y unirse con su compañero en matrimonio indica una unión. La unión es la esencia del matrimonio, es una unión espiritual, al igual que corporal. Es una unión única, diferente a la relación entre padres e hijos, hermanos y hermanas o cualquier otra relación. Es una unión santa bajo la ordenanza de Dios. El matrimonio es una unión natural, Dios hizo a los seres humanos, varón y hembra, con la relación matrimonial en mente. El hombre y la mujer son hechos de manera que pueden unirse físicamente y sicológicamente. Dios mismo unió a la primera pareja. Evidentemente fue él quien instituyó el matrimonio, en vista de que fue él quien estableció la primera unión. Dios ha puesto en nuestra naturaleza el deseo del matrimonio, las muchachas son hechas para ser madres, los varones son hechos para ser padres. Esta es la forma en que Dios lo deseo. Hebreos capítulo 13, versículo 4, nos enseña que el matrimonio es honroso en todo. En todo aspecto y en toda persona. Claro está que han nacido algunos quienes deberían unirse en matrimonio con otros. Jesús dijo en Mateo capítulo 19, versículo 12. ¨Pues hay eunucos que nacieron así del vientre de su madre, y hay eunucos que son hechos eunucos por los hombres, y hay eunucos que así mismos se hicieron eunucos por causa del reino de los cielos, estos no deben unirse en matrimonio. Pero para todos los demás, el matrimonio es natural y apropiado. El matrimonio es una unión divina. La Biblia nos dice que Dios ha unido a aquellos que se unen en matrimonio, en ese sentido, podríamos decir que los matrimonios son hechos en el cielo, no que Dios siempre selecciona a las personas que han de unirse en matrimonio, pero sí que el matrimonio es sancionado por Dios. La creación de la mujer fue precedida por esta declaración divina: ¨No es bueno que el hombre esté solo. Le haré ayuda idónea para él¨, eso lo encontramos en Génesis capítulo 2, versículo 18. Entonces fue cuando Dios hizo que un profundo sueño viniera sobre Adán, tomando de su costado una costilla, formó a la mujer. Según Génesis 2:21-22: Dios trajo a la mujer al hombre para que fuese su esposa. Dios instituyó el matrimonio cuando el hombre aún estaba inocente de pecado en el jardín del Edén, según la primera parte de Génesis, capítulo 1, versículo 28 la Biblia nos dice que ¨Dios los bendijo¨, Él aprobó la unión de ambos. Proverbios capítulo 18, versículo 22 nos dice: ¨El que haya esposa, halla el bien y alcanza la benevolencia de Dios¨ Dios aún desea que el hombre y la mujer se unan en matrimonio, Él bendice tal unión. El hallar una esposa buena es una bendición de Dios¨, el matrimonio es un estado sagrado delante de sus ojos. No hay fundamento básico para demostrar que el celibato es más sagrado que la unión matrimonial. El matrimonio exalta a la humanidad, no la difama. El matrimonio es una unión exclusiva, en su plan divino, el matrimonio envuelve el compartimiento máximo de un hombre y una mujer. Todos los demás son excluidos de la relación matrimonial. La Biblia, específicamente, enumera a tres personas quienes son excluidas de interferir con el contrato matrimonial: Los padres, son excluidos de la relación matrimonial. Dios declaró en Génesis capítulo 2, versículo 24: ¨Por tanto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer y serán una sola carne¨. Dios no desea que los padres interfieran con el nuevo matrimonio, viola su plan y siempre causa problemas. Otros amantes son excluidos de la relación matrimonial. Esto es indicado cuando la Biblia nos habla fuertemente en contra del adulterio. De En hecho, el adulterio es una ofensa a Dios, en las leyes hebreas primitivas, el acto del adulterio cargaba en sí la pena de muerte. Nosotros podemos referirnos a los términos prematrimoniales o extramatrimoniales, pero la palabra de Dios lo llama fornicación y adulterio. Dios condena la práctica de ambas cosas. El adulterio es un fundamento que da valor al rompimiento del contrato matrimonial y da derecho al divorcio del compañero culpable de acuerdo a Mateo capítulo 19, versículos 5 y 6. Otros compañeros unidos en matrimonio también son excluidos de la relación matrimonial. Algunos hombres grandes en la historia han practicado la poligamia, pero Dios no deseó que fuese así. Romanos capítulo 7, versículo 1 al 3 nos enseña que el unirse con otro compañero o compañera mientras que el otro o la otra está siendo fiel es un hecho de adulterio. Dios condena la multiplicación de esposas o maridos, Él nunca aprobó la poligamia, Él no la aprueba hoy día, Él nunca la aprobará. El matrimonio es exclusivo, el divorcio repetido y casarse una y otra vez en el matrimonio es una violación al plan de Dios. El matrimonio es una unión religiosa, no es un sacramento cristiano, tampoco es una ordenanza cristiana; sin embargo, es una unión religiosa. Dios instituyó y santificó el matrimonio, Él bendice a aquellas personas que se unen en matrimonio, esto hace que sea religioso. En 1 Corintios 7:39 encontramos una discusión sobre el derecho de una viuda de casarse por segunda vez, la última parte del versículo dice: ¨pero si su marido muriere, libre es para casarse con quien quiera, con tal que sea en el Señor¨. Notemos las palabras ¨Con tal que sea en el Señor¨, el cristiano no tiene el derecho de casarse con quien desea, él debe casarse en el señor, eso significa que el cristiano tiene que tomar en cuenta a Dios cuando piensa en el matrimonio, esa es una unión bajo Dios, una unión religiosa, por esa razón es que se buscan a ministros religiosos para oficiar en estas ceremonias nupciales. Debes aceptar tu matrimonio como una unión bajo Dios, eso santificará la relación con tu pareja. El matrimonio también envuelve una unión física, Dios dice que el marido y la esposa se hacen una sola carne, es cierto que hay unidad espiritual en el matrimonio, pero también hay una unión física. No hay nada vulgar en cuanto a la relación física de un hombre y una mujer unidos en matrimonio, solo es la relación física fuera del matrimonio la que desagrada a Dios y se vuelve vulgar. El matrimonio normal incluye la relación física, ambos compañeros deben entregarse uno al otro en el matrimonio, eso es de acuerdo a la palabra de Dios 1 Corintios 7: 3 al 5, nos enseña ese asunto, el matrimonio es una unión pura instituido por un Dios puro con motivos puros y compartido con un amor puro, el matrimonio es una unión pura.  En primer lugar, el matrimonio ha sido Santo desde el principio. De acuerdo a Mateo 19: 6, Dios une al hombre con la mujer en matrimonio, él no tendría nada que ver con una unión que no fuera santa. El matrimonio que comienza con Dios es santo desde el principio, en segundo lugar, el matrimonio es expresado en el hecho de que uno se entrega completamente al otro. El matrimonio no involucra una proposición de un cincuenta por ciento, es más bien el porcentaje de noventa por ciento con ambos conyugues dando el noventa por ciento al otro, ni el hombre ni la mujer tienen el derecho de negarse uno al otro. Cada uno debe considerar el hecho de que ninguno de los dos se pertenece a sí mismo, sino que se pertenecen el uno al otro, esta expresión de amor es lo que debe ser demostrado en el matrimonio. En tercer lugar, es una unión protegida cuando es llevada a cabo correctamente, protege del dominio de una pasión que no puede satisfacerse. Protege del adulterio, el matrimonio guarda a ambos, el hombre y la mujer, mientras que ellos dan sus vidas el uno al otro en cumplimiento a sus deberes como matrimonio, sí, el matrimonio es ordenado por Dios, fue su plan y solo si Él es tomado en cuenta dentro del matrimonio es que este puede llevarse a feliz término. El matrimonio sin Dios, en realidad, ni siquiera es matrimonio. Padre, te damos gracias por este hermoso plan que tú nos has dado, para los que ya hemos unido nuestras vidas en matrimonio te pedimos que siempre te tomemos en cuenta, ayuda a que no seamos egoístas con nuestra relación que compartimos con nuestros cónyuges y a los que no se han casado, te pido que tú les dirijas a la pareja correcta. Deja que ellos te consideren cuando van a buscar la persona con quien van a pasar el resto de sus vidas, en el nombre de Jesús, te lo suplicamos. Amén.