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Matrimonio
La Permanencia Del Matrimonio - Parte 3
Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Duración: 00:14:30 Minutes
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9
Aired on Jul 22, 2020

Escritura

Génesis 2:24; Mateo 19:5 y 6; Mateo 19:3; Deuteronomio 24:1-4; Éxodo 20:1; Mateo 19:8; Deuteronomio 24:2; Mateo 19:9

Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne. Génesis 2:24 y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne? 6 Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre. Mateo 19:5-6 Entonces vinieron a él los fariseos, tentándole y diciéndole: ¿Es lícito al hombre repudiar a su mujer por cualquier causa? Mateo 19:3 Cuando alguno tomare mujer y se casare con ella, si no le agradare por haber hallado en ella alguna cosa indecente, le escribirá carta de divorcio, y se la entregará en su mano, y la despedirá de su casa. 2 Y salida de su casa, podrá ir y casarse con otro hombre. 3 Pero si la aborreciere este último, y le escribiere carta de divorcio, y se la entregare en su mano, y la despidiere de su casa; o si hubiere muerto el postrer hombre que la tomó por mujer, 4 no podrá su primer marido, que la despidió, volverla a tomar para que sea su mujer, después que fue envilecida; porque es abominación delante de Jehová, y no has de pervertir la tierra que Jehová tu Dios te da por heredad. Deuteronomio 24:1-4

Dios estableció el matrimonio, Él puso esta institución en el mundo por el bien de la humanidad, para la estabilidad de la sociedad, para la procreación de hijos y para la gloria de su nombre. La institución del matrimonio ha continuado por la historia humana, generación tras generación, siglo tras siglo y milenio tras milenio. En todas las culturas del hombre, el matrimonio es reconocido como un pacto solemne, lleva la autoridad de un sello divino. Dios estableció el matrimonio con la intención de que ese pacto entre dos personas fuera permanente, eso es sorprendente cuando vemos que la tercera parte de los matrimonios que se llevan a culminación, en un país como los Estados Unidos, terminan en el divorcio. Los matrimonios cambian de pareja hoy día como si se estuvieran cambiando de ropa, algunos lo hacen, pero Dios nunca quiso que fuera así. El matrimonio debería ser una unión permanente entre un hombre y una mujer. Existen varios casos de evidencia, en los cuales podemos ver que Dios nunca quiso que el pacto del matrimonio fuera roto, vamos a ver algunos de los hechos que verifican esto: Número uno, consideremos la naturaleza de esta unión, Génesis capítulo 2, versículo 24, nos dice que Dios dijo a la nueva pareja: ¨Y serán una sola carne¨. Mateo 19, nos muestra la discusión de Jesús, en cuanto a esta declaración, Él declara en los versículos 5 y 6, que los dos, uniéndose en una sola carne, es un argumento en contra del divorcio. Si el hombre se separa de la mujer que está unido con él en matrimonio, ha destruido parte de sí mismo. La mera naturaleza de su unión en matrimonio da un fuerte argumento en cuanto a la ruptura que a ese pacto concierne. Número dos, Dios específicamente prohíbe romper el pacto matrimonial. Escucha las palabras de Jesús en Mateo 19:6: ¨Así que ya, no son ya más dos, si no una sola carne, por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre¨. Es muy simple, Dios une al hombre y la mujer en matrimonio para que ya no sean dos, si no uno. Dios no separaría la unión que Él mismo ha formado, si esa relación es rota, será a causa del hombre; tal separación es claramente prohibida por Dios. Esto demuestra la permanencia del pacto matrimonial en el propósito de Dios. Número tres, Jesús rehusó aceptar las leyes comunes de divorcio, la discusión surgió cuando sus discípulos le preguntaron en Mateo capítulo 19, versículo 3: ¨ ¿Es lícito al hombre repudiar a su mujer por cualquier causa?¨. La pregunta que ellos hicieron estaba basada en la interpretación de Deuteronomio capítulo 24, versículos 1 al 4. Moisés había dicho: ¨Cuando alguno tomare mujer y se casare con ella, si no le agradare por haber hallado en ella alguna cosa indecente, le escribirá carta de divorcio y se la entregará en su mano y la despedirá de su casa¨. Eso dejaba a la interpretación de cualquier persona, el asunto en cuanto a ¿qué era indecente? Varias interpretaciones llegaron a un estado de lo ridículo, cuando algunos religiosos decían que, si la mujer le quemaba la comida, o si ella hablaba muy fuerte que eso era indecente y que con eso ya el marido tenía razón de pedir divorcio o dar carta de divorcio a su pareja. Jesús repudió tal práctica, él enseñó que era a causa de los corazones de piedra que tenían los hombres el pensar en divorcio. Él también declaró que en el principio no había sido así. Él rehusó aceptar las leyes comunes para el divorcio. Número cuatro, solo una ofensa sumamente grave podría dar términos para el divorcio, esa ofensa era el adulterio. La inmoralidad es una violación directa del mandato de Dios en Éxodo 20:14: ¨No cometerás adulterio¨. Los hebreos primitivos apedreaban hasta la muerte al hombre y a la mujer que cometían dicho asunto, solo un pecado digno de castigo de muerte sería suficiente razón para el divorcio. Dios diseño al matrimonio para que fuera permanente, la intención original de Dios es clara, el propósito de Él era que un hombre y una mujer, fueran unidos en matrimonio, pasando sus vidas enteras juntos, amándose, procreando y glorificando a Dios, el que los había unido en una sola carne, esta fue su intención divina. No somos perfectos, ni siquiera vivimos en una orden social que sea perfecta, la idea de Dios, un hombre y una mujer unidos de por vida, sin ninguna consideración del divorcio, no fue realizada por la gente imperfecta y depravada quienes habitaban en la tierra. Algunos hombres no estaban satisfechos con sus mujeres, las forzaron a abandonar sus hogares, algunas mujeres fueron sacadas de sus hogares y sin tener a donde ir; bajo estas circunstancias, Moisés dio una ley que permitía el divorcio, observemos, sin embargo, el propósito de esa ley. No fue hecha para permitir que la pareja en matrimonio cambiara de compañeros cuantas veces quisieran. Era para proteger al inocente cuando un hogar era destruido a causa del pecado. ¿Qué es lo que causa que los hogares sean destruidos? Jesús contestó en Mateo capítulo 19, versículo 8 diciendo que era a causa de la dureza de sus corazones. ¿Cómo es que el divorcio protegía al inocente? En la cultura hebrea primitiva, una mujer no tenía los mismos derechos que tenía el hombre, un hombre podía sacar a una mujer de su casa, pero una mujer no podía sacar al hombre de su casa. Cuando ocurría una separación, era la mujer la que tenía que irse de casa, era ella quien sufría. La mujer tenía tres recursos si su marido la repudiaba: En primer lugar, ella podía regresar a la casa de sus padres, si es que ellos aún vivían y si es que ellos la aceptaban; en segundo lugar, ella podía ser la mujer de otro hombre, y, en tercer lugar, ella podía convertirse en prostituta. No había otra forma de ganarse la vida en esos días, si es que uno era mujer, algún hombre la tenía que mantener. Acordémonos también que la ley prohibía al hombre tomar la mujer de otro mientras que el marido estuviera vivo. Moisés dio el procedimiento del divorcio para que ella pudiera ir y ser la mujer de otro según Deuteronomio 24: 2. Esta ley, había sido hecha o formada para proteger a la mujer que inocentemente había sido repudiada por su marido, pero, a través del tiempo, esta ley, como muchas otras, han sido torcidas y pervertidas por el hombre. Jesús declaró que la terminación del matrimonio era permitida, pero no bajo la aprobación de Dios. La relación de Dios para con el divorcio es una sufrida, pero no aprobada. Jesús permitió lugar para el divorcio, solo cuando uno de los dos, que habían sido unidos en matrimonio, habían cometido adulterio. Mateo 19:9 dice: ¨Y yo os digo, que cualquiera que repudie a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se case con otro, adultera. Y el que se casa con la repudiada, adultera¨. Acordémonos que el adulterio era una ofensa que se pagaba con la pena de muerte en los días de Moisés, el compañero culpable de adulterio era como que se había muerto al otro y al matrimonio, librando al compañero inocente del pacto. El divorcio en cuanto al adulterio es permitido, pero no mandatorio. Uno no tiene que separarse de su compañero por que este haya cometido adulterio, pero en donde existe la transgresión moral, cualquiera de los dos, el hombre o la mujer, tienen derecho al divorcio. Para concluir, vamos a ver nuevamente los cuatro principios que hemos estudiado hoy: Número uno, el partido inocente en un caso de divorcio, únicamente a causa del adulterio, quedaba libre otra vez para casarse con otro. Número dos, ninguno de los dos partidos de un matrimonio podía divorciarse fuera de un acto de inmoralidad, o sea, el adulterio. Número tres, uno no podía separarse en divorcio para casarse con otro fuera de una causa seria, siendo la única causa, el adulterio y número cuatro, el matrimonio, a base de prueba, como lo conocemos hoy día, es un pecado, es digno de muerte. Dios nunca lo aprobó, es un insulto a su sabiduría en instituir el matrimonio. El matrimonio a base de prueba es simplemente el adulterio legalizado. Padre, te pido que nos ayudes a comprender el hecho de que tu institución del matrimonio es algo hermoso y sagrado cuando está puesto en tus manos. Te pedimos que bendigas nuestros matrimonios en un mundo perverso y lleno de maldad, ayúdanos a ser el ejemplo que necesitamos ser, para que nuestros amigos lleguen a conocer la verdad. En el nombre de Jesús te lo pido. Amén.

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